- PSYCHO KILLER - | Slenderman x Jeff the killer

5. Smile.

Cuando bajé las escaleras, vi como estaba esa niña que me cargó, me dirigí a ella para interrogarle.

- Vaya, vaya, pero si es la misma mocosa que me durmió. -me crucé de brazos mientras la veía-

- Uhh, perdón, Jeff. -se frotó la nuca, nerviosa- Eran órdenes de Slender.

- Da igual, niña, ya arreglé asuntos con él. -ella alzó su mirada, incrédula-

- ¿Te vas a quedar? -una sonrisa invadió su horrible rostro y acentí con mi cabeza por su pregunta- ¡Vivaaaa!, ¡Vamos a jugar muchas cosas! -estaba a punto de abrazarme pero con mi dedo índice la detuve en su frente-

- Ahora no, niña, debo recoger mi ropa. -me dirigí a la salida, sin escuchar una respuesta, abrí la puerta y salí-

Estaba caminando, tranquilamente, pensando en lo sucedido. Iba a ser difícil, nunca he interactuado con otras personas, siempre he estado solo, pero haré lo que sea por la comida y confianza de Slender...¿Qué?, bueno, no de ese modo, sólo ganarme su confianza para que me de lo mejor y eso, ya me entienden.

Llegué al lugar y tomé mis cosas, me puse a revisar si me faltaba algo, nada, todo estaba completo, lo pensé unos momentos y decidido, di un fuerte silvido y a los pocos monentos, apareció un perro grande, de raza husky con una gran sonrisa frente mío.

- Hola, amigo. -le acaricié y me respondió con unas lamidas- ¿Ya comiste? -me enseñó sus patas ensangrentadas, y le sonreí- Buen chico.

Caminaba a paso lento, de regreso a la cabaña con mi perro y mis cosas, abrí la puerta y busqué a Slender con la mirada.

- ¿Slender...? -inspeccioné el lugar pero no lo encontré- Quédate afuera, amigo. -cerré la puerta tras de mí y entré al lugar-

- Él está en su laboratorio, está ocupado por ahora, no le gusta que lo molesten cuando está ocupado. -apareció nuevamente esa mocosa-

- Mmm tengo que hablar con él, es importante.

-...¿A quién trajiste? -cuestionó-

- A-a nadie. -respondí nervioso-

- Puedo sentir algo...¡Ahhh!, ¡TRAJISTE A UN PERRI-! -antes de que termine la oración, tapé su boca con mi mano-

- Sí, sí, sí, sí, se llama Smile y de eso quería hablar con él, es muy importante para mí. -ella me miró con esos grandes ojos esmeraldas y me apartó, para ser una niña, tenía una fuerza increíble-

- Está bien, no se lo dire, pero por favor, quiero jugar con él. -dijo junto a un puchero-

- Bueno... -suspiré- está afuera, no hagan tanto ruido ni se alejen mucho-

- ¡Claro! -dio unos saltos hasta la puerta y ahogó un grito al verlo, Smile me miró confundido, y yo acentí mi cabeza, para que no le hiciese daño-

- Perdón, Smile. -suspiré y fui directo a mi habitación-

Cuando abrí la puerta, abrí mis ojos de par en par al ver a aquel ser sentado en mi cama

- ¿Q-qué haces aquí? -un poco sonrojado, fui y me senté a su lado, espero no haya escuchado nada de lo que dije con la mocosa-

- Tienes un perro. -fue directo al grano-

- ¿Se...puede quedar? -lo miré desde abajo, avergonzado-

- Siempre y cuando tú te encargues de él. -respondió-

- Gracias Slendy~ -le sonreí- Oye, debo ordenar mi ropa-

- ¿Y?

- Vete. -dije, un poco molesto-

- Esta cama es muy cómoda. -se echó en ella mientras ponía sus piernas encima mío-

- Agh pesas, hijo de puta. -levanté sus piernas y me levanté, dándole la espalda-

De repente, sentí como algo me jaló de la muñeca y me tumbó a él, estaba recostado en su pecho, me acomode en su cadera y lo miré.

- Sigo diciendo que es incómodo ver a alguien sin cara. -volví a a acomodar mi cabeza en su pecho-

- Puedo aparecer una. -sus manos acariciaban mi espalda-

- ¡¿E-en serio?! -levanté mi cabeza y lo miré nuevamente- ¡Hazlo!

- No.

- ¿Por qué? -hice un puchero y me moví un poco-

- Me cuesta algo de energía.

- Vamos, Slendy~ -moví mi cadera nuevamente y noté cómo se tensó-

- Deja de hacer eso. -habló cortante-

- ¿Por qué? -volví a hacerlo y él me tomó de la cadera y me alzó en el aire-

- Dije que no hagas eso. -finalizó para levantarse y sentarme en la cama- Debo volver a mi laboratorio, veo que ya hablaste con Sally.

- Ah sí, es un poco irritante. -un tentáculo me dio una bofetada- ¡Auch!, ¡¿Qué te pasa, idiota?! -grité mientras frotaba mi mejilla-

- No hables así de mi pequeña -guardó su tentáculo- Como sea. ¿Conociste a los demás?

- Aún no, espero sean divertidos. -dije mientras jugaba con mis pies-

- Esta noche los conocerás, comportate.

- Uh...sí. -dije mientras pasaba saliva-

- ¿Qué? -notó mi actitud-

- Nada, ya, vete. -me levanté por mi ropa para empezar a guardarla-

Escuché como cerró la puerta tras de él y me sonrojé un poco, a mí me gusta intimidar a las personas, pero...él es el que me intimida. ¿Por qué tengo la sensación de dejarme dominar por alguien como él?, es un estúpido, soy un estúpido, somos estúpidos...

Soy un estúpido.