La vida es una secuencia interminable de cambios. Infinitos retos que abren la puerta a nuevas oportunidades.
—Ari... —La adormilada voz de Ro se hizo oír, pronunciando mi nombre. Fue lo primero que escuché al despertar aquella mañana, y al instante supe que algo no estaba en su sitio. No fue hasta el momento en que percibí la fragancia masculina que impregnaba este lado concreto de la cama —consecuencia de las noches que él había dormido justo aquí—, que supe que ese algo era yo.
Una fragancia es como una firma personal, que puede distinguir la presencia de alguien incluso a cierta distancia, sin ver su rostro, o sin que él esté presente. Es increíble cómo el sentido humano del olfato es capaz de detectar y recordar olores de manera precisa. El aroma de un hombre, cuando es agradable para una mujer, es como un hechizo que desencadena la liberación de oxitocina. El suyo era como una flecha certera, y el sistema límbico de mi cerebro, la diana perfecta. El olor de TaeHyung tenía la habilidad de encontrar el blanco emocional en mi corazón, acertando de lleno en el centro de mis sentimientos.
—Mmm... —No hice más que fruncir el ceño y removerme entre las sábanas. Resistiéndome a romper las ataduras del sueño, saboreé su perfume mientras mi cuerpo se hundía en la comodidad del colchón de Ro, lamentando profundamente la ausencia de mi hermanastro. Anhelando su cercanía, sus abrazos. Un amor que yo nunca recibiría.
—Jo, Ari, ve a contestar —Ro se quejó con voz ronca, al otro lado de la cama. La noche anterior nos quedamos dormidas viendo una película en su cuarto, y ahora el martilleo insistente de la llamada nos molestaba a ambas.
—Deja que cuelguen, Ro —manifesté mi desinterés por la interrupción matutina. El cansancio fue la excusa perfecta para convencer a mi cuerpo de permanecer completamente quieto donde estaba.
—Agh, iré yo —escuché sus pesados pasos mientras se dirigía al salón para atender el teléfono, y después su voz se convirtió en un suave murmullo que apenas llegaba a mis oídos.
Me sumí en un estado de total indiferencia, acomodándome aún más entre las mantas, y cerré de nuevo los ojos, ignorando el curso del mundo exterior.
Pocos minutos después, una explosión de sorpresa y gritos de entusiasmo llenó el espacio. —¡Te han elegido, Ari! ¡Despierta! ¡Eres la nueva estrella de "We got married"! —Las palabras salían de su boca en un flujo rápido, como si no pudiera contener la noticia dentro de su cuerpo ni un segundo más.
—¿Qué? —Dudé, con los ojos aún entrecerrados. Ro seguía chillando dos octavas por encima de su tono normal, y en aquel momento la odié por ello.
—¡Enhorabuena! ¡Joder, vas a ser famosa!
"¿Famosa?"
—No —Mis sentidos se despertaron tan rápido como pudieron en un intento de procesar lo que decía. "Estrella" "We got married". Entonces regresé a la realidad. —No puede ser.
—¡Que sí! ¡Que me lo han dicho, Ari!
—Pero es imposible.
—¡Mira tu correo!
Cuando Ro me ofreció el móvil, lo agarré y comprobé rápidamente mis notificaciones. Aquel e-mail dio paso a mi incredulidad. Mi capacidad de procesamiento de datos intentaba reconciliar la información nueva, verificar la veracidad de la noticia imposible. Sentí un mareo, náuseas y debilidad general. Experimenté todos los síntomas de la hipotensión. Me puse pálida y un sudor frío y pegajoso se pegó a mi piel. Estaba confusa, los latidos de mi corazón eran rápidos, mi visión se volvió borrosa y aparecieron puntos negros. Por Dios, el flujo sanguíneo no me llegaba ni a los ojos. Esto era grave, iba a necesitar ayuda médica.
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WE GOT MARRIED | kth, pjm.
FanfictionEnamorarte de tu hermanastro no es algo fácil de sobrellevar, menos aún si él ya mantiene una feliz relación con tu mejor amiga. JoonAri es una joven amante de la lectura y con demasiado carácter a quien parece atraerle lo prohibido. ¿Cuántos golpes...