Pequeña bailarina - Princesa encantadora [TERMINADA]

Joyas Parte 1

Intente huir del palacio pero no espere que Claude  mandara a los soldados a perseguirme, rápidamente me tape los ojos con el flequillo y intente soltarme de sus agarres para que no ser atrapada.

No pude, y fui arrastrada hacía la fiesta. - Su majestad, la atrapamos intentando fugarse del palacio.

Y todo se lleno de susurros, mire sigilosamente a los invitados y entre todos pude ver a Ijekiel junto con su padre. - ¿Por qué intentaste huir Anthy? - La voz de Zenit esta rota. - no éramos amigas.

- Lo siento princesa Jennette, tuve una emergencia personal.

- Si se va a disculpar, hágalo adecuadamente y mire a la princesa Jennette. - El soldado Felix, me hablo con tanto odio que no sabía qué sentir.

- No lo puedo hacer.

- ¿Por qué no? Acaso no respeta a la princesa heredera. - Claude me miro con odio pero aun así no podía, porque cuando me vea los ojos me matara.

- Soldados, hacer que me mire. - Después de eso los soldados me tiraron al suelo y me obligarnos a verle, su agarre era muy fuerte pero no lo pude sentir al ver el rostro sorprendido de Claude y Zenit. - Con que tu eres la maldita princesa secuestrada, que divertido, te tenía tan cerca de mí y no lo note. - Se empezó a reír. - Bueno será mejor acabar con esto... ¡Guardias! Llévenla al calabazo, mañana por la mañana la matare con gusto.

¿Este es mi fin?, ¿Así moriré? - ¡Vamos! - Me empezaron a arrastrar, pero no dejare esto así, este no es mi fin, no estuve todos estos años planeando mi vida para acabar así, no pienso morir otra vez joven y por supuesto no a manos de ese tirano.

- ¡No! - Sentí como todo mi mana se recuperaba. - ¡No, moriré! - Una energía eléctrica empezó a salir de mi cuerpo, pude ver cómo los soldados tenían quemadas las manos. - Yo no soy tuya, y no seguiré tu "plan de padre" - Me acerque a él mientras mis rayos pasaban a fuego. - ¡YO NO DEJARE QUE ME MATÉ UNA ESCORIA COMO TÚ! - Claude dio un paso atrás mientras que zenit me miraba aterrada. - Te advertiré de algo, yo no moriré... pero puede que tú sí.

- Alto. - Grito el soldado intentando noquearme.

Pero con mi magia lo tire hacía las ventanas dejándole inconsciente. - Inútil. - Volví a mirar a Claude. - Mira bien, y quédate con mi cara quédate con la cara de tú HIJA, la hija de la mujer que más has amado en tú vida.

- ¡No la nombre!