Al despertar Raúl estaba de espaldas, no sabía en qué momento me había quedado dormida en su habitación, al levantarme, miré la hora 8:12 am, hace más de dos días que no hacía mi escuela online.
Fui a mi habitación y me uní a la videoconferencia, llevaba un buzo de Raúl, que me había dado.
Al unirme, la maestra estaba explicando la clase.
Mis compañeros comenzaron a preguntarme cosas, a las cuales ignoraba por completo. No quería contarles cosas.
La puerta de mi habitación sonó, y me quite los audífonos.
—Adelante.— dije y Raúl apareció.
El cerró la puerta y me miró.
—¿Que haces?— cuestionó.
—La escuela, es tan aburrido, pero tengo que. Eso les prometí a mis padres.— dije mientras miraba la computadora.
Se volvió un silencio, pero no era incómodo. Aveces es mejor estar así, en silencio, la computadora proyectaba a mis compañeros, y a la maestra hablando, pero no tenía sonido, los había muteado, era gracioso.
Y por el otro lado, Raúl, sentado en la punta de la cama, mirando hacia el suelo, quería saber que pensaba.
—Cuando termines, me avisas, te llevaré a un lugar lindo.— dijo y procedió a salir de la habitación.
Sonreí como boba, y seguí en la clase.
(...)
Cuando terminé, baje y encontré a los chicos, reunidos mirando algo en la televisión.
—Hay waffles en el microondas.— dijo Samuel.
Asentí y caminé hacia ellos, me serví un par y después regrese a la mesa.
—¿y Raúl?— cuestione.
—Se fue, pero no nos dijo a dónde iba.— respondió Rubén.
Asentí y sube los waffles a mi habitación, mientras miraba instagram.
Me gustaba estar con ellos, pero aveces quería volver, pero eso se significaría dejar de ver a Raúl, y creo que no podría hacer eso.
Digo, ojalá pudiera verse en mis ojos, así podría ver lo lindo que es ante ellos.
No puedo describir todo lo lindo que Raúl me hace sentir, no terminaría nunca.
La puerta sonó, me levante y mire al hombre del que tanto estoy perdida.
—Adelante.— dije y el entró.
—¿ya terminaste?— Asentí y el sonrió.— Bueno, acompáñame.— dijo y tomo mi mano.
Salimos juntos de la habitación y también de la casa.
Estábamos caminando en las frías y oscuras calles de Madrid. Pero nadie decía nada.
Solo caminábamos, y sinceramente, no quería decir nada, no tenía nada en mente.
Llegamos a un restaurante, pero al entrar al local, no espere ver lo que estaba ahí.
—¿Te gustaría ser mi novia?— sonreí.
En el lugar estaba todos los chicos, pero no podía pensar en otra cosa que no fuera en el.
—Por supuesto que si.— dije y nos abrazamos.
¡Holaaaaaaa!
Bueno, estos días no me he estado sintiendo muy bien, y no he estado teniendo muchos ánimos.
Este cap es uno que había escrito hace unos días, y apenas lo voy a subir.
Espero y entiendan :))
Gracias por las 2k, eso hizo que me pusiera de mejor humor.
No se cuando publicaré, pero espero y sea pronto.
Adiós :))
Edit: gracias por los 3k :))) son los mejores
#blacklivesmatter.
—renata.
