El juego de las almas

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Después de la fiesta y los acontecimientos raros todo continuó tranquilo, demasiado diría yo! En fin... Mi fiesta fue y siempre será uno de mis más hermosos recuerdos pero hasta ese momento desconocía lo que estaba por suceder. Él (mi ángel negro) ya no regresó, ya no supe de él y eso me me molestaba mucho, me sentía ignorada, olvidada y eso no le pasa a chicas como yo, no es posible que me deje así como si nada, no lo aceptaría así de fácil, yo tenia que conseguir lo que quería.

Habían pasado 5 días desde mi fiesta y yo seguía admirando y conservando el único recuerdo que tenía de él, aún podía sentir su aroma impregnado en aquella rosa negra que me regaló en mis quince años y lo más increíble es que aún se veía hermosa y perfecta, no se marchitaba, mi rosa no perecia y mantenía ese color tan hipnotizante y un brillo tan especial, cuando la veía era como contemplar el cielo anochecido atiborrado de estrellas, cerraba los ojos y lo veía ahí caminado hacia mí, esa tarde sería diferente, me propuse dejar de lado todo lo que había pasado y divertirme, tomé la rosa de la cajita de cristal donde la tenía guardado y la coloqué en mi bolso, para ser el día 6 necesitaba hacer algo desenfrenado y loco, después de todo ya sé como funciona esto.

Habíamos planeado escaparnos a la casa de un amigo de la escuela, tenía una casa de retiro o algo así, para cuando no querían el bullicio de la gente y el ruido de los carros, estaba un poco alejada de la ciudad, lo cual hacía más emocionante la aventura

Debíamos estar todos en casa de Reik
(el chico guapo de la escuela) como a las 2, era sábado y las clases no serían hasta el lunes, las tareas las dejaríamos para después, ahora solo queríamos diversión!

Bueno, estábamos todos reunidos en la casa de Reik, pero por una extraña razón y afirmo lo dicho porque fue muy extraño, ninguno de los celulares que traíamos tenían señal, nunca había pasado algo así y no era la primera vez que estábamos ahí, al menos no sin supervision de un adulto, desde un principio el plan fue escaparnos sin decir nada por lo que fue fácil saber a dónde ir, los padres de Reik estaban de viaje y no habrían problemas

Lo de los celulares no fue planeado pero de alguna manera nos serviría mucho pues no estaríamos pendientes de las llamadas o mensajes de nuestros padres, en conclusión teníamos la casa sola para los 10 participantes de este juego al que yo nombre <<el juego de las almas>>

Aún era temprano, casi las 3 de la tarde pero extrañamente el cielo empezó a oscurecerse soltando entre las sombras una incesante lluvia, nos veíamos algo sorprendidos, no estábamos en temporada de lluvias y aunque fue algo extraño también fue fantástico, estábamos los 10 contando conmigo entre chicas y chicos
_Camila
_Andrea
_Mikela
_Samanta
_Emy
_Carl
_Daniel
_Will
_Reik y por último yo, Aken

Yo me sentía muy emocionada, ya quería dar inicio al esperado juego y aunque en un primer momento todos también sintieron curiosidad luego el ambiente se empezó a cargar de desánimo y temor, la falta de señal y la torrencial lluvia eran como presagios de los que difícilmente nos podíamos escapar...

Yo no podía permitir que mi plan no se lleve a cabo, como ya esperaba algo así, pues me atreví a llevar unos riquísimos brownies preparados con mi ingrediente especial (marihuana) debo recalcar que solo lo hize para darles un empujoncito, ah! y a eso agreguenle un cóctel de frutas con vodka, que Reik preparó.

En el momento en que todos probaron de las delicias que les habíamos preparado, uno a uno fueron cayendo en un estado de eufória, incluidos Reik y yo, todo era risa y bailes sin sentido, malos chistes que nos sabían a gloria, en fin, la estábamos pasando de lo mejor pero no sé porque por un instante los recuerdos de mi paso por la escuela primaria se cernian sobre mi, mis amigos quemándose ante mis ojos luego de comer de mis brownies, fue como revivir esos momentos pero no debía pensar en ello, después de todo, ahora sería diferente, nadie tiene porque morir, solo necesito algo y ya.

La única razón®                                      #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora