Aquella madrugada Jiyong se había levantado para poder llevar a cabo todas las tareas de su casa. Su padre era tan estricto que al mínimo error recibía un castigo ejemplar para que sus hermanos no siguieran los mismos pasos suyos. Cómo no lo harían si les encantaba ver como Jiyong hacia las cosas a su manera todo el tiempo y siendo secundado por su linda madre.
Hasta ahora llevaba muchos años siendo un simple empleado para los ancianos del pueblo y lo odiaba, sus estúpidas reglas eran tan anticuadas que hasta un infante se daría cuenta que todo ese planeta necesitaba un cambio urgente de reglas porque los tiempos iban cambiando a una velocidad aterradora.
—No lo entiendo Mamá. ¿Por qué debo ir?—
—Tu padre está decidido a que algún día te aceptaran—
—Esos idiotas ni siquiera saben que sucede allá afuera como van a liderar este planeta—
—Entonces talvez deberías trabajar fuerte y dirigirlo tú— Jiyong sintió como si todas las estrellas brillaran alrededor de su madre
—¿E-E-En serio piensas eso de mí?—
—Claro hijo mío. Eres inteligente, aprendes cosas que ni tu padre ni yo podríamos enseñarte, cuidas de tus hermanos y aunque eres un poco rebelde buscas el bien para los demás— acarició su cabello rosa con tanta delicadeza que Jiyong estuvo a punto de caer dormido
—T-Te Amo mamá— miró hacia el piso avergonzado
—Hey... eso deberías guardarlo para alguien más— retorcía sus mechones suavemente
—¿Alguien? ¿Quién?—
—No lo sé. Es la única pregunta que no puedo responderte hijo porque solo tu sabrás la respuesta cuando llegue el momento—
—Qué raro. No quiero—
—Ya lo verás y te arrepentirás—
—Es que...—
—Tu padre y yo talvez no seamos los más expresivos, pero cuando estamos solos...—
—Ahhhhhhhhhh no quiero saber— Jiyong la interrumpió tapando sus oídos
—No seas maleducado Jiyong— golpeó su cabeza —Lo que quería decirte era que cuando estamos solos tu padre habla mucho de ti y de cómo espera que seas alguien más importante que él— los ojos de Jiyong se abrieron —Él está muy orgulloso de quién eres Ji y no quiere que lo estropees como lo hizo él cuando era joven—
—¿D-Dice eso de mí? No puedo creerlo... es... wow—
—Ahora entiendes... además es muy cariñoso conmigo y cuando apagamos las luces...—
—Bastaaaaaa, eres terrible, ¿lo sabias?— tomó sus zapatos
—Jajaja que tengas un buen día y ten cuidado afuera—
Jiyong corrió con una enorme sonrisa en el rostro, estaba seguro que su padre lo odiaba, pero ahora nada podría alejar esa gran felicidad que lo recorría entero mientras el viento frío acariciaba su rostro. ¿Acaso todo era una mentira hasta ahora?, la idea de su padre siendo cariñoso era tan rara y mucho menos sintiéndose orgulloso de lo que había logrado con tan solo ser un empleado o más bien un mandadero para lo que ellos no querían hacer.
—Jiyong deja de perder el tiempo y ve al fondo. Los ancianos te esperan—
Su nombre era el más solicitado apenas entraba al lugar donde se situaba la tienda de los ancianos o las tiendas de los demás cargos. Estaba cansado, pero seguía ahí con el fin de ascender, pero lo veía tan lejano porque las mentes obtusas de esos ancianos solo hacían que sus ideas fueran desechadas antes de abriera la boca para poder proponer algo y eso le ponía de todos colores.
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ZUGRAT
Cerita PendekLa vida en otros planetas y universos estaba más que confirmada. Los grandes descubrimientos aparecían día con día, aunque las demás razas tenían tecnología y poderes fuera del entendimiento natural al lado de miles de secretos que estaban por revel...