1.2 Especial ?...

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Pocos días habían transcurrido desde la pelea en casa de Zuley. Tim aún se encontraba con el ánimo abajo, no comía ni dormía bien. Esa discusión le había afectado más de lo pensado. —Tim, cariño... ¿De verdad te encuentras bien?—La señora Abi estaba muy preocupada por su hijo. Él estaba en su cuarto recostado en su cama tendida, únicamente miraba al techo.

—Sí... Sólo estoy algo cansado...—Tim forzó una pequeña sonrisa al ver a su mamá.

—Dime la verdad. ¿Maney te hizo algo?—Su cara cambió por una enfurecida. — ¡Te dije que ella sólo te traería problemas! ¡Pero me va a escuchar esa méndiga niña!—Dio media vuelta, con todo el ánimo de ir a buscarla.

— ¡No! Mamá ella no me hizo nada. —Tim se apresuró a sujetarla del brazo. —Escucha... sí fue una mujer, pero no ella.

— ¿Tu novia?—Preguntó extrañada.

—Ash no tengo novia. —Se cruzó de brazos. —Ése es el problema. Que la chica que me gusta no quiere nada conmigo.

— ¿Quién no querría tener algo contigo si eres divino?—Le preguntaba acariciando su frente. —Esa no sabe lo que se pierde. —Se reía.

—No sé... Le gusta otro chico que es más alto, apuesto, musculoso, simpático y fuerte que yo...—Se alzaba de hombros, mirando al suelo. —No la culpo. No tengo oportunidad...

—No digas eso. —Su mamá lo sacudió, molesta. —Ella no tiene ni idea de lo que rechazó. Tú eres especial Tim... Muy especial.

— ¿Especial en qué?—Parecía fastidiado.

—No te ha visto en traje de baño. —Bromeaba.

—Huiría por mi palidez. —Se quejaba. —Soy casi tan blanco como Maney...

—No se trata de buscar pretextos, sino oportunidades. —Su mamá reprochaba. — ¿No el otro día dijiste que eras un mago? Quién puede ganarle a eso.

—Él también lo es...

Su mamá se palmeaba la cara. — ¿Cómo se llama tu rival mago mejor partido que tú?—Preguntó con sarcasmo.

—Se llama Derek... Y él también es mi amigo. —Le recordaba. Su mamá se había puesto seria.

—Está bien, no te preocupes. —Lo animaba con pequeñas palmadas en la espalda. —No todos los magos son iguales... Incluso así, tú eres más especial.

—Mamáaa...—Se quejaba, sintiendo que ella le daba el avión. — ¿Y eso de qué me sirve?

—Todavía eres muy joven como para que te pongas así por alguien que no supo apreciarte. Créeme, el tiempo me dará la razón. Puedes estancarte por una muchacha y perder de vista tu propio valor... O puedes seguir adelante, y descubrir que si ella no te hizo caso es porque había alguien más y mucho mejor para ti.

—... ¿Crees?—Reflexionaba lo que su mamá acababa de decirle.

—Sí. Pero lo que ocurra después será tu decisión hijo...—Ella iba a acercarse para darle un abrazo de no ser porque el timbre de la puerta sonó en ese instante. —Ah... iré a ver quién es. —Dijo con tedio. Bajó las escaleras del cuarto de su hijo para llegar a la puerta y abrirla... 

Memories 4 - Algo se ha quebradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora