Adios mi Vida

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Bueno, el equipo de ocho integrantes estaba en el cartel, cada quien con sus respectivas parejas. Cada uno recibió un mapa, no sabían con exactitud a dónde irían, a menos el mapa indicaba una ubicación no muy exacta en donde pudieran encontrar dichos joyas.

Se despidieron, se acordaron estar en comunicación de vez en cuando, para apoyarse o mandarse mensajes que fueran de ayuda. Alexby iba enfrente, usando su casco ya algo dañado, más no destruido, podía notarse raspones o pequeñas tachaduras en aquel plástico resistente. Atrás de él estaba Lolito, el lo miraba, pensando que sería una opción pedirles disculpas.

— Alexby. Respecto a lo que sucedido....

— Descuida Lolo, solo fue un impulso, nada más. Recuerda que tu amas mucho a Mangel.

Era cierto, Lolito aún recordaba a Mangel, como si estuviera con vida, solamente afirmó, moviendo su cabeza, aunque sentia algo raro, sentía que estaba lastimando a alguien más.

La caminata fue silenciosa, en algunos casos había pequeñas conversaciones pero siempre terminaban en un silencio, no era incómodo en absoluto, pero para el mayor, miraba atento cada movimiento del menor, sintiéndose un tanto miserable.

— Alexby, no quiero ser malo o molesto, pero, ¿estás enfadado conmigo?

La pregunta hizo detener al menor, se giró encontrándose al mayor, su rostro detonaba tristeza.

— Claro que no Lolito, yo no estaría enojado contigo.

El muchacho se quitó el casco, demostrándole una sonrisa grande, haciendo que Lolito quedara un poco tranquilo. Siguieron caminando, ambos habían regresado a su estado habitual, Alexby explicaba algunas cosas a Lolito y este ponía mucha atención, haciendo que el menor se sintiera muy bien, claramente Lolito escuchaba más que aquel amor imposible.

— Bueno, por esta noche vamos a hacer un refugio y seguiremos en camino, que ya queda poco.

Alexby dijo, mirando la zona, lolito afirmó y se dedicó cortar madera, mucha madera. No paso mucho cuando una pequeña casita fue construida, en el interior había lo esencial para pasar la noche el horno una mesa de crafteo y un cofre en donde dejo toda la madera que termino sobrando y alguna comida ya cocinada.

Ambos colocaron sus colchonetas listos para dormir, las antorchas iluminaban un poco y para el menor era bueno, ya que dormiría muy calmado, Lolito por su parte miro al menor que le dio la espalda, aún sentia que le hacía sentir incómodo, así que quedándose sentado miro por unos momentos, su necesidad de abrazarlo creció, le hizo sentir una impotencia de querer estar alaisimo del menor, como si fuera Mangel, aunque se negaba, puesto sabia de cierta manera que Alexby tenía cierto sentimientos hacia alguien más, pero, últimamente esa persona ya no estaba cerca y podría tomar aquello como algo bueno.

Agito su cabeza en negación, era una idea absurda, se estaba volviendo loco por enamorarse de alguien, sabiendo que el le había dado el corazón a Mangel, se negó rotundamente, estaba cayendo tan bajo.

— Lolo, ¿no puedes dormir?

Alexby pregunto, sin moverse, aún estaba en esa misma posición, Lolito dirigió su vista hacia el menor.

— No, me siento raro.

Alexby no comprendió, pero a los segundos reacciono se puso de pie y acercó la colchoneta a lado del mayor, haciendo que ambos estuvieran algo cerca, Lolito miro con curiosidad y una especie de felicidad lo había inundado. 

— No me gusta dormir solo cuando estoy fuera de casa.

Alexby habló mientras se metía y se envolvía con la sábana, mirando al mayor, Lolito río un poco, más aquello rápidamente se fue, ya que de nueva cuenta un beso llegó a los labios del menor.