Rompecabezas [taejin]

Capítulo 10

El ambiente de la cafetería era agradable igualmente que las veces pasadas que habían estado en ese lugar, a pesar que el motivo por el cual habían llegado a este no era de los mejores, ambos pensaban que se había vuelto su espacio favorito y más si era en la compañía del otro. Tomaron asiento en el interior del local para esperar a Namjoon. Fue toda una sorpresa cuando lo vieron llegar vestido con el uniforme de trabajo.

Seokjin en su interior estaba sorprendido que no lo despidieran del trabajo luego de la discusión que había tenido allí mismo el día anterior, seguro que Namjoon era un excelente trabajador.

―Buenas tardes, bienvenidos a Dark & Wild ―Dijo Namjoon acercándose a la mesa donde se encontraba Taehyung junto a Seokjin―. ¿Desean servirse algo?

Taehyung y Seokjin se miraron el uno al otro y luego miraron a Namjoon sin entender nada.

―Actúen como clientes ―Susurró el mesero―. Estoy en horario laboral ¿Un café cargado señor?

―Una chocolatada para mí ―Respondió Seokjin.

―Muy bien, chocolatada para el señor ―dijo Namjoon mientras anotaba en su libreta, lo inusual fue que arrancó la hoja y se la entregó a Taehyung―. ¿Y para usted señor?

―También una chocolatada ―Respondió Taehyung mirando a Seokjin―. Conozco a alguien que le encanta, seguro ha de ser deliciosa

―Tenemos las mejores chocolatadas, se lo aseguro ―Dijo el mesero guiñando el ojo―. Iré por el pedido

Apenas se retiró Namjoon, estiraron el papel sobre la mesa y leyeron a la par lo que decía en su interior:

"Ruta Verde 1203, Edificio D-2, M.Y. 04062017"

―Es una dirección ―Dijo Seokjin mientras Taehyung no despegaba los ojos del papel―. Vamos, yo pago el taxi

―¿Crees que esté ahí mi hijo?

―Claro, no nos daría una dirección si no fuese así ―Seokjin puso su mano en el hombro de su acompañante―. Vamos

Ambos se pusieron de pie, irían de inmediato a la dirección que les entregó Namjoon, no perderían ni un segundo más.

Salieron de la cafetería e intentaron tomar a todos los taxis que aparecían en la calle, se les hacía complicado ya que era el horario en que las personas solían salir de sus trabajos.

Apenas lograron detener uno, subieron y le dieron la dirección al chofer »Necesitamos llegar lo antes posible« le habría indicado Seokjin.

Una vez más se encontraban esperanzados, pero esta vez era una pista más certera, más tangible, más real.

―Ni siquiera he traído el regalo que le compré a Haneul ―Dijo Taehyung.

―Un niño que ha estado días sin ver a su padre lo que menos le va a importar es algo material ―Respondió Seokjin―. Estará feliz solo por verte

Al terminar la frase, Seokjin tomó la mano de Taehyung y dejo un suave beso en el dorso de aquella y luego acarició con su pulgar el lugar exacto donde lo había besado.

Taehyung no supo cómo reaccionar, se dejó llevar, se sentía bien las caricias del otro. Miró a Seokjin y le regaló una cálida sonrisa.

Entonces Taehyung pensó que desde su adolescencia no se sentía cuidado, desde que tenía contacto con sus padres. En su adultez solo se dedicó a cuidar de Haneul, pero no recordaba que se sentía que cuidaran de él.

Seokjin estaba cuidando de él, se sentía magnifico, se sentía querido, se sentía que era importante para otra persona.

―Aquí es ―dijo el conductor del taxi.

―¿Llegamos? ―Preguntó Taehyung.

―Sí, Tae, llegamos ―Respondió Seokjin.

Pagaron la tarifa del taxi y bajaron de este, ahora se encontraban a las afueras de un moderno edificio que dejaba notar que había sido construido hace poco tiempo.

Entraron sin pensarlo y buscaron el número exacto de departamento que estaban buscando, fue una tarea poco dificultosa.

―Allí es ―Dijo Seokjin apuntando una de las puertas.

―Yo iré ―Respondió Taehyung―. Ya te he comprometido demasiado en esto, me puedes esperar aquí

―Iré contigo

―Si allí está mi hijo, quiero enfrentarlo yo, has hecho bastante por mi Jin ―Se sinceró.

―De acuerdo, estaré esperándote afuera ―sin pensarlo más abrazó a Taehyung y le habló al oído―. Eres muy valiente, me gustó mucho ser tu compañía estos días ―besó su mejilla y se separó de él―. Estaré atento por cualquier cosa

―Gracias Jin ―Sonrió por última vez y se dirigió a su destino.

...

Seokjin se encontraba la salida del edificio con la espalda apoyada en la gran muralla de la entrada de este, tenía juntas las palmas de las manos y hacía leves movimientos de aquellas para entrar en calor, las tardes ya se había vuelto bastante heladas.

Estaba pendiente de tener sus cinco sentidos alertas por si se presentaba una emergencia y debía acudir al lugar donde se encontraba Taehyung.

―Hola, disculpa ¿me puedes decir la hora? ―Dijo un chico acercándose a Seokjin―. He quedado sin batería en el teléfono

―Claro ―Jin tomó su móvil para ver la hora―. Son exactamente las 18:25 de la tarde

―Estoy a tiempo, gracias ―Miró a Seokjin e hizo una leve reverencia antes de entrar al edificio.

―¡Hey! Espera ―dijo Seokjin al hombre―. Conoces a Taehyung ¿cierto?

―¿Disculpa?―Respondió el hombre sin entender.

―Te vi hoy salir de su casa

Era Jungkook.

―¿Vives aquí? ―Preguntó Seokjin.

Jungkook no respondió las preguntas, siguió caminando ignorado completamente a Seokjin quien se encaminó tras él.

Algo no calzaba.

Entonces Seokjin pensó que no era coincidencia que el rostro de Jungkook le pareciera familiar y en ese momento recordó.

...

Las manos le temblaban, su boca estaba seca y le costaba respirar.

Tocar la puerta de aquel departamento se le estaba haciendo todo un trabajo, debía hacerlo.

Tocó tres veces.

Escuchó ruido dentro del inmueble, escuchó pasos acercándose a la puerta, el corazón se le aceleró. Tragó saliva.

―Taehyung ―Dijo con sorpresa la mujer que abrió la puerta.

―Sunhee

―¡Papá! ―Se escuchó el gritó del niño a las espaldas de la mujer―. ¡Por fin vienes!