La calle estaba llena de vida, con personas caminando en todas direcciones. El sol comenzaba a ponerse, proyectando un resplandor anaranjado sobre los edificios. Izuku, con su cabello verde y su ropa casual, caminaba tranquilamente por la acera, disfrutando del aire fresco de la tarde.De repente, notó una multitud reunida frente a un banco. La gente parecía nerviosa y preocupada, y había varios policías uniformados que mantenían a la multitud a raya. Izuku se acercó curioso, queriendo saber qué estaba pasando.
Izuku se acercó a un señor mayor que estaba mirando la escena con preocupación. "Oiga, señor, ¿qué es lo que está pasando?" preguntó Izuku con seriedad.
El señor se volvió hacia él, con una expresión de preocupación. "¿No ves, muchacho? Están asaltando el banco."
Izuku sacudió la cabeza. "No, por eso le estoy preguntando. Si supiera, no le preguntaría."
El señor se enfadó ligeramente por la respuesta de Izuku, frunciendo el ceño. "Bueno, parece que tienes razón. No hay mucho que ver desde aquí."
"¿Qué pasó?" preguntó Izuku, curioso.
"Al parecer, un grupo de villanos entró al banco hace unos minutos. Llevaban máscaras y armas. Los policías llegaron rápidamente, pero los villanos ya habían tomado a los clientes y empleados como rehenes", explicó el señor.
"¿Cuántos villanos hay?" preguntó Izuku.
"No estoy seguro, pero parecen ser unos nueve o diez. Están pidiendo un rescate y amenazando con lastimar a los rehenes si no se cumple", dijo el señor.
Izuku asintió y se dio la vuelta para irse. Sabía que los héroes ya estaban en camino para resolver la situación, y no quería interferir, "Gracias por la información, señor. Espero que todo salga bien."
"De nada, muchacho. Ten cuidado", dijo el señor.
Izuku llegó a su casa. Abrió la puerta y se deshizo de sus zapatos en la entrada, dejándolos junto a la pared. La casa estaba tranquila y silenciosa, con solo el sonido del reloj de pared que marcaba el tiempo.
Se dirigió a la cocina, donde la luz cálida y acogedora lo recibió. Abrió la nevera y revisó qué opciones tenía para cenar. Encontró un paquete de sushi y se decidió por eso.
Mientras comía, se apoyó en la encimera de la cocina, disfrutando del sabor y la textura del sushi. La comida le dio energías y lo ayudó a relajarse después de un día lleno de emociones.
Después de cenar, se secó las manos y se dirigió al salón. Se dejó caer en el sofá, sintiendo el cómodo respaldo y los cojines suaves. Encendió la televisión con el control remoto y comenzó a cambiar canales en busca de algo interesante.
La pantalla mostraba una variedad de programas: noticias, series, documentales... Izuku se detuvo en un canal de noticias, donde estaban hablando sobre el asalto al banco que había visto anteriormente. Se quedó absorto en la transmisión, escuchando los detalles del incidente y cómo los héroes habían llegado justo a tiempo para salvar a los rehenes.
Mientras veía la televisión, Izuku se sentó más cómodo en el sofá, con las piernas estiradas y los brazos detrás de la cabeza. La calidez y la comodidad de su hogar lo envolvieron, y se sintió agradecido por tener un lugar donde descansar.
Después de eso, Izuku apagó la televisión con un clic del control remoto, sumiendo la habitación en un silencio tranquilo. Se levantó del sofá, estirando sus brazos y piernas para desentumecerlos después de pasar un rato sentado. Se dirigió hacia el baño, necesitando una ducha refrescante para despejarse después de un día lleno de emociones.
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izuku el más fuerte del mundo
Acción"Descubre la historia de Izuku, un joven que supera todos los límites. En un mundo de acción y aventuras, se convierte en el más fuerte del mundo y debe enfrentarse a sus propios demonios y a los enemigos que buscan destruirlo. Con su valentía y det...