12. La alegría volvió a mi.

921 62 8
                                    

Mis padres habían llegado, los recibí y los senté en la mesa, quería hablarles sobre mi viaje a Madrid.

—Quiero irme a vivir un tiempo a Madrid, hasta que cumpla los 18.— dije.

Mi padre dijo que estaba Perfecto, mi madre dudaba.

—¿Y esos tipos, solo son hombres?— negué.

Le había contado a mi mamá sobre los chicos, lo que no había contado, era Raúl y todos los detalles.

—Viven chicas también, son bastante lindas.

—¿prometes cuidarte?— asentí.

Mamá me miro.

—Aceptó.— salte de la emoción. No podía creerlo.

Los abrace y corrí a mi habitación a ordenar la maleta y decirle a Raúl.

Tome mi teléfono y le dije. Lo apague y comencé a meter ropa en ellas.

La pantalla de mi teléfono se iluminó.

La pantalla de mi teléfono se iluminó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(...)

Había llegado a Madrid de nuevo, no podía creerlo, iba a quedarme hasta que cumpliera 18, y para eso faltaban un par de meses.

Los chicos me dijeron que estaban esperándome.

—¡Anissa!— gritaron, me giré.

Y lo ví, lo vi mirándome sonriendo, lo vi tan feliz. No dudé ni un segundo y corrí a abrazarlo.

El corrió hacía mi, nos abrazamos, era oficial, Raúl daba los mejores abrazos.

No quería separarme de él, pero lo hice ya que tenía que saludar a los demás.

Subimos al auto, y yo coloqué mi cabeza en el robusto hombro de Raúl.
Me sentía extremadamente feliz, no podía explicarlo.

Fuimos todos a comer a un lugar que ellos escogieron, no tenía otra cosa en la cual pensar, estaba con Raúl, y eso era lo único que me importaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fuimos todos a comer a un lugar que ellos escogieron, no tenía otra cosa en la cual pensar, estaba con Raúl, y eso era lo único que me importaba.

Al bajar, el dijo que los alcanzábamos en un momento.

Me miro, no decíamos nada, solo nos mirábamos, sabía que estaba viendo el universo en sus bellos ojos.

—Me alegra que estes de regreso.— dijo muy despacio.

Podía jurar que sus labios besaban tan bien.

—Y no me iré, me quedaré aquí.— dije acercándome a él.

—¿Sí?

—Sí, siempre.— lo tome por la nuca y lo acerqué a mi, besándonos.

Sus labios encajaban perfectamente en los míos, nos volvimos uno mismo.
Al separarnos, nos abrazamos.

—Me alegra que estes de vuelta.— dijo.

—Me alegra volver a sentirte.— dije.













¡Holaaaaaaa!
Capítulo sin duda, ya tenía ganas de que estos se besaran, juro que ya viene lo emocionante.

Adiós :))
















—renata.

hostage ; auronplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora