Capítulo 11

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En los últimos días por el cuerpo de Taehyung habían transitado miles de sentimientos que antes no habían surgido en él, tanto positivos como negativos, desde la angustia hasta el sentirse confortable, pero en este preciso instante lo que sentía se reflejaba en una sola palabra: felicidad.

La felicidad sin duda la podemos visualizar a diario, en pequeños detalles, en otras personas, en una mascota, en una película, en un libro, en unas papas fritas, en todo, en cada parte del mundo existe algo o alguien que nos da nuestra dosis de felicidad. Por lo tanto, vemos la felicidad como algo modesto en nuestras vidas, a veces ni siquiera le tomamos importancia porque es algo que siempre está.

Entonces si siempre está ¿por qué nos empeñamos en encontrar la felicidad?

¿Qué es la felicidad?

Para Taehyung la felicidad se definía en un nombre y era Haneul. Esto no quería decir que otros aspectos de su vida no le trajeran felicidad, sino más bien, que su hijo era el motor de aquel sentimiento en su existencia.

Porque Taehyung era feliz estudiando en la universidad la carrera que tanto anheló, pero era aún más feliz cuando llegaba a su hogar y veía a Haneul sonriendo.

Porque Taehyung era feliz cantando las canciones favoritas de su infancia, pero era más feliz cuando Haneul aprendió a decir sus primeras palabras.

Porque Taehyung era feliz cuando tenía la compañía de Seokjin, pero su felicidad de multiplicó cuando volvió a ver a Haneul.

Las lágrimas que caían de sus ojos lo demostraban, lloraba y sonreía a la vez.

Abrazaba tan fuerte a su hijo que este se quejó de dolor, no le quería hacer daño, claro, solo quería asegurarse de que era real.

―Te amo, te amo mucho hijo ―Repetía el padre una y otra vez―. Nunca más nos volveremos a separar

―Te extrañé mucho papá

Sunhee los observaba apoyada en el marco de la puerta, no pudo evitar las lágrimas. Se sentía culpable, sabía que había hecho las cosas mal, pero su intención no era causar daño.

―Creo que debemos hablar ―Dijo la mujer con un hilo de voz.

Taehyung solo la observó sin quitar los brazos de Haneul.

Ver a su ex novia después de tantos años, ver a quien lo abandonó sin dar explicación, ver a la mujer que se llevó a su hijo sin su autorización, le causaba una extraña sensación en el pecho. No sentía odio, no sentía despecho, no sentía rencor, era algo distinto, tal vez era aborrecimiento o tal vez simplemente dolor, ese dolor que solo ella causó.

No estaba seguro de querer hablar con ella, porque tenía muchas dudas y en resolverlas quizás tardaría horas y horas de charla. Quería explicaciones, comenzando con la pregunta que le remordía el pensamiento desde hace 5 años ¿por qué se fue?

...

Habían llegado al otro extremo del edificio hasta que Jungkook se detuvo en seco y volteó para enfrentarse a Seokjin que lo seguía sin detenerse, era algo incómodo.

―¿Por qué me sigues? ―preguntó con osadía―. ¿Quieres saber si conozco a Tae? Sí conozco a Taehyung. Ya resolví tu duda, adiós

―Te he visto antes ―dijo Seokjin seguro de sus palabras―. No me parece coincidencia que nos encontremos aquí

―No sé de qué hablas, ni siquiera te conozco

―Soy profesor en el Colegio A-32 ―Seokjin de acercó al otro sujeto―. ¿Te suena familiar?

Rompecabezas [taejin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora