RubirexMonth

Primer beso

Las dos figuras chocaban contra todos los muebles de la habitación de cofres de Willy, tropezando con aquello que se interpusiera en su camino. Ambos se fundían en un beso cargado de pasión en una feroz lucha de dominio sobre el otro.

En una de las movidas, el albino había conseguido acorralar al híbrido contra el armario de la Redstone, apretando con fuerza las muñecas por encima de su cabeza y restringiendo el movimiento de sus piernas con las suyas.

Ambos separaron sus labios entre jadeos en busca de oxigeno. La habitación poco a poco se estaba convirtiendo en una caldera de fuego que sofocaba a todo aquel que intentara respirar.

-Willy...-Soltó con un tono de voz lastimoso. El albino lo miró por breves momentos antes de volver a unir sus bocas en otro beso, el cual no duró mucho puesto que fue roto al instante por el oso que cargaba una expresión de irritación en su rostro.- Hijo de puta, esto no es lo que acorda- ¡Ahg!

Se mordió el labio lo más fuerte que pudo después de soltar ese gemido vergonzoso. El cerdo había tomando ventaja de la situación para acariciarle la cola y depositarle suaves besos en el cuello simultáneamente, las dos zonas más sensibles de su cuerpo después de sus orejas marrones.

Sentía como el héroe de boina sonreía de forma triunfante desde su cuello, amando como su victima se encontraba vulnerable debajo de él. 

-Deja de luchar ya, Rubius.- Murmuró bajando un poco más a la clavícula izquierda y morderla suavemente.- Acepta que quieres tenerme dentro de ti pidiendo por más.

Soltando las dos muñecas que sostenía, pudo redirigir sus manos a una zona más al sur de su cuerpo y toquetear las partes bajas. A su vez, subió el rostro hasta estar lo suficientemente cerca de una de las orejas de oso y con una sonrisa perversa, le sopló.

Rubius jadeó involuntariamente al su cuerpo erizarse, sus instintos de híbrido exigían alejarse de aquella fuente que producía esa sensación en sus zonas sensibles. Empezó a removerse inútilmente siendo observado por el albino que solo ampliaba cada vez más su sonrisa. Tenía al chico donde quería.

Era curioso ver como una relación podía reforzarse con el pasar de los años, siendo cuatro los que habían cumplido recientemente para desconcierto de aquellos que desconfiaban de que fueran a durar más de una semana juntos.

Los dioses, y quizá Fargan junto a Vegetta, podían considerarse los únicos testigos de los cambios que habían atravesado la pareja a lo largo de ese tiempo: desde que se conocieron y se odiaban, hasta la actualidad donde competían por ver quien mandaba en la cama.

Por supuesto, la personalidad que ambos compartían hacía creer que las cosas eran complicadas entre ellos, y aunque bien esto es cierto, eso solo lo hacía más un reto emocionante que un problema.

Nada en su relación era como otros contaban: desde esa mentira de amor a primera vista, hasta eso de sentirse especial solo por estar con esa persona. El ejemplo perfecto es el "primer beso" que describen como algo especial y único, con fuegos artificiales y toda esa cursilería que involucra medias naranjas y eso.

Willy y Rubius ya habían tenido varias parejas antes de conocerse, por lo que no fueron el primero del otro ni mucho más, ni mucho menos. Así mismo, si bien ambos sabían que tenían sentimientos por el otro, a nivel consciente no tenían pensado declararse debido al carácter profesional que compartían como hermanos oscuros y héroes de Karmaland. 

Por esto fue que su primer beso no llegó a ser tan especial como otros lo describirían ¿Cómo así? Pues si consideramos que los dos no hubieran estado borrachos cuando ocurrió, el híbrido nunca se hubiera lanzado a los brazos del albino para comerse el morro mutuamente. 

Si no fuera por Vegetta que actuaba de chaperón por aquella vez, probablemente hubieran pasado de cero a cien sin ser verdaderamente consientes de ello.

Al día siguiente ninguno de los dos se acordaba de nada. Vegetta fue el que le tuvo que contar que  "casi se lleva a Rubius a la cama anoche" entre burlas y seriedad,  empezando así una larga conversación de las que tanto odiaba sobre sentimientos.

No podía culpar al azabache, era su mejor amigo y se preocupaba por él. A demás, era necesario, dado que después de esa charla fue que reflexionó lo suficiente como para enfrentar al híbrido cara a cara. Empezando lo que vendría siendo el comienzo de su relación.

-Willy por todos los dioses, cierra tu puta boca y actúa de una buena vez.- Se quejó clavando sus uñas en los hombros del albino.- Estoy siendo tu zorrita cuando acordamos que hoy sería al revés  y no veo movimiento.

Ambos se miraron con sus pupilas bien dilatas. No dijeron nada, no hacia falta. 

Quizás al comienzo de todo lo único que había entre ellos era tensiones y sentimientos conflictivos que no se podían comparar con el amor a primera vista.

Quizás el primer beso del chico de boina no haya sido con Rubius, y el de este tampoco fuera con Willy.

Quizá ni ellos mismos se acordaban como fue ese primer beso, puesto que lo único que estaba en sus memorias era el tequila dentro de sus sistemas. 

Sin embargo, por estas singularidades de su relación, es que sabían que eran el uno para el otro. Después de todo, nunca sabían qué podría pasar mañana entre ellos; para bien o para mal.

-Te haré llorar Rubén.- Gruñó suavemente en su oreja.-Más te vale no tener planes para mañana porque no podrás caminar.

El mencionado jadeó excitado como respuesta. Ambos estaban deseando seguir esto hasta el final.

Como siempre.

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Notas de la autora

Bueno, día 3: primer beso. Terminado

 Sé que por el momento el objetivo del título forma más parte de un "recuerdo" que de una historia, pero ya los próximos son más centrados en el presente así que no se preocupen.

En fin, creo que este fue el primer capítulo que escribí jeje, espero que se haya disfrutado. Creo que fue un poco más corto que los anteriores, pero es lo que hay jijiji.

Me marcho, ¡nos leemos mañana!