Capitulo 4: El Reencuentro.

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Capitulo 4: El Reencuentro:

-¿¡En que demonios me metí!?- pensé…

La mire nuevamente a ella, estaba seria. Abrí lentamente la puerta del auto y lo rodee y baje a Danny, lo sostuve en brazos un tiempo, esperando a que ella reaccionara, que empezara a hablar, a gritar como una loca, pero no fue así se quedo callada mirándome.

-¡Vamos Jade! ¿Qué esperas? –Exclame esperando a que mi mejor amiga reaccionara- ¡Demonios! ¡Di algo!

-Mmm… Algo… -hizo una mueca extraña y se metió dentro de la casa, la seguí esperando que me contara aunque sea que demonios tramaba, donde demonios se encontraba las personas que me habia nombrado alarmada en aquella llamada.

-¡Que ingeniosa Pieterse! –volví a exclamar deteniéndome en seco en la sala, deposite cuidadosamente al pequeño Danny sobre el sofá y la seguí nuevamente.

-¿Dónde demonios te has metido? –pregunto algo enojada mientras caminaba hacia la cocina, yo la seguí nuevamente, y luego me senté en la mesa.

-Tuve problemas en el camino Jade, no te desesperes –le confesé tratando de que su enojo cesara.

-Me preocupa Danny, tu piérdete si quieres –dijo mientras reía se encamino a la heladera perdiéndose en la media pared que separaba el lugar de la mesa de donde se cocinaba.

Jade, ella habia sido mi mejor amiga en todo este largo año, nos habíamos conocido por casualidad y luego de un tiempo nos volvimos amigas, conocía todo sobre mi, excepto un secreto que jamás sería capaz de revelar. Jade Pieterse era una chica simplemente igual a mí, en personalidad. Físicamente era menuda, alta me pasaba por unos centímetros, su cabellera larga, castaña y rubia que hacían juego con sus ojos azules eléctricos. Me habia acompañado todo este tiempo y se habia  prácticamente enamorado de Danny, queriéndolo tanto como una madre lo querría.

Levante las piernas subiendo los pies sobre la mesa, esperando que mi querida amiga me explicara todo lo que estaba sucediendo, fue entonces cuando escuche los ruidos y el apareció. Se paro en la entrada de la cocina abrió la boca quiso hablar, pero un ruido metálico se escucho y su cuerpo volvió a caer al piso.

-Oh claro que no... -dijo Jade

//Horas despues//

Todos comenzaron a despertar, nosotras dos nos encontrábamos paradas recargadas junto a la pared, estaba nerviosa. Todo mis instintos estaban alterados, Danny estaba parado a mi lado sosteniendo la mano de Jade, el estaba tranquilo, pero yo no. Esa tranquilidad era la que envidiaba de él, mi alma se estaba consumiendo poco a poco.

-¿Qué demonios sucede aquí? -los nueves estaban atados a las sillas, cuando escuche aquella voz ronca mi sangre se helo sentí ese nudo en la garganta que habia sentido la madrugada en la que me habia ido, estaba sucio y lastimado, herido como todos los demás, pero aun así tenia aquella mirada azul tierna y perfecta como la que solía tener cuando éramos pequeños.

-Niall… -susurre por lo bajo, quise correr a abrazarlo pero Jade puso su mano en mi estomago y me detuvo, ella no sabía quiénes eran las personas que se encontraban frente a nosotros tres, no habia tenido el valor de hablar y contarle que realmente conocía a todos ellos, y que en un tiempo formaron parte de mi
familia.

-¿Amy? –sus ojos se aguaron todos los otros me miraban sorprendidos, parecía que habían encontrado al fantasma de la vieja Amy tal vez así había sido- Hermanita.

-Jade ¡Suéltalos por el amor de Dios! –grite mientras las lagrimas caían tome en brazos a Danny y Jade me miro confundida.

-¿Te volviste loca Amy? –pregunto alterada, claramente no entendía nada de lo que estaba pasando.

-¿Qué sucede aquí? –Intervino ella habia extrañado aquella voz, Camila miro la escena confundida, luego me miro a mi- ¿Amy?

Mi nombre, todos repetían mi nombre. Excepto uno de ellos, él. El permanecía callado en silencio mirándome fijamente.

Cuando escuche su voz, mis piernas se aflojaron, sentí que me iba a caer. La misma sensación de vacío inundo mi cuerpo, sentí que todo se iba a desvanecer, habia fantaseado millones de veces con el gran encuentro de todos nosotros, El Reencuentro.

Había pensado muchas veces en que les diría, como actuaria pero en ese momento lo único que pude hacer bien fue guardar silencio y aferrarme a Danny, quien se abrazo a mi cuello, mi mirada se clavo en esos ojos que tanto me gustaban, aquel color miel estaba opacado el parecía estar preocupado, ¿Qué demonios podría preocuparlo a él? La que estaba en problemas era yo, pensé que en ese momento caería rendida al suelo.

Jade desato la soga que los mantenía preso a todos y el vino junto a mí, nuestras miradas se encontraron, toco mi brazo haciendo que una electricidad cruzara por todo mi cuerpo, haciéndome estremecer, nunca habia pensado en que esto sería lo que me sucediera al tener un nuevo contacto con su piel.

-Lucas… -susurre prendida de su mirada, mi voz parecía inaudible, no controlaba lo que hacia, su nombre, aquel nombre que hacia tanto tiempo que no escuchaba volvió a mis oídos… mire sus labios rosados y nuevamente sentí aquel deseo que habia sentido el primer día que lo vi. Debía concentrarme pero simplemente no podia.

-¿Amy? –susurro también preguntando mi nombre, estaba sorprendido. Anonado tanto o más que yo.

Asentí muda, prácticamente quedándome sin respiración, todos nos miraban pero eso no me importaba sinceramente, solamente me importaba mirarlo a él, otra vez despues de tanto tiempo. El paso su mano sobre la espalda de Danny, quien se volteo a verlo, Danny para tener 4 años parecía menor de lo que tenia, pero su mentalidad era de un nene mayor. Volví a centrar mis pensamientos en Lucas, el abrió su boca para decir algo, necesitaba escucharlo, quería saber que era lo que me iba a decir- Amy… dime que tu y yo no tuvimos….

-Ash… –mi mandíbula se tenso, y mi mirada reflejo odio- Bastardo…

Apocalipsis Zombie: Segunda Temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora