— ¿Lo dices en serio? -aguantó una carcajada-
— Sólo lo hice una vez, con una mujer. No soy fan del sexo. -dije desviando la mirada-
— Jaja, tranquilo... -sacó un tentaculo y lo aproximó a la barbilla ajena e hizo que lo mire- Sólo debes dejarte llevar~
— Ugh, alejate, hijo de perra. -con brusquedad, me safé del agarre-
— No olvides lo que tengo~ -con un tentaculo, me enseñó mi cuchillo, mierda-
— S-sólo por mi cuchillo.
El pelinegro de tez blanca se puso en cuclillas y bajó el cierre del ser alto. Tenía un poco de timidez, aunque, también curiosidad por saber cómo sería el miembro ajeno. Fue cuando lo vio, tenía la forma de un pene humano, sólo que muy blanco y ¡ENORME!, ¡¿ESA COSA TENÍA QUE CHUPAR?!
No disimulo sus nervios y retrocedio un poco.
— Tranquilo, no espero que te lo metas todo. -se sentó en una roca cercana y abrió sus piernas-
— Hijo de puta. -me acerqué a él y tomé su gran miembro entre mis manos, estaba flácido, así que lo acaricié de arriba a abajo-
El ser más alto, sólo obserbava los movimientos y reacciones contrarias. Sintió su miembro endurecer y el contrario sólo pasó saliva. Lamio aquel falo desde la punta hasta la base, lentas y repetidas veces, lo ensalivó bien y lo escupió. Luego, se metió sólo la punta a su interior bucal y succionaba, su lengua se retorcia e investigaba aquel sabor.
— Para ser tu primera vez, lo haces bien. Sigue así. -acaricié su cabello, incitándolo a ir más profundo-
— M-mierda, necesito aire. -tomé una gran bocanada de aire, mientras acariciaba con más velocidad su pene y la saliva se escapaba de mis labios.
Volví a meter su pene en mi boca hasta donde pude y succionaba más fuerte, mi mano acariciaba el resto que no llegaba, escuché ronquidos y suspiros, miré de reojo hacía arriba y noté como Slender tenía un sonrojo y unas cuantas gotas de sudor. Él me tomó fuerte del cabello y bajó mi cabeza para que lo mirara.
— Mírame.
Lo dijo con una voz demandante, solté un pequeño gemido mientras lo miraba y unas cuantas lagrimas escapaban de mis ojos.
Él empezó a mover sus caderas y sentí su miembro palpitar, me ahogó más en su miembro y culminó en el interior de mi boca, el espeso y abundante líquido, chocaba por mis paredes bucales, lengua y dientes, no me soltaba, quería que lo tomé, así que eso hice, pasé tímido aquel líquido y recién me soltó, mi boca y su pene lo unía un hilo de saliva y semen, aún quedaba restos en su miembro, no me molesté en limpiarlo. Me levanté y me limpié los labios, me ardían un poco por la cortadura de mis mejillas pero era soportable.
— Bueno, te felicito, pequeño, toma tu juguete. -lanzó a la tierra mi cuchillo, mientras guardaba su miembro y cerraba su cierre y se dispuso a irse-
Tomé mi cuchillo y me acerqué lentamente a él, tomé impulso en la roca y con el cuchillo se lo iba a clavar, pero uno de sus tentaculos me empujó, me golpeé la cabeza en la roca y todo fue negro-
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Ahhh
Uuugggh
Me desperté en un cuarto oscuro, al instante sentí un dolor en mi cabeza y la frote, tratando de bajar el dolor, sentí unas vendas, espera, ¿Slenderman me trajo aquí? Revisé mi cuerpo por si tenía algo ma, no había nada. Un poco asustado, busqué mi cuchillo y no lo encontré. — Maldito.
Salí de esa habitación y bajé las escaleras, busqué algún arma para defenderme pero no encontré nada.
— Estás despierto. -sentí como me tomaron por los hombros desde atrás, instintivamente, di un codazo y me alejé- Esperaba un gracias, mocoso ingrato.
— ¡No soy un niño! Y yo pude haberme cuidado solo. -le grité mientras me cruzaba de brazos-
— Sí, sí, ajá, ¿Cómo te sientes?
— ¡Pues y-!...Uhm...bien, eso creo. -la pregunta me sorprendió un poco, ¿Por qué me pregunta eso? No me dejó tiempo de pensar, ya que, se puso a mi altura y acercaba sus manos a mí, me puse alerta-
— Niño, no voy a hacerte daño, si quiesiera hacerlo, ya lo habría hecho, déjame sacarte las vendas. -puso sus manos en mi cabeza e iba sacando las vendas-
— kck... -solté un quejido, aún dolía un poco-
— Entonces, aún te duele -volvió a envolver las vendas- Te diste un golpe muy fuerte.
— Ugh, tuve peores, eso no es nada. -dije con orgullo mientras miraba al techo-
— Como digas pequeño, ten tu cuchillo. -vi cómo me lo extendía, mis ojos iluminaron pero lo alejó de inmediato- Pero SÓLO si no me atacarás.
— Está bien. -dije con fastidio, tome el objeto filudo y lo besé- Te extrañé tanto~ -mi estómago emitió un sonido fuerte, hambre, un poco avergonzado, lo miré unos segundos. Bueno, tengo que irme. -silencio- g-gracias por las vendas. -cuando estaba a punto de abrir la puerta, habló-
— ¿A dónde irás?
— Yo, uhm... me alojaré en una casa. -me di la vuelta para verlo-
— Ya hice la cena, ¿Por qué no te quedas y pasas la noche aquí? -me levanté y me acercaba a él-
— ¿Sabes?, es raro pasar mucho tiempo contigo. -jugaba con mis dedos, sin razón alguna-
— ¿Te molesta? -susurró en mi cara-
— Dije que es raro. -tomé su cara y lo empujé, giré la perilla de la puerta y me fui-
Solté un suspiro y me deslice, hasta sentarme en el suelo, aquel enano era duro, vi como se presentó una niña, Sally.
— No te preocupes, papá, muy pronto él caerá ante ti.
— Eso espero, hija.
Maldito poste, maldito poste, maldito poste, maldito poste, maldito poste.
Mi mente repetía una y otra vez lo mismo, odiaba que me desmuestren afecto, me ponía sensible, y peor si lo hace un hombre, o bueno, sea lo que sea él.
"No voy a hacerte daño"
¿Por qué habrá dicho eso?, ¿Se estará burlando de mí?, ja. No seas tonto, Jeff.
Si eso fuera cierto, él sería el primero en preocuparse por mí
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- PSYCHO KILLER - | Slenderman x Jeff the killer
HorrorMentes enfermas juntas, ¿Qué puede pasar cuando se unen ambos asesinos despiadados? ¿Alguien psicópata puede sentir amor?