- Advertencia : Leve mención de violación y homofobia. Temática Omegaverse (YoonJin week, resubida).
Cuando YoonGi decidió que ir a un banco de esperma para ir al médico a realizarse una inseminación artificial sería la mejor idea no se imaginaba todo lo que eso iba a traerle a consecuencia.
Él sólo quería disfrutar de un pequeño cachorrito sin la necesidad de verse atado a un alfa, claro, que estaba consciente que la sociedad lo destrozaría con críticas por ser un padre soltero, si lo ve por el lado bueno, ningún alfa se le acercaría así.
JungKook, era el nombre que había decidido ponerle a su pequeño lobito. Siempre recordaba todo el proceso de su embarazo, con antojos nocturnos que hacía que sus amigos salieran corriendo por todas las tiendas que abrieran las veinticuatro horas del día. Cambios de humor en los que podía pasar de ser un adorable y suave omega, buscando mimos de los alfas tontos que iban a visitarlo para cuidar de él y en otros instantes tenía dos opciones, o se soltaba a llorar por lo patético que se sentía ya que las críticas con las que debe lidiar cada día al fin lograban ponerle triste o se enojaba, insultando a los alfas de todas las formas que fueran posibles para un embarazado omega.
HoSeok y Jeno habían sido unas personas maravillosas, nunca lo dejaron solo en esos momentos difíciles. Sus mejores amigos eran dos alfas que siempre estaban sonrientes, eso había hecho que YoonGi lograra confiar en ellos, amables y bien educados, demasiado distintos a todos los arrogantes y prepotentes alfas con los que se había topado.
Por otro lado, estaban sus omegas favoritos, las parejas de aquellos alfas. Shuhua, siempre se pasaba por su casa con deliciosos postres hechos por ella y HoSeok, el aroma de su mejor amiga lo lograba calmar cuando algunos dolores se hacían presentes, al pequeño JungKook le encantaba patear el vientre de su padre.
Y JaeMin, era el menor entre todos ellos, buscando como alegrar al pálido, adelantándose a comprar cualquier cosa para bebé que a JungKook le pudiese gustar.
El día del nacimiento fue el más gracioso, los chicos habían comprado un enorme libro de fotografías para recordar siempre cada etapa de su vida. Su familia se había alejado de él desde hace un gran tiempo, se sentía sólo pero ahora después de un par de meses de espera y un gran dolor a la hora del parto, sabe que será muy feliz al ver a un lindo cachorrito en sus brazos. No necesita ningún otro tipo de amor, porque la conexión entre hijo y padre siempre será mil veces mejor. HoSeok, quien fue al que le dio pase de entrar durante el parto se gastó un rollo de fotografía capturandolos cada segundo. En aquél entonces, había jurado que destruiría esas fotos, su aspecto no era muy bonito, aún así ahora terminaron formando parte del álbum de JungKookie.
Con el paso de los años cada miembro de su familia se encargó de educar al pequeño cachorro, todos apostaban a que sería un hermoso omega dado a que siempre lograba cautivar a todos con su belleza y ternura, YoonGi por su parte estaba seguro de que sería un alfa especial. Él se encargaría de darle la mejor educación para que se convirtiera en uno muy bueno.
Actualmente se encontraban en su fiesta de cumpleaños, niños corriendo de un lado a otro y disfrutando de la variedad de juegos que habían logrado rentar después de años de ahorro. La mesa de regalos estaba sorprendentemente llena, el omega mayor se sintió un poco celoso de su hijo, él nunca había logrado tener tantas amistades y los adultos solían decir que era feo.
- Oppa, ¿Se encuentra bien? - La omega de cabellos ondulados, acercó una servilleta con dibujos de algún personaje infantil plasmados en ella, a su rostro, secando las lágrimas silenciosas que recorrían y empapaban su blanquecino rostro.
