- PSYCHO KILLER - | Slenderman x Jeff the killer

3. Casa.

— Go to sleep, fucking bitch. -tercera víctima de la noche, un número bajo de muertes, para ser yo, pero no era mi culpa, mi mente estaba distraída, Slenderman supo mi debilidad, puto fideo-

Saqué el objeto filudo del interior del, ahora, cadáver y lo analicé, sangre goteando, unos cuantos órganos visibles, mirada vacía...perfecto. miré mi cuchillo y me puse a pensar en mis padres, mamá, papá, Liu...

Los odio tanto.

Clavé de vuelta mi arma en el pecho de aquella chica, repetidas veces, hasta cansarme. Odio que unas simples palabras me hagan pensar tanto.

Suspire, me levanté de aquel charco de sangre, dibujé una sonrisa de par en par en sus mejillas, sonreí de lado, al menos ya es hermosa. Salí de esa casa con sigilo y busqué algún refugio.

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Odio ser humano y tener hambre, iba de camino al bosque para comer manzanas o lo que sea, tenía mucha hambre. Me trepe a un árbol y vi la deliciosa fruta con un hermoso color rojizo, el problema es que estaba lejos de mi alcanze, saqué mi cuchillo y lo estiré para pinchar la fruta.

Crack

— Mierda, creo que estoy muy gordo. -moví un poco mis caderas y nuevamente...

Crack

La rama se rompió y estaba cayendo, agite mis brazos, buscando algo para agarrarme, era inútil, cerré mis ojos, esperando el golpe...nada, los abrí lentamente, y vi como una niña, cabello largo y rizado, unas manchas de sangre seca, me estaba cargando.

— ¡Suéltame! -me soltó y mi trasero estampó contra la tierra, busqué rápido mi cuchillo y lo tomé- ¡¿Quién ere?! -la apunté con mi cuchillo, ya parado- Seguro eres las mierdas raras de Slenderman.

— Soy Sally, sólo soy un fantasma. -se presentó tranquilamente-

— No me importa. -mire arriba y vi la manzana, mi estómago reclamó, con sonidos vergonzosos-

— ¿Tienes hambre? -cuestionó, mierda, fui notorio-

— No te importa. -peiné con mis dedos mi cabello-

— El guardián del bosque puede alimentarte.

— "El guardián del bosque" puede irse a la mierda. -alcé la voz para que me dejara en paz-

— Ahhh. No tienes remedio -de repente, salió un humo de color verde, bastó con olfatear un poco y ya me relajó tal olor, que caí dormido-

El ser de gran tamaño se apareció y acarició la cabeza de la pequeña, articulando un "Muy bien", cargó al cuerpo inerte, chasqueó los dedos y los teletransporto a su cabaña.

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Bastó una media hora para que el adolescente abriera los ojos y se ponga a la defensiva, lo primero que vio fue al ser de traje elegante.

— ¿Qué mierda, Slender?, ¿Te obsesionaste conmigo o qué? -se cruzó de brazos, chasqueando la lengua-

— Vive conmigo, Jeff, te puedo alimentar y dar refugio, básicamente, estarás seguro conmigo. -hablaba, mientras se acercaba a mí-

— Básicamente, seré tu perra. -le apunté con mi cuchillo-

— También se diría así. -colocó sus manos en su cintura-

— lancé mi cuchillo hacía su brazo y lo pateé, me posicione encima y le dije, muy cerca a su rostro- Jeff trabaja solo.

— Entonces, ¿Vas a perder la oportunidad de tener un refugio a tu favor?

— -enterre más el cuchillo en su brazo y escuché quejidos- ¿Por qué no me atacas?

— ¿Por qué quieres que te ataque? -el ser alto, soltó una risa coqueta, provocando un sonrojo en el contrario, su estómago sonó nuevamente y arruinó el momento- ¿Tienes hambre?

— No, es un pedo. -lo miró serio y sarcástico-

— Te puedo dar comida en la cocina. -debido a la distracción del contrario, sacó el cuchillo y se regeneró, levantó su espalda, sentándose y el contrario seguía sentado en su entrepierna- Uhm...

— ¡Oh!, ¡Claro!, l-lo siento. -se apartó y el ser contrario se levantó, ambos fueron a la cocina y mientras el de sonrisa comía, el ser alto lo miraba- ¿Qué me ves?

— No te veo, veo el plato.

— Jaja, es fácil de saber cuando no tienes ojos. -dijo burlón-

— Gracias.

Siguió comiendo hasta terminar, pasó un silencio, nada incómodo, ambos querían su tiempo de privacidad, hasta que el de traje habló.

— Entonces, ¿Te quedarás? -fijó su atención en el pelinegro-

— Mmm no estaría mal, acepto, sólo procura alimentarme bien, ¿Dónde duermo?

— Sígueme. -extendió su mano, pero Jeff, de un manotazo la retiró-

— Camino solo. -finalizó-

—Como digas. -ambos caminaron, hasta llegar a la habitación de Jeff, el mencionado la inspeccionó, nada mal, lo primero que hizo fue tirarse a la cama, pasó tiempo desde que no se echaba en una-

— Ahh~ me encanta~ -Slenderman no evitó sonrojarme un poco, algo que Jeff notó- ¿Avergonzado, Slendy? -el de sonrisa se colocó en cuatro mientras miraba coqueto al experimento-

— Buenas noches. -sin decir más, salió-

— Jajajajaja~ -tenía que admitir que le gustaba burlarse de sus víctimas, y burlarse de Slendy era lo mejor, él tenía poca paciencia y hacer chistes sexuales a alguien elegante era muy divertido, espera, ¿Slendy?, ¿Por qué lo llamaba así?, se sonrojó un poco debido a aquel apodo tan cursi, dio una vuelta a la cama, para quedar boca abajo, descartó esas ideas y trató de dormir. Siempre odiaria esa parte de él-

El ser alto estaba recostado en la pared, invadiendo los pensamientos del más bajo, aún estaba con ese sonrojo presente, ahora más potente, debido a lo que pensaba, no quiso hacerse ilusiones y se fue a su propia habitación.