Capitulo 3: Idiot Boy

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Es sábado, y es mi primer día y fue mi primera noche aquí en mi nuevo hogar. Estoy en mi cama, estoy despierta pero no quiero abrir los ojos ni levantarme. Estoy demasiado cómoda. La cama es muy cómoda y fresca y a pesar de que siento un poco de calor y eso me molesta, sigo acostada.

Me siento tan relajada, como si no tuviera que levantarme. Sigo recostada con los ojos cerrados disfrutando de mi nueva cama y entonces ese maldito sonido…..¡¡¡PIN, PING, PIN, PING!!!.....es una maldita alarma que me sobresalta, me hace gritar y caer torpemente de mi cama. Me levanto y apago el horrible aparato que está en mi mesa de noche. Es una especie de “Tablet”. Apago la alarma y me siento en la cama.

-Te escuche gritar- me dice mi amigo agitado sin camisa y con el pantalón de la pijama.
-Había una horrenda alarma en esta cosa- digo señalando la Tablet-  y me asusto.

El volteo a ver el aparato y luego a mí. Por alguna extraña razón ambos comenzamos a reír. Me pregunta si tengo hambre y si quiero desayunar, yo asiento y le digo que en un momento lo alcanzo.

Me quedo sentada en la cama y volteo a ver  el reloj. Ocho de la mañana. Una sonrisa se asoma. Mi padre debió haberla programado, él siempre despertaba a esa hora. No importaba si tenía un compromiso o una junta o algo que hacer, el siempre despertaba a esa hora. Decía que era la hora perfecta para despertar pues era temprano pero no muy temprano y no era tarde.

Volteo al escritorio y veo la caja roja y de nuevo vuelvo a sonreír. No puedo creer que se haya tomado  el tiempo para hacer tantas cartas/paquetes para mí. En definitiva tengo al mejor papá del mundo, desearía que estuviera aquí.

Salgo de la habitación y camino a la cocina. Gastón está cortando cosas y yo lo observo mientras camino hacia él.

-Buenos días, mounstro- digo mientras me siento en la barra.
-Buenos días, mounstra- me contesta-¿te apetece un omelet de champiñones con jamón y mucho queso?- sonríe y yo a el
-Suena delicioso- contento riendo- ¿necesitas ayuda?- antes de que él pueda contestar se escucha que tocaron la puerta- ¿Quién será a esta hora?- pregunto, él solo me hiso una seña para que valla a abrir, yo me dirijo a la puerta.

Cuando abro la puerta no hay nadie, pero hay unas cosas en el suelo. Me agacho y reviso que es. Es el periódico unas cuantas cartas. Leo y miro que una es del padre de Gastón, le encantara saber esto. Antes de levantarme veo como la puerta de enfrente se abre. Conoceré al vecino de enfrente, eso es genial, puede que nos llevemos bien.

Al abrirse completamente la puerta puedo observar a un muchacho alto, con piel tostada, ojos cafés, unos lindos labios y unos increíbles tatuajes. Solamente trae una toalla alrededor de la cadera, sip, de la cadera, casi puedo verle todo ahí. Su cabello esta escurriendo. Él me mira y yo lo miro a él.

Me revisa completa, de arriba abajo. Me hace sentir incomoda. Justo ahora desearía no traer puesta este pijama de shorts de seda rosa con negro. Me mira de una forma muy extraña, ¡carajo, es incómodo! Tal vez, si lo saludo o algo así deje de verme así el chico sexy.

-Amm…Hola-digo intentando no sonrojarme. Él me mira directo a la cara.-Soy tu nueva vecina, mucho gusto soy…
-Muy sexy-interrumpe el muy idiota sonriendo. Inmediatamente mi sonrisa se borra. ¿Quién carajo se cree este idiota?
-¿Perdón?-pregunto ofendida.
-No sabía que la nueva vecina sería tan…-hace una dramática y estúpida pausa y me revisa de arriba abajo.- Linda y que durmiera con ropa tan sexy. Soy…
-Un idiota-ahora interrumpo yo. Él sonríe con cara de “tuche” (o como se escriba!cx).

Abro la puerta y la azoto fuertemente. Gastón me mira confundido y yo solo sigo pensando en el idiota ese.

-¿Está todo bien?-pregunta Gastón desde la mesa.
-El vecino de enfrente, es un idiota.-digo acercándome a él.- Se le nota luego, luego que se cree todo un galán y que trae a todas a sus pies, pero sabes que… yo no soy tan fácil.

Gastón levanta una ceja. Yo me doy cuenta de lo ridícula que me veo hablando así. Creo que mejor me siento y me pongo a desayunar antes de que se enfrié. Tomo asiento y él hace lo mismo y desayunamos. Hablamos de la universidad y de lo maravilloso que será estudiar en la misma escuela.

Gastón se vino a estudiar a Estados Unidos hace 2 años, siempre amo cocinar, su madre le enseño muchas cosas. Pero a pesar de que estuviera viviendo aquí él iba a verme a México los fines de semana, vacaciones y días que no tenía clases y yo hacía lo mismo. La razón por la que prefirió estudiar lejos de México, fue porque le daban un mejor plan de estudio aquí, y sus padres lo apoyaron creyendo que era lo mejor. Sinceramente lo fue. Ha aprendido demasiado, puedo confirmarlo ya que el desayuno que me ha preparado esta delicioso.

-Casi lo olvido.-digo recordando el correo.- Hay una carta de tu padre.- le tiendo la carta y su mirada se ilumina y la abre.-y bien….¿qué dice?
-Solo lo normal. Pregunta como estoy y como está todo por acá, parece que él también sabia lo del plan de tu padre.-ambos sonreímos.- te manda saludos y me dice que me afeite.

Eso último nos hace reír como locos a los dos. El increíble buen humor del señor Casas.

-¿Qué más trajeron?-mi curioso y metiche amigo, como lo amo.
-Pues solo revise lo de tu carta y el periódico.
-Hay otra carta.- la toma y lee lo que dice afuera. Su cara se torna tensa y me mira e intenta sonreír despreocupado
-¿De quién es?-pregunto curiosa tras notar su expresión.
-No es nada importante.-es pésimo mintiendo este hombre.
-Gastón…¿de quién es?...estas asustándome.-digo entrando en pánico. El suspira y me da la carta.
-Es de Suseth.

Miro el sobre y no puedo creer lo que veo. ¿Qué demonios?
-FDR-Records.

Young VolcanoesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora