Capítulo 1

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Fue un día de clases común, pero me alegró que no dejaran tarea, se sentía casi como un milagro, de todos modos debía avanzar a unos proyectos que se entregaban en varios días.

Llegué a mi departamento cerca de las dos de la tarde, aproveché este día para buscar viviendas que ofrezcan alojamiento a un precio decente, y para mí sorpresa, encontré varias, las cuales fuí descartando hasta quedarme con tres. En los anuncios de internet tenían adjunto un número, la dirección y una foto del lugar. La primera era una pequeña casa ubicada en un muy buen lugar del centro de la ciudad, por lo que el precio era bastante elevado; la segunda era, en apariencia, mi favorita, era un departamento muy espacioso, tendría dos compañeros y no estaba tan lejos de la universidad; la última casa no me convencía mucho, pero la ubicación era casi perfecta para mis necesidades, así que no pude descartarla, además de que el precio también estaba muy bien.
Después de realizar las tres llamadas me sentí muy bien, por fin tendría un lugar digno para vivir. Había hecho cita para visitar los tres lugares mañana, ahí me darían más detalles al respecto de cómo se manejan las cosas y ya escogería el que mejor me pareciera.

Satisfecho conmigo mismo, decidí relajarme un rato en el sillón para después continuar con mis tareas, hasta que un ruido extraño en conjunto con unas vibraciones, me sorprendieron.
"Idiota, sólo es tu teléfono sonando" me dije internamente y continué relajándome. "Espera, ¡MI TELÉFONO ESTÁ SONANDO!" Dije al darme cuenta de que nunca me llaman por teléfono, entonces debía ser algo importante, así que inmediatamente lo tomé y contesté la llamada de un número desconocido.

-Hum, ¿Hola? -dije sintiéndome idiota por dentro, no me gusta atender llamadas telefónicas.

-Buenas tardes, señor Iero, espero no importunar, pero le tengo buenas noticias. Soy el gerente del bar Basement y le informo que ha sido escogido para el período de prueba antes de la contratación definitiva. -habló amablemente el hombre con el que tuve la entrevista ayer.

-Muchas gracias, sí que es una buena noticia. ¿Cuándo inicia el período de prueba? -dije tratando de contener la emoción. No esperaba que me llamaran tan pronto.

-Dará inicio el sábado y tendrá duración de una semana, en la cual se le pagará lo ya acordado anteriormente. El pago de realizará al final de la semana y también se le informará si ha pasado la prueba. -me informó el gerente con una voz profesional, pero a la vez cálida. No podía dejar de sorprenderme de lo eficiente que era.

Continuamos hablando por unos momentos más, aclarando dudas, hasta que me despedí cortésmente.
El gerente fue muy amable en todo momento, sentía cierta gratitud respecto a él. Pensándolo bien, también era atractivo, pero no me debía sentir de ese modo, tenía que mostrarme profesional.

Eliminando esos pensamientos de mi mente, decidí que lo mejor era enfocarme en mis proyectos. Y así lo hice por alrededor de cuatro horas, hasta que me sorprendió por segunda vez en el día el sonido que produce mi celular, pero esta vez siendo un mensaje, el cual revisé debido a que ya estaba aburrido de proyectos.

Era un mensaje de texto de mi madre. Tenía varios meses sin saber de ella; decía que cuando quisiera, podía ir a visitarla y que me quería mucho.

Sabía que eso no era verdad, probablemente lo hacía de protocolo o para no sentirse tan mal de prácticamente haberme corrido de su casa después de haberse casado por tercera vez. Poco después de regresar de su luna de miel, su nuevo esposo comenzó a insultarme e incluso me golpeó en más de una ocasión. Yo solamente lo soportaba por mi madre, quería que fuera feliz, ya que él si la trataba bien a ella. Un día tuvimos una pelea y mi madre me corrió de su casa, afortunadamente me pude quedar con un amigo por unos días hasta que conseguí este departamento, en el cual ya llevo más de un año viviendo.

Dejé de pensar en el pasado, y continué con los proyectos. En dos días empezaría mi prueba en el bar, así que debía hacer lo posible por tener más tiempo libre y esforzarme en el trabajo.

Horas después, una ola de cansancio me invadió a pesar de ya haber terminado cuatro tazas de café. Observé mi reloj y comprendí el porqué de mi cansancio, faltaban 15 minutos para que fueran las cinco de la mañana. Mierda, me iba a levantar a las siete.
Afortunadamente, ya había terminado los proyectos, así que sólo guardé lo que necesitaba para las clases, me quité los tenis y el pantalón, me cepillé los dientes y me acosté a dormir.

Que bien se sintió por fin acostarse después de tanto trabajo. Dejé salir un suspiro de satisfacción, y cuando menos lo esperé, ya estaba completamente dormido.

Mañana será un gran día, lo puedo sentir.

The House Of WolvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora