¿el amor o la razón?

amor sin locura,dura?

Me perdí en los recuerdos esa mañana en la que roce tras roce me hizo caer en la red,esa mentira insana,esa locura o pasión,esa manera idiota de perder la razón. Y ahora estoy leyendo the duff frente a la chimenea de mi pequeño apartamento; me pierdo entre líneas escuchando la letra de sabina, porque a mi me costó olvidarle más de 500 noches,han pasado 700 y aún noto el roce de su piel. Noto un suave susurro al otro lado de la pared, debe ser alex, llevamos viviendo juntos 900 noches, resulta irónico saberlo, pero fueron tantos días sola...bebiendo una bonita copa de vino, pensando a ritmo de la música lenta, o escuchando su voz...esa voz varonil que me encandilaba tras la luz de la luna,cuando me abrazaba en la cama después de hacerme suya, cuando ívamos a la playa para escaparnos de stefanni y de alex...200 días de pasión y de amor, 200 noches de locura, 200 mentiras que tocaron su fin. - buenas noches cariño - cada noche me decía lo mismo y me daba un beso en la frente.- que tal alex?- yo sin embargo cada día estaba peor,no dejaba de pensar en sus labios...Lucas...
Mi primer amor,y es que a mis 23 años solo fui capaz de amar esa vez, porque lo de Alex es distinto. Es un amor maduro que rara vez se deja llevar,no deja que se desate la locura. Alex es mi chico,y juro que le amo con locura,pero jamás me hará sentir lo que conseguía Lucas; él era capaz de saber lo que pasaba por mi cabeza con tan solo mirarme, era el único capaz de hacerme sonreir sin tenerle cerca,era mi talismán.
Cuando le vi por última vez...supe que lo era,lo supe cuando me dijo que jamás me olvidaría, porque él nunca me diría algo así, el solo me decía -"mañana vuelvo a besarte"- me besaba y se iva,pero ese día no fue así... me hizo el amor de una manera que jamás imaginé,nunca había sido tan romántico,pero ese día si, ese día los petalos en la cama daban paso a el fin de las mentiras. Stefanni es mi mejor amiga desde los 5 años, jamás hemos pasado más de dos días sin vernos,pero ahora ya no es lo mismo,desde que empezamos con estas citas a 4 nadie es igual,las manos por debajo de la mesa ya no cobran sentido, las sonrisas a escondidas ya no toman presencia; ahora solo cuentan los dos besos y el qué tal.

- cariño cada noche estás más guapa- alex...te amo mucho pero no es lo mismo sin él.
- no mi niño, eres tu que cada día ves peor- y un beso con sabor a vino y jamón hace que deje de pensar en Lucas y el pasado.
Alex me coje en brazos y me lleva hasta la meseta de la cocina, tenemos un piso chiquitito, pero es suficiente para dos locos enamorados; él trabaja de entrenador personal en el gimnasio de la esquina, y yo soy estudiante de medicina,solo me queda el trabajo de fin de carrera y el mir.
Tapa mis ojos con una seda fina confiando en que los cierre y me manda abrir la boca, primero mete una raja pequeña de jamón, puedo apreciar que es de su pueblo, y después siento la suave textura del queso de cabra de mi casa. Por último moja mis labios en vino y me besa, esos labios quizá no sean los mejores del mundo, quizá no me hagan subir hasta el cielo como los de Lucas, pero me hacen arder.
Nose como pasó pero estoy en el suelo tumbada sobre la alfombra sin camisa y sin pantalón,somos como dos adolescentes enamorados. La piel era una sola en ese instante, me besaba como jamás lo había echo, recorría mi cuerpo con sus firmes manos haciendome estremecer, era más de lo que yo merecía, pero me sentía tan llena y tan feliz que me volví completamente egoista de él, de sus besos, de sus manos, de sus caricias, me enloqueci cuando sentí que nos hacíamos uno; hacía tanto de la última vez que me hizo suya que era tan especial como la primera, deborandonos poco a poco a besos, mientras en mi mente solo cabía él, alex.
Amaneció y yo aún seguía entre sus brazos,tapados por una manta, admirando su belleza; Alexander Ruiz, 27 años, es moreno, alto (1,82m), es todo lo que cualquier chica desearía, pero sin embargo yo lo cambié, porque me faltaba esa locura que él no tiene.
En ese instante desee besarle,empezar de cero,olvidar el pasado y demostrar a mi corazón que alex tenía el derecho de poseerle; me acerqué a sus labios y roce los mios a los suyos, me tomó por sorpresa pues no lo esperaba, que abrazase mi cintura y comenzase a besarme como ayer por la noche, este no era alex,y en parte me encantaba.