XV

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— ¡28! — Gritaron al unísono mientras Grell soplaba las velas de su pastel.

Habían pasado 7 años desde que se fue de Londres, su vida seguía igual que antes, llena de lujos y varias comodidades, incluso en ese lapso de tiempo ganó un par de concursos a nivel nacional.

— Un año más para que mueras — Habló Eric en voz alta mientras cortaba el pastel.

— Al menos no soy un anciano — hizo un leve puchero mientras que agarraba  un plato con su porción del pastel.

— Dos años más para que lo seas — Río el rubio.

La relación entre Grell y Eric aún no pasaba a mayores, seguían siendo buenos amigos, quizás en algún momento intentaron pasar esa raya y si que lo hicieron, para ser amigos con derechos de vez en cuando, nunca sería algo serio, pero disfrutaban de la compañía del otro.

Continuaron celebrando el cumpleaños del pelirrojo por el resto de la noche, todos los invitados de la fiesta salieron a eso de las 4 am, completamente ebrios, mientras tanto la "pareja" tenía un momento íntimo, muy íntimo.
A la mañana siguiente, Grell fue el primero en despertar, suspiró al ver que tenía al lado a quien se supone era su mánager, pero bien disfrutaba aquellas noches donde se ponía cariñoso.

— Eric.. Eric despierta — Puso su mano en el hombro del contrario y movía su cuerpo bruscamente — Maldita sea.. ¡Eric! Despierta de una buena vez! Tengo hambre — alzó la voz.

— Grell calmate... — hablaba aún sumido en su sueño — Es muy temprano... — agarró la sábana y se cubrió hasta la cabeza con ella.

— ¡Ya es medio día! — Gritó y le dio un zape en la cabeza.

Eric se sentó en la cama mientras sobaba su cabeza, mirando molesto al pelirrojo.

— Bien, tu ganas, ¿qué quieres comer? — agarró sus boxers del piso para después ponérselos.

— Lo de siempre cariño — sonrío mostrando sus afilados dientes — Mientras tanto tomaré un baño, no me molestes — Se levanto de la cama con cuidado y fue directo al baño.

Al entrar cerró la puerta con seguro, lleno la tina y entró en la misma, pasaba toda la barra de jabón con delicadeza por su fino cuerpo, un pequeño y rápido flashback pasó, William T. Spears, después de tantos años volvía a recordar a ese hombre y la noche que pasaron juntos, como jugó con sus sentimientos, se mordió el labio lleno de coraje y apretó el jabón.

¿Qué sería de aquel tipo? La pregunta más de una vez sonaba en su cabeza, pero con el obvio pasar de los años lo había olvidado ¿porqué lo recordó en ese momento? Su vida era perfecta en ese instante, quizás la de ese viejo amante sea buena, después de todo lo dejó ir sin poner fuerza alguna, el se quería quedar a su lado a pesar de que sus sentimientos no eran aceptados por el otro, solo quería disfrutar de su compañía, el amor que sintió por el sobraba para ambos.

Negó con su cabeza un par de veces y continuó con su baño, tratando de alejar cualquier pensamiento sobre William, tenía mejores cosas que hacer.
Al cabo de unos minutos salió del baño usando unos pantalones cortos y un abrigo que le llegaba por encima de las rodillas, camino hasta la cocina y se sentó en el comedor.

— Tengo buenas noticias Grell — Eric sirvió dos platos para ambos y se sentó a su lado.

— ¿Qué es? — comenzó a comer mientras veía a su compañero.

— Iremos a Japón, habrá un evento importante con varios modelos de otros países, los más famosos, en este caso tu, nos iremos esta noche — sonrío.

— Eso es genial — tomó un poco de agua — Siempre quise viajar a Japón, aunque sea por trabajo — suspiró.

....

— ¿Japón? ¿Encerio? — William suspiró mientras leía la tarjeta de invitación.

— Es una buena oportunidad, no habrán tantas personas y es un evento exclusivo — Alan sonrió — Los dos iremos esta noche —

— Se que eres mi asistente, pero antes de aceptar alguna cosa deberías avisarme primero — Acomodó sus lentes — Con quién dejaré a esos gatos — froto su sien.

— Ya me encargué de todo, no te preocupes Spears —

— Eso espero, iré a mi casa para empacar — agarró su portafolio y salió de la oficina.

— Iré por usted a las 10pm, lo llamaré una hora antes — Dijo mientras agitaba su mano despidiéndose.

William al cabo de unas horas llegó a su hogar, fue directo a su habitación ignorando la presencia de sus dos gatos, que pedían comida, no era el mejor dueño, pero de algo le ayudaba tener a aquellos animales en su casa.
Empacó su maleta con todo lo necesario en 40 minutos, luego les dio una buena porción de comida a sus mascotas que alegremente comieron todo lo ofrecido.

Sacó una botella de vino y bebió un poco de esta, mirando por una ventana, cada día se sentía más viejo, hace unos meses cumplió 36 años y su vida seguía igual, aún mantenía su popularidad, pero no traía nada nuevo o que impactara a la audiencia, su inspiración estaba en un nivel bajo, hacía diseños simples o muy básicos según los adolescentes en internet, no le importaban las criticas de mocosos, con tal de vender algo era suficiente.

Ya había llegado la hora, Alan y el estaban en un taxi directo al aeropuerto, sería el viaje más largo en avión que tendrían.
Pasadas quien sabe cuántas horas, porfin aterrizaron en Japón, ambos salieron a esperar el autobús junto a los demás modelos y diseñadores que aceptaron ir al evento, ahí lo vio, ese único caminar, la cabellera carmesí que se movía con tanta elegancia con cada paso que daba, sus brillantes ojos seguían igual de encantadores que hace siete años, se veía increíble y no había cambiado en lo absoluto.

Desde hace años no se quedaba embobado con alguien, pero Grell movia su mundo cada que aparecía, incluso sin si quiera el estar presente, fue sacado de sus pensamientos por Alan, que lo sacudía preocupado.

— ¡William despierta! — Subio un poco el tono de su voz.

— Eh.. Si, aquí estoy — parpadeo algunas veces y suspiró.

— Te quedaste como un idiota mirando a Grell, se que no se han visto en años, pero parecías un acosador — Puso ambas manos en sus caderas.

Aquel acto llamó la atención del tan famoso acompañante de Grell, que también se perdió en los no a propósitos "sensuales" movimientos de Alan, nunca había visto a otro hombre igual de atractivo que Grell.

— ¡Eric! ¡¿Acaso no me escuchas?! — Le pegó un zape que resonó por todo el lugar.

— No debías haber eso — suspiró y froto su sien — Me distraje con algo — sonrío, aún mirando al castaño, que aún no sabía de su existencia.

— Eres un maldito enfermo — hizo una mueca de disgusto.

En ese momento llegó el autobús y cada persona entró al vehículo.

🌹🌹🌹

Oli :> jsjssj

Meteré un poquito de EricxAlan porque los amo u///u

Últimamente noc que podría contarles xd eeeh vivan las patas okno
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-SaikoSensei_

La Vie Rose -Grelliam- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora