KURAKU II: CHI TO REI " OROCHI MONOGATARI"

Capítulo XVII: «¡Comienza la batalla por la superioridad!»

«Chozetsu Batoru Sutato!»  

Domingo 2 de junio de 1996.

Eran las 6:30 de la mañana cuando Benimaru escucha su alarma, si bien estaban en una situación bastante peligrosa él no debía dejar de dormir lo suficiente para que su piel luciera lozana y no tuviese esas marcadas ojeras que odiaba más que a Iori y Yuki juntos, se sienta con algo de parsimonia y se queda estático ante lo que ve, Kyo estaba de espaldas vistiéndose, llegaba hasta su nariz el suave aroma del jabón y el champú, los músculos definidos se marcaban de forma sensual ante cada movimiento, los omoplatos ajenos parecían hipnotizarle, lástima que los pantalones ya estaban en su lugar porque hubiese sido un disfrute ver ese trasero firme en todo su esplendor. Aunque lo que le sorprendía en realidad no era la vista sino el hecho de que a una hora tan temprana el moreno estuviese levantado y listo, recordaba que las últimas veces que debían pararse prematuramente este parecía muy reticente a hacerlo, e incluso le parecía tierno el hecho de que debiese hacerle cosquillas en los pies para obligarle a despertarse.

-Buenos días – la voz de Goro le hace parpadear para centrarse en lo importante – me iré a la ducha

- Si – responde al tiempo los otros dos. Kyo voltea y sonríe a su amigo de forma tierna

- ¿Has dormido bien? – pregunta terminando de ponerse los guantes con el emblema familiar bordado en el dorso

- Si, aunque seguro a tu lado lo hubiese hecho mejor – el moreno le mira condescendiente, ese tipo de coqueteo era ya costumbre en el rubio, al principio tuvo ciertos problemas, pero ya con los años que llevaban de conocerse eso estaba más que superado

- ¿Nunca dejarás de ser tan coqueto? – Kusanagi da un paso hacia Nikaido el cual se sorprende un poco, esa carita de don Juan se desvanece al sentir al otro a centímetros de su rostro, la fuerte mano de su amigo tomándole de la cadera para acercarle un poco – tienes el cabello hecho un lio – susurra a su oído divertido y se separa

- ¡TE ODIO! – le empuja Benimaru y le avienta una almohada

- Que yo también puedo jugar el mismo juego – comenta divertido el chico de ojos avellana – pero, ya enserio, yo casi no pude dormir, no es solo la batalla que tendremos hoy

- Lo sé Kyo-chan, lo de Yuki, sabes que ella no es nada de mi agrado y que me odia también, pero, sé que significa mucho para ti, además es parte de las circunstancias, en realidad no entiendo mucho sobre tu relación con todo esto, pero ese sujeto no tiene nada de escrúpulos – suspira pesadamente – la rescataremos, lo prometo – le toma del mentón y besa su frente con cariño.

- Gracias – alza la mirada para verle fijamente, se estira besando el mentón ajeno.

Tal acción deja al rubio como piedra, era la primera vez que los labios del moreno tocaban su piel de esa manera, no es que se estuviese haciendo ilusiones, en absoluto, pero ese gesto del otro fue más de lo que podría haber pedido en la vida. Se separa diciéndole que va a prepararse también, no podían perder mucho tiempo, desayunarían y a las 7:30 estarían de camino al estadio para dar comienzo a las batallas.

Las cuales empezaron justo a la hora indicada, el lugar estaba a reventar, la presentación no fue tan espectacular como la de día anterior pues ya todos sabían quienes lucharían pero no por ello la euforia disminuía, al contrario los ánimos eran más notorios, en especial cuando, pese a ser un equipo nuevo, el Cameo Team dio una ardua batalla, las habilidades de Joe, Billy y Sho dejaron a más de uno boquiabiertos, pero lo cierto era que Kusanagi Kyo no iba a dejarse vencer, mucho menos con todo lo que estaba pasando a su alrededor; Sho fue el último en pelear, sus golpes eran rápidos y certeros, en un par de ocasiones el moreno no pudo acercarse demasiado debido a la agilidad ajena, pero terminó con el combate al tomarlo de la ropa y golpearlo contra el suelo dejándole inconsciente. Esta vez no usó ninguna de sus frases pues hubiese parecido una burla hacía su contendiente, el público estaba más que emocionado al ver ganar a su equipo, pero al mismo tiempo despidió a los otros tres con un gran aplauso al tiempo que se ponían de pie.