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"𝓢𝓸𝔂 𝓾𝓷𝓪 𝓶𝓾𝓳𝓮𝓻 𝓭𝓮 𝓹𝓪𝓵𝓪𝓫𝓻𝓪"

La verdad que nunca pasó por mi cabeza algún día dormir con Raquel Murillo, pero después de una propuesta loca ella estaba ahí, acostada conmigo en la misma cama,  ella y sujetando mi brazo

La verdad es que Raquel es una mujer bastante provocativa, que mejor forma de quitarme la camisa ayer, basándome el pecho y el cuello, sin contar que la estuve acariciado toda la noche y ella no vio ningún problema al contrario si paraba me regañaba, también no se técnicamente si lo hacía consciente o ya estaba dormida pero toda la noche estuvo pasando sus glúteos por mis partes intimas, haciendome sudar frío, ya que eso estimulaba mi erección, y realmente si ella estaba dormida me moriría de la vergüenza, pero como si la noche no bastara, despierto antes que ella y me quedo mirando su rostro por un tiempo sin dejar de abrazarla, luego tomé un libro pero se me hizo imposible leer con la vista que tenía de Raquel, podía ver completamente sus glúteos, tan perfectos, duros y redondos con una minúscula braga, si yo pensaba que con esa vista ya estaba en el cielo pero me equivoqué al mirar un poco hacia arriba uno de sus senos estaba a punto de salirse del vestido escotado y solo pude decir una cosa- Un año con esa vista todas las mañana me va a enloquecer- y es que Raquel es la réplica de la perfección hecha mujer, comencé acariciar su cabello y ella se giro lentamente quedando frente a mi y colocando su cabeza en mi pecho comenzando a pasar sus suaves e hidratadas manos sobre mi

Sergio: Buenos Días- le sonrío

Raquel: Hola- respira profundo

Sergio: Perdona pero sueles dormir así con un hombre que acabas de conocer- me coloco las gafas mientras que ella sonreía viendo como las limpiaba y la llevaba a mi rostro

Raquel: No!, solo duermo con mis parejas, pero se que eres un buen tipo, solo mirame, como estoy vestida la forma en la que duermo y no me tocaste ni un pelo

Sergio: Bueno, te toqué las piernas- se arreglas las gafas mientras sus mejillas se ponía rosadas por la vergüenza         

Raquel: Te ves lindo cuando te pones así, cuando tienes vergüenza jaja, y no tienes ese pijama de bibliotecario

Sergio: Ya, te gusta verme avergonzado y semidesnudo, muy bien Raquel, ya veo que eres bien directa

Raquel: Me caracterizo por eso cariño

Sergio: Voy a preparar el desayuno vale, quieres te lo traiga a la cama

Raquel: Odio comer en la cama, no puedo ver restos de comida encima de esta, así que ni lo pienses, prepara algo y desayunamos afuera

Sergio: Co..omprendido- se arregla las gafas

Mientras que Sergio salió del cuarto me quedé varios minutos riendo, es un hombre tan especial y a la vez tan diferente a todos, con ese pijama de bibliotecario y esas gafas que me miran sin maldad donde puedo ver a un hombre exitoso, con un corazón enorme y que ya se lo hicieron pedazos, y ese aire tan noble que tiene te dan ganas de abrazarle y no dejarlo ir, mientras pensaba en todas las características de  Sergio mi teléfono suena y no era ni mi madre, ni Alicia, ni mucho menos Paula eran los agentes de la aduana

𝓛𝓵𝓪𝓶𝓪𝓭𝓪 𝓮𝓷 𝓸𝓷

Raquel: Si, Buenos Días

𝓒𝓸𝓷𝓽𝓻𝓪𝓽𝓸 𝓭𝓮 𝓒𝓪𝓼𝓪𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora