Capitulo IV

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Llegó su cumpleaños número ocho, se levantó con pereza de nuevo y se encontró con que no estaba con el Nagini pero entendió que posiblemente se oculto o está en algún lado aún intentando encontrar a su dueño, así que se levantó de la cama para estirarse e irse bañar, algo que amaba era estar un ratito en la ducha pero con su primo o su tío era imposible sin que lo regañaran, aprovechaba siempre que no estaban para poder darse sus duchas largas y ahora solo serían cortas pero bueno, algo era algo.

Tomo ropa que se pondría y viendo la hora de seguro su tío estaba de un pésimo humor porque este día era suyo y no podía hacer nada malo, o su primo, sería genial, tan genial que ya quería saber cuál sería la gran sorpresa de su amada tía, ella lo quería mucho que siempre se esforzaba por hacerle los mejores cumpleaños en su ausencia de sus padres; cerro con pasador y como predijo se dio una ducha corta, se vestía después de salir para escuchar como desesperado estaban su tío y su primo por querer entrar así que le dio pereza y luego con su cabello indomable herencia de su padre según su tía, tardo un poco más para salir.

Por ser ese día tan especial, desayunaron panqueques con algo de jugo para luego salir a un lugar especial, lo llevaron al zoológico, donde caminaron después de ver tanto a los animales hasta que llegaron a la sección de los reptiles y ahí mismo se topo con un hermosa piton en cautiverio pero su odioso primo lo empujó porque quiso que se moviera y molesto no se dio cuenta e hizo desaparecer el cristal dejando caer a su primo dentro para salirse la pitón la cual lo miro y le agradeció siendo menos obvio escondió su sorpresa y le dijo en parsel "de nada".

Su tío llegó para querer sacarlo pero viéndolo a él lo culpo de ese incidente y su tía no tuvo más remedio que ir por ayuda para sacarlo de ahí no sin antes reírse en su mente por el desafortunado accidente que sufrió su "hijo".

Regresaron a casa, el entro primero para dirigirse a la sala donde su tío subió con su hijo a su cuarto para ayudarlo y su tía solo se acercó a el para abrazarlo y llevarlo a la cocina donde había un pastel con ocho velas solo para el.

➖Feliz cumpleaños Harry—sonriéndole.

El feliz sopló las velas para pedir su deseo más grande, uno que nadie sabía más que cierta serpiente la cual solo se mantenía arriba durmiendo o eso creía el porque ella salió a cazar al tener hambre y aprovecho la oportunidad.

➖Hay otra sorpresa para ti—solo fue un momento hacía la alacena dónde saco de ahí tres regalos para dárselos.—Ábrelos Harry.

El primero era pequeño pero era mucha su curiosidad que lo desenvolvió deprisa no sin antes romper el papel para sacar de ahí la fotografía de el con sus padres siendo solo un bebe y era increíble que se movieran las imágenes.

Su madre era muy hermosa y de cabellos rojizos, sus ojos eran de un color verde mismos que los suyos y los de su tía, mientras tenia razón su tía, se parecía a su padre físicamente, la diferencia era que el usaba lentes y el no, como esos cabellos...

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Su madre era muy hermosa y de cabellos rojizos, sus ojos eran de un color verde mismos que los suyos y los de su tía, mientras tenia razón su tía, se parecía a su padre físicamente, la diferencia era que el usaba lentes y el no, como esos cabellos indomables de peinar, pero con esas sonrisas hacía el de adoración.

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