you were good to me↳corbyn besson.

16 | chilaquiles.

Leah.

Llegue a casa alrededor de casi a las dos de la madrugada.

Tuve que ir a la habitación de mis padres para avisarles ya que ese es nuestro modo. Ellos me dan la hora de llegar a la una, pero esta vez, realmente me pase y espere que me regañaran pero eran una de las pocas veces que llegaba tarde entonces no me dijeron nada después de que revisaran la hora y continuaron durmiendo ya que mañana tienen que trabajar durante la tarde.

Y yo también fui a mi habitación para dormir de una vez por todas, aunque ni siquiera tenía sueño, entonces durante todo el tiempo que me costó dormir, no dejaba de pensar en mi cita con Corbyn.

Había sido mejor de lo que esperaba, hablamos de cosas que no nos habíamos dicho antes y a más profundidad. Realmente la madrugada te pone melancólico, y eso fue lo que nos sucedió pero fue increíble, jamás había salido a un lugar así y me encanto.

Casi hasta me quedaba dormida debido a toda la paz y tranquilidad que me transmitió el lugar desde que llegué, pero ya para el final, ya cuando Corbyn y yo habíamos dejado de hablar. Y él propuso la idea de irnos, que porque se notaba que estaba cansada además de que ya era tarde pero yo no me quería ir, aunque después de ver la hora, ni siquiera me lo dijo dos veces y me levanté para guardar todo y llegar aquí lo más pronto posible.

Mis padres no me regañaron cuando pensé que lo harían y de haber sabido, hubiera ignorado a Corbyn y nos hubiéramos quedado en ese lugar más tiempo.

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—Es tan romántico que ya me repugnan.

Ruedo mis ojos y le lanzo a Kay a la cara una de sus almohadas, logrando que se quejara.

—No fue romántico.—le recuerdo de manera obvia.—Solo hablamos y fue bastante agradable, nada más.

—¿Nada más?—inquiere incrédula para después incorporarse en su cama y mirarme.—No fue a la fiesta de celebración en donde él fue uno de los responsables por hacer que ganaran el partido para salir y llevarte a un lugar que él solo descubrió y compartió contigo, ¿y tú solo dices nada más?

—Oye, no empieces.—le advierto con mala cara señalandola con mi índice.

—No, tú no empieces.—me advierte de vuelta haciendo lo mismo.—¿Qué pasó con la canción de Dua Lipa?—pregunta encogiéndose de hombros.

Frunzo mi ceño.

—¿Eh?

—La canción, break my heart.—insiste de manera obvia.—No querías enamorarte de otro chico mujeriego que otra vez te rompa el corazón, ¿verdad?

Me quedó completamente muda ante eso, ya que es verdad, yo lo había dicho después de que Corbyn me pidió la cita. Pero ya ni siquiera sé que pensar, además, lo de anoche no fue nada más que hablar y estar ahí, con una increíble vista y con comida, que es lo más importante.

Y ni siquiera pasó nada, solo eso.

—Sigue teniendo citas así y lo primero que nos dirás es que lo estás comenzando a querer, y ya sabes de que forma.

Suelto un suspiro.

—Pero es que ni siquiera sentí nada diferente cuando estuve con él, todo fue bastante normal y no sucedió nada.

—Y de todos modos no pueden hacer eso, tienen que actuar de esa manera en la escuela, delante de todos, no donde nadie los pueda ver.

—Recuerda que es parte del trato para que él me ayude, ya que eso es lo que él tendrá a cambio.—Kay asiente lentamente después de poner un rostro de haberlo recordado.—Pero, de hecho, creo que estamos siendo amigos, después de todo.