Ya había regresado a mi hotel, no sin antes, despedirme de los chicos.
Me encontraba mirando la televisión, con una manta y comiendo palomitas.Mi teléfono comenzó a sonar, lo tome y conteste.
—bueno.
—anissa, soy Raúl.
—hola, ¿como te fue?
—una cita fracasada.
—lo lamento.
—da igual, ni me gustaba tanto.
—¿estás en el hotel?
—sí.
—llegó a su casa en unos 30 min.
—ok, aquí te espero.
Colgué y comencé a pensar como sería gustarle a algún tipo de ellos. Digo, mis "pretendientes" son gente adinerada y que mi padre escoge para mi, me gustaría saber que se sentiría.
La puerta sonó, caminé hacia ella y al abrirla, encontré a un Raúl feliz, ni se notaba que lo habían frienzoneado.
—adelante.— dije y el entro.
[...]
Estábamos mirando una película en Netflix, mientras comíamos palomitas.
—¿no estás triste?— cuestione quitando mi cabeza de su hombro y mirándolo.
—¿por que?— cuestionó.
—por tu cita.— el negó.
—era un guarra, no se ni por que acepté una cita con ella.— reí.
Volví a colocar mi cabeza en su hombro y sentí como sonrió.
—algo le viste.— respondí.
—sinceramente no se que. Pero ya llegará la indicada. Y juro por Dios, que jamás la dejara ir, pase lo que pase.— reí.
—eres tan romántico, que asco.— dije.
—a las mujeres les gustan los hombres románticos.— lo mire.
—no a todas.— dije.
A decir verdad, a mi si me gustaban los hombres románticos, pero solo quería darle la contraria.
Seguimos viendo película tras película hasta que se hizo un poco tarde, 4:20 am para ser exactos.
Raúl y yo aún no teníamos sueño, así que lo grabé con mi teléfono y compartí el video en mi historia de Instagram.—¿por que publicaste ese video?— alce los hombro y el rodó los ojos.— me las vas a pagar.
Me apunto con la cámara del teléfono y vi como aparecía el flash.
Al final se hizo demasiado tarde, y Raúl durmió conmigo, el en el sofá y yo en mi cama.
Me la pasaba muy bien con el, era todo muy divertido.¡Holaaaaaaa!
¿Que les pareció?Adiós
—renata.