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William T. Spears, comenzó en el mundo del diseño a los 17 años, era un joven con ideas innatas, desde sus comienzos destacó perfectamente en todo y con tan solo 5 años dentro ya había logrado tener varios reconocimientos a lo largo de toda su carrera, incluso el de vez en cuando llegaba a modelar sus propias creaciones.

Ya con 22 años, fue contratado por la industria Phantomhive, donde creció aún más, ya se había vuelto un ícono en el mundo de la moda.

......

Ya cumplía 7 años trabajando en aquella empresa, había adquirido suficiente experiencia en su campo, ahora se encontraba haciendo los bocetos para su próxima linea, pero sentía que le faltaba inspiración y mucha, esto tenía preocupados a los directores de la empresa, pues si William no llegaba a crear alguna prenda completamente llamativa y mejor que las anteriores, la empresa presentaría pérdidas y el estatus de Spears también.

— ¿Aún no has pensando en nada? — Preguntó un chico castaño de muy baja estatura.

— Humprhies, aún sigo pensado, solo necesito más tiempo — William arrugó la hoja de papel de la mesa y fruncia el ceño.

— Debería tomarse un descanso, recuerde que con 29 años las cosas se pueden complicar tanto física como mentalmente — suspiró y le sirvió una tasa de café — Me sorprende que aún no tenga artritis de lo mucho que trabaja, Spears —

— ¿Y eso qué? — suspiró y bebió el café — Tomo terapias cada que puedo, supongo que eso me ayuda —

— Porfin me hiciste caso — sonrío orgulloso Alan — Pero dejemos ese tema, ¿qué harás para esta línea? Recuerda que debes entregar los bocetos a más tardar en 1 mes —

— Ya lo sé — frotó su frente mientras suspiraba — Esto jamás me había pasado, de repente toda la inspiración que tenía se fue — miró al papel, estaba totalmente en blanco, ni siquiera había dibujado un cuerpo.

— Hablé esta mañana con el jefe, me dijo que podría contratar a un modelo para darte inspiración o ideas — mencionó Alan felizmente.

— Lo último que me faltaba — Hizo una mueca de disgusto — No necesito ayuda de nadie, siempre he respondido por mi mismo desde joven —

— Lo sé, pero es bueno salir de tu zona de confort, William — puso una mano en su hombro, manteniendo su sonrisa.

— No pueden traer a nadie sin mi autorización — miró seriamente al castaño.

— A no ser de que sea una orden directa del jefe —

— ¿Me estás jodiendo verdad? — Le iba a explotar una vena.

— No, esta vez de verdad te traerán un modelo o una, aún no se quién es — se burló.

— ¡Yo puedo hacer mis cosas solo! ¡Nunca he necesitado ayuda de nada ni nadie! — se levantó de su escritorio bastante molesto.

Salió de su amplia oficina, camino por el pasillo, subió las escaleras hasta llegar a la oficina del jefe, tocó la puerta con algo de fuerza repetidamente hasta que se le dio permiso para entrar, abrió la puerta de golpe y entró.

— Spears, ¿Qué sucede? — El jefe apenas tenía 16 años, pues su padre, el anterior jefe de toda esa gran empresa había fallecido hace un año, dejando toda su fortuna al mocoso que tenía al frente, Ciel Phantomhive.

La Vie Rose -Grelliam- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora