6 años después...
Pequeñas gotas de lluvia aún caían por acera, el aire era frío pero nada que no se quitara con la chaqueta que llevaba encima y el calor corporal que emanaba del pecho de Mario.
Ambos andábamos a paso tranquilo por las calles de Atlanta disfrutando de la estación lluviosa de cada año.
Hoy era una de las pocas tardes que no estaba lloviendo a cantaros, había charcos de agua sucia por todos lados.
El frío se colaba por mis piernas y entre mi falda pequeña haciendo que tuviera la piel chinita.
Las lluvias y el aire frío era algo que amaba, pero precisamente, era un dolor de cabeza no poder utilizar mis lindos vestidos por el frío que calaba, y por la pena que sentía cuando mi piel se parecía a la de una gallina.
Pero hoy era un día especial, hoy valdría la pena aguantar el frio por mi novio.
Mario.
Él caminaba a mi lado lleno de seguridad e impasible al frío que yo sentía, con su chamarra de cuero y todos esos aretes que hacían que se viera rudo, lograba que todos voltearan a vernos.Por eso, y por los chismes que flotaban por cómo me había quedado con el novio de mi hermana.
Verán, cuando experimentas la pérdida del amor de tu vida sin siquiera tener la oportunidad de conquistarlo y todo porque tú hermana acaparó toda su atención...
Lo que se hace es devolverle el pago con el mismo billete.
Es horrible, pero así es esto.
Un día, simplemente comencé a ser yo la que tomaba el mando. Y entonces mi autoestima apareció haciéndome sentir segura.
Segura y poderosa.
Hoy era nuestro primer aniversario de un año de noviazgo y estaba segura que me tenía una sorpresa preparada para celebrarlo.
¡Estaba tan emocionada!
Él era mi primer novio, así como mis primeras veces en muchas otras más...
Desde que Ariana se había trasladado a la universidad, me pude dar a conocer mucho más por mí misma y dejé de ser "La hermana de..." era un alivio no tener que verme perfecta todo el tiempo para no sentirme menos que ella.
Podía ser yo.
Podía ser libre.
Podía ser quien yo quisiera ser.
¡Cómo las muñecas!
- ¿Ya me vas a decir cuál es esa sorpresa que me tienes preparada? -Pregunté.
- No seas tan ansiosa amor, hoy será una noche especial, ya lo verás... -Dijo con una pequeña sonrisa.
- ¿Iremos al cine? -Pregunté de nuevo.
- No.
- ¿Iremos al parque de diversiones?
- No.Mientras seguíamos caminándo, intentaba imaginar cuál era esa sorpresa que me tenía Mario para nuestro aniversario, y la razón para que me pidiera usar el modelito que me regaló en mi cumpleaños que constaba en una pequeña falda negra con una blusa blanca que hacía que mis pechos casi salieran a saludar. Aunque eso no es que me molestará, después de sufrir de pechos diminitos, después de los dieciséis mis limoncitos pasaron a ser unos melones de buen tamaño.
Gracias a Dios y a todos los santos por eso.
Mientras caminábamos, pasaban carros uno tras otro, levantando los charcos levemente sin llegar a mojarnos, hasta que una moto negra paso justo al lado de nosotros a gran velocidad bañándonos de agua sucia.
Grité ante la sorpresa insultando al motociclista.
¡Ese estúpido había arruinado mi ropa!
-Tranquila Arantza, no pasa nada, sólo es agua.
Volteando a ver la motocicleta que se alejaba rápidamente, pude notar en la parte trasera de la moto los colores de una bandera mexicana.
-¡No es sólo agua! ¡Él lo hizo a propósito!
-Ya no importa, te sigues viendo igual de preciosa.
- ¡Mira mi blusa!, ¡Está arruinada!
- Ara, preciosa, -Dijo mirándome a los ojos- No dejes que ese imbécil arruine nuestro día, ¿De acuerdo?
El comentario de Mario me calmó, el es un ángel, en verdad no sé que haría sin él.
Mientras caminamos unos minutos más, cuidando que no nos volvieran a bañar con agua sucia, llegamos a una casa enorme que parecía vacía ¿Que estábamos haciendo aquí? ¿Me había organizado una fiesta sorpresa?
- ¿Qué hacemos aquí, amor? -Pregunté confundida.
- Es la sorpresa que te tenía preparada hermosa. - Dijo tocando la puerta
- Pero aquí no hay nada...
- Es abajo, tranquila, esto te va a encantar...
Cuando abrieron la puerta, nos recibió un hombre sin camisa con algunos tatuajes, la sala estaba vacía e intacta, así como todo lo demás al alcance de mi vista. La casa no era muy grande y tampoco agradable. Seguía sin entender que estabamos haciendo aquí.
- Aquí no hay nadie Mario...
Me dirigió a unas escaleras que daban al sótano del lugar, una música baja y lenta comenzaba a escucharse y al bajar las escaleras que podía ver humo y luces de colores por el lugar. ¿Dónde estamos?
- ¿Dónde estamos? -Pregunté
- Es un club, vengo aquí mucho, aquí me siento libre... Sabes, hace un tiempo que comencé a experimentar...
-¿Experimentar? - Lo interrumpí.
- Sí, amo el sexo que tenemos, pero también hay algo más que necesito...
- ¿Necesitas? No te entiendo Mario. ¿Dónde estamos?
Enfocado mi mirada en el espacio frente a mi, pude ver a muchas personas bailando frente a mi... No, no estaban bailando, se restregaban unas contra otras... En los sillones había varias personas moviéndose extrañamente, en otro sitio, en una esquina estaba dos hombres frente a frente... pero no eran solo los hombres, sino que cargaban algo entre los dos...
Santa mierda.
Era una mujer desnuda.
Estaban teniendo sexo los tres.
Buscando por toda la habitación vi que todos estaban teniendo sexo entre ellos. Detrás de nosotros entró una pareja, venían sujetados de la mano, hasta que se separaron y ella fue a besar a una mujer y él comenzó a desnudarse para acercarse a una pareja más de las tantas que había en el lugar.
¿Dónde estoy?
- ¡¿Qué es este lugar Mario?! -Grité sobre la música alta.
-Es un club, Arantza. -Dijo con tranquilidad.
-¡Eso ya lo sé! ¡Pero este club no es normal!
-Es un club para intercambiar parejas.
![](https://img.wattpad.com/cover/227820571-288-k141075.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Pequeña Mentirosa
Teen FictionSinopsis Arantza siempre había estado detrás de la sombra de su hermana, y secretamente enamorada de su vecino, Dylan, que parece no notar su presencia. Ella está dispuesta a conquistarlo y luchar por su amor... Hasta que él tiene que irse a otro p...