Capítulo 18

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Abrió los ojos asustado, reconoció el techo de su habitación y un pequeño dolor de cabeza dio inicio, como había llegado? Jimin estuvo con él? O lo había imaginado?. Lentamente giró su cuerpo y se sobresaltó al verlo durmiendo tranquilamente en su diván blanco

- Maldita Sea!...- Pensó en silencio, todo había sido real, Jimin estaba ahí, durmiendo como un ángel, parecía esos príncipes que salían en los cuentos de hadas que su madre le contaba de niño.

Se levantó de la cama con lentitud y se acercó al rubio lentamente, era una visión maravillosa verlo dormir, habían dormido "juntos", él había pasado la noche en su habitación, desde ese momento aquel Diván era un lugar sagrado y no dejaría que nadie en la tierra se sentara en ese lugar nuevamente. Después de contemplarlo algunos minutos se percató que el rubio había pasado la noche incómodo y sin nada con que taparse, no pudo evitar recriminarse. Él lo había rescatado de ese callejón, lo había montado en un taxi, se había expuesto ante el portero al subirlo hasta su casa y se había quedado a su lado toda la noche, todo esto, después de su inseguridad, su lentitud, de las palabras de Bam Bam...Jimin definitivamente era un ángel y podría perdonarle todo una y otra vez.

Con mucho cuidado y rogando que no despertara, Jungkook lo tomó entre sus brazos, era tan ligero como una pluma, suave y delicado como una rosa, lo llevó a su cama y lo recostó ahí con suavidad como si se tratara de un cristal, lo arropó y el rubio se acomodó de lado con un rostro suave y tranquilo, el pelinegro no pudo evitarlo y se acercó suavemente para darle un beso delicado en los labios, esos que siempre lo llamaban a pecar

¡Tal y como los imaginé suaves y deliciosamente esponjosos!

El joven magnate se dirigió al baño de la habitación contigua y tomó una ducha con agua helada, poco a poco las imágenes de la noche anterior iban llegando a su mente...-Mierda que vergüenza...- Pensó al recordar que le había pedido besarlo, que lo había abrazado en varias oportunidades como un loco, que lo había tomado y de un jalón lo había puesto en la vergonzosa situación de echarlo sobre su cuerpo, que le había dicho mil y unas tonterías como un patético ebrio, que si eran ciertas, Jimin era el ser más hermoso, le encantaba su olor, hubiese dado su vida porque Bam Bam nunca le hubiese hecho daño, pero no habría querido decirle todas esas cosas estando ebrio.

Salió del baño y se vistió con las prendas que había llevado con él, bajo a su cocina y encontró a Bernard, su chef personal, haciendo el desayuno y preparando café

- Buenos Días Señor...- Saludó el hombre

- Buenos días Bernard, podrías preparar el desayuno para una persona más? Pancakes si es posible? ...- Dijo con el presentimiento que a Jimin le gustaban

- Claro señor

- Señor buenos Días...- Saludo Dara, la mujer encargada de la limpieza del apartamento

- Buenos días, podrías servirme café por favor Dara? y podrías darme un analgésico también, me duele la cabeza , estaré en mi habitación...

- Si señor...- Dijo la mujer de servicio

Jungkook tomó su teléfono y llamó a Peter para que este le informara algo de lo ocurrido la noche anterior, el chófer le confirmó que su auto ya descansaba en la seguridad de la cochera de su apartamento sin ningún inconveniente y que el joven Park lo había contactado. El pelinegro agradeció al hombre por su servicio y por su discreción. Terminó su llamada y entró a su habitación con cautela, Jimin seguía profundamente dormido, tomó asiento en el Diván blanco y se quedó observándolo

- Señor su café!...- Irrumpió la voz de Dara pero rápidamente calló al ver que su patrón la silenciaba con su dedo sobre sus labios y al notar la presencia de un joven dormido

EL PRACTICANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora