El ki de Vegeta comenzó a elevarse, poco a poco pero progresivamente, mientras caminaba lentamente hacia delante. Cuando llegó hasta donde estaba Bulma,Yamcha pensó que iba a estrangularla, pero el sayayin pasó de largo, continuando su avance. El lobo del desierto instintivamente y casi sin darse cuenta comenzó a caminar hacia atrás.
Bulma observaba la escena como a cámara lenta. observando a Vegeta yendo lentamente hacia Yamcha, y éste yendo hacia atrás, huyendo del enfrentamiento con el sayayin.
La científica no sabía muy bien que es lo que pretendía Vegeta, pero aunque quisiese tampoco podía reaccionar, aquello le había tomado por sorpresa, y no daba más que para sostener a su hijo en sus brazos.
Incluso el pequeño Trunks podía percibir la tensión que había en el ambiente, y no podía apartar sus ojos azules de su padre, aunque no comprendiese lo que estaba pasando.
Finalmente Yamcha chocó contra la pared. El príncipe se detuvo delante de él, sin decir nada, simplemente mirándole con odio extremo.
El lobo del desierto no pudo más con esa situación y finalmente habló:
-¡Haz lo que tengas que hacer pèro hazlo ya!.-
Una pequeña sonrisa ladeada se dibujo en el rostro del sayayin. Por algún motivo Yamcha le caía peor que el resto de guerreros z, y le gustaba el miedo que provocaba en él, porque podía incluso olerlo, casi saborear la sensación de poder que aquel inútil le despertaba. Podría haberlo despedazado, haberlo mutilado, y lo hubiese disfrutado. Pero sabía que a Bulma eso no le haría gracia y supondría una gran discusión con ella. Además era más divertido así.
-¿Y qué es exactamente lo que debería hacer contigo?.-Preguntó Vegeta sin perder la sonrisa.-Si quisiera matarte ya lo hubiera hecho.
Yamcha comprendió que aquel extraterrestre imbécil sólo estaba jugando con él. Le encantaba humillarle delante de Bulma. Cuando Krilin lo había llamado para contarle lo que había pasado Yamcha no había dudado en ir a casa de Bulma, pues imaginaba que Vegeta iba a abandonarla. El problema era que por el momento no había sido así. Decidió que había llegado el momento de marcharse.
-Me voy.-Dijo Yamcha rodeando a Vegeta y alejándose de allí.
Mientras se alejaba el sayayin habló:-Mientras tú estabas aquí con mi mujer yo estaba luchando con una amenaza más fuerte que céll.-
No sabía porqué, pero tenía la necesidad de recalcar que Bulma era su mujer, o al menos pronto lo sería. Cuando escuchó esa palabra un escalofrío recorrió la columna vertebral de la peliazul. Sin embargo la reacción de Yamcha fue asco. Todavía no entendía que había visto su exnovia en un asesino intergaláctico con problemas de narcisismo y autocontrol.
-Me alegro entonces de que ganarán la batalla, ojalá mañana ganemos a céll.-Dijo Yamcha con la mirada baja y malhumor, intentando escapar de esa situación. Si ganaban a céll, Vegeta se enfrentaría a Goku, Goku lo mataría y se acabarían sus problemas, el bebé Trunks no se perdería nada por no conocer a ese sujeto.
-¿Ganemos?Tú no vas a ganar a nadie, yo ganaré a ese insecto.-
-Como tu digas Vegeta.- Dijo Yamcha y salió de la habitación sin mirar atrás y sin despedirse de nadie. Mañana por fin empezaría el torneo de céll. Si esa era la forma de deshacerse de Vegeta, que así fuera.
Los ojos azules de Bulma seguían contemplando la escena casi sin reaccionar, tenía ganas de matar a Vegeta, tenía ganas de darle un bofetón por haberse marchado de esa forma a luchar con un guerrero que no tenía nada que ver con ellos,por haberle hecho tener dudas sobre su regreso, por haberle hecho pasar un mal rato, pero cuando recordaba como había dicho su mujer...
Aquel escalofrío volvía a recorrer su espalda.
Vegeta observó la cara de su humana. Sabía que estaba a punto de estallar en furia, pero continuaba sin decir nada.
Se acercó a ella. Su pequeño hijo continuaba callado, observando muy atentamente lo que pasaba a su alrededor. En realidad a Vegeta le gustaba verla con esa expresión, una expresión de guerrera, de sayayin... lo que sumado a su olor le estaba volviendo loco. Como era costumbre en Vegeta, en vez de hablar actuó. La peliazul iba a gritar su nombre cuando fue callada con un beso. Aquello si que no se lo esperaba, y se relajó del todo.
Pero entonces la puerta se abrió y aparecieron los padres de Bulma con Trunks del futuro.
Vegeta normalmente siempre tenía todo bajo control, y debería haber notado la energía de aquellos humanos y la de su propio hijo, pero había bajado la guardia y no lo había hecho. Con Bulma siempre le pasaban esas cosas, se había relajado y había cedido a sus instintos cuando la había besado. No la había besado sólo para que ella no estallara en furia. Sino que realmente había necesitado hacerlo después de todo lo vivido. Y lo que les quedaba por vivir... vencer a céll no iba a ser fácil pero él lo iba a conseguir.
Las mejillas del guerrero se volvieron de color rojo y se separó rápidamente al escuchar el ruido de la puerta y a la rubia gritona hablar:
-¡Vegeta me alegro de que han vuelto!-
El sayayin miró a los padres de Bulma y a Trunks. Odiaba que lo hubiesen visto en aquella situación, y por un momento pensó en matar a sus suegros. Pero tras meditarlo mejor se marchó volando por la ventana, aunque en realidad no se iba muy lejos, se iba a la cámara de gravedad. Necesitaba entrenar para despejarse.
La peliazul no pudo evitar sonreir a pesar de que segundos antes sólo quería gritar. Aún le ardían los labios tras aquel beso, y es que Vegeta sería muchas cosas, tendría problemas para mostrar sus sentimientos delante de los demás y con palabras, pero era capaz de decirle todo lo que sentía, incluso lo que él no quería decir, con un simple beso.
Trunks del futuro también estaba un poco rojo, era un poco embarazoso ver a sus padres besarse de esa manera. Aunque por otra parte decididió que le contaría eso a su madre cuando volviese, seguro que se alegrara de escuchar ese tipo de cosas. Su madre llevaba llorando a su padre años, y no había vuelto a estar con otro hombre, a pesar de que había tenido pretendientes. Ahora entendía que a pesar de que su madre le dijera que no se hiciera ilusiones con su padre,él quería a su familia a su manera.
Mientras tanto el príncipe no paraba de destrozar robots en su cámara de gravedad. Miles de pensamientos se arremolinaban en su mente. Sabía que mañana era el día que había estado esperando durante mucho tiempo. Era el día que vencería a esa amenaza de céll, y se enfrentaría a kakaroto. Por supuesto también marcaría a Bulma. Tenía sentimientos contradictorios y no paraba de darle vueltas a la cabeza. Sabía bien que cuando se enfrentara a kakaroto era posible que uno de los dos muriera, en concreto que kakaroto muriera. Y también sabía que a toda la bola de estúpidos que iban con Bulma no les iba a gustar eso, y que lo iban a odiar, ya que veneraban a ese sayayin de clase baja. Pero al príncipe no le importaba lo que esos idiotas pensaran, de hecho le daba bastante igual. Pero a Bulma tampoco le gustaría que kakaroto muriese, y eso podía ocasionarle problemas a él. Él quería marcarla, tenía claro que quería que ella fuese su compañera, su mujer, como decían los humanos. Y por algún extraño motivo a Vegeta si que le importaba lo que Bulma pensara de él.
Comenzó a dolerle la cabeza de darle vueltas a todo, y comenzó a intensificar sus ataques contra los robots. No quería pensar en nada que no fuese su entrenamiento, pero por algún motivo, le era muy dificil.
Hola de nuevo,les traigo actualización del día de hoy espero y sea de su agrado.
Les prometo doble actualización para mañana , gracias por el apoyo y los comentarios nos leemos mañana ♥️♥️💜
ESTÁS LEYENDO
NUNCA TE ABANDONARÉ .(always love You)
Fanfictionnarración de la relación entre Bulma y Vegeta durante la saga de los androides y cell . continuación de Siempre a tu lado