¿Loco? ¿Yo?

Capítulo 11

El espejo

Tom Marvolo Riddle despertó sobresaltado, había estado teniendo un bonito sueño de dominación mundial cuando un horroroso sonido lo regresó a la realidad de golpe. El sonido era agresivo, completamente extraño a las tres de la mañana que era la hora en ese momento. En su somnolencia tardo varios minutos en descifrar el origen de ese sonido, y cuando su cerebro lo procesó, no sabía exactamente que decir. ¿Qué estaba pasando? ¿Era el karma por todos los males que había hecho en el mundo? No lo entendía. Porque...

¡A quien se le ocurre tocar una maldita TUBA a las tres de la mañana!

Si no fuera por su orgullo probablemente lloraría. Nagini a su lado parecía imperturbable, sumamente tranquila entre sus dulces sueños...El tenía que despertarla, aunque también podría ser un alma noble y dejarla dormir en paz. Entonces recordó cuando hace unas semanas ella lo había despertado con un golpe en la cara y toda piedad se esfumó, agarró un libro que tenía a la mano y con un golpe en su cola despertó a su vieja amiga.

Nagini se levantó molesta, intentando fulminarlo con la mirada, pero al estar maldiciendo a su amo en siseos media dormida aún, solo logró sacarle suaves risas. Con un mejor humor, el Lord Oscuro salió de su habitación para descubrir a quien debía matar por levantarlo a estas horas.

Recorrió la mansión entre la oscuridad de la noche. El sonido había desaparecido hace varios minutos y ahora tenía la esperanza de encontrar al responsable aún en la escena del crimen.

Revisó dormitorio por dormitorio, despertando a algunos de sus seguidores sin darse cuenta. Mientras Tom pasaba por toda la casa buscando la tuba, sus mortifagos se conglomeraban en el salón aún en ropa para dormir, todos se veían cansados y la mayoría de ellos fluctuaban entre la confusión y la preocupación.

Los murmullos se extendieron como una plaga entre todos los asistentes, todos preguntándose que había poseído a su señor para andar levantando a todos a las tres de la mañana. El hombre ni siquiera parecía darse cuenta de que los había despertado. Había abierto la puerta, visto en sus habitaciones y luego se había dirigido a la siguiente. Ni siquiera ahora, con todos levantados, había cesado con su extraña actividad.

Al otro lado de la casa, Riddle seguía abriendo puertas buscando la tuba que tiraría al fuego, su molestia salió por la ventana al ver la escena de esta habitación.

El piano, las guitarras, violines, chelos y varios otros instrumentos se encontraban por todo el lugar, era el salón de música y en la esquina izquierda estaba la dichosa tuba que lo había despertado. El ni siquiera sabía que tenían un salón de música.

Cerca de la maldita tuba, había una gran ventana que daba al jardín, el chico responsable de todo estaba sentado sobre una banquita de madera, una mesita a su lado con varias mezclas de pinturas. El caballete frente a el con el pincel a mitad de camino de hacer la siguiente pincelada.

Su mirada estaba fija a la ventana frente a el, a pesar de la luz de luna que iluminaba todos los rasgos de su rostro, parecía estar concentrado en algo completamente diferente. El paisaje del jardín estaba medianamente retratado en la pintura, las sombras nocturnas retratadas como si de una cámara se tratase.

El chico se sobresaltó al levantar la mirada y ver al señor oscuro en la puerta. Sus ojos amarillo brillante se abrieron levemente y rio nerviosamente al darse cuenta de que estaba en problemas.

-Buenos días Tom ¿Qué tal dormiste?

-Muy bien, hasta que alguien decidió ponerse a tocar una tuba a la mitad de la madrugada- Respondió secamente.

El chico se puso más nervioso, levantando su mano libre del pincel para sacudirse el cabello rosado pálido con nerviosismo.

-Si, bueno, lo siento por eso. Trabajo mejor en la madrugada. La luna siempre ha sido mi mayor inspiración.