contradicciones

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Todavía no estaba muy seguro de porqué había vuelto a la habitación. No sabía bien cómo lo hacía esa mujer pero siempre acababa volviendo a ella. Allí estaba ella, durmiendo con todo el pelo revuelto y con la boca abierta, y aún así la deseaba, la veía como lo mejor del universo, y es que aunque el príncipe no lo reconociese, era lo mejor que había tenido nunca, y eso que había recorrido la galaxia entera.

Se acercó a ella en la penumbra. No podía evitarlo, sentía una atracción que lo empujaba hacia aquella mujer, una atracción que no sólo era física, era algo más. Vegeta lo asociaba a que su cuerpo sentía la necesidad de marcarla. Finalmente se acercó hacia el borde de la cama, y casi como si fuera un movimiento automático comenzó a acariciar su mejilla con su pulgar. Le gustaba la suavidad que desprendía, lo inocente que parecía durmiendo y lo agresiva que era cuando quería.

No pudo evitar pensar si su homólogo del futuro se habría despedido de ella antes de enfrentarse a los androides. Y recordó que justo antes de enfrentarse por primera vez a los androides había discutido con Bulma en la cocina,llegando a decirle que si les ocurría algo a ella o Trunks no iba a mover un dedo por salvarlos, cosa que finalmente ocurrió. No pudo evitar sentir una punzada en el estómago al recordar aquello, y la rabia que sintió en aquel momento. Probablemente su homólogo del futuro hizo como él, dando por segura la victoria, no consideraría necesarias despedidas.

Pero él no era el Vegeta del futuro, el que había muerto a manos esas dos chatarras.Él era otro Vegeta, uno que había entrenado hasta la extenuación,que había podido vencer a aquellos dos androides e incluso a céll antes de dejarle absorverlos. Él había entrenado en la habitación del tiempo, e iba a vencer a ese mostruo. Estaba preparado.

La peliazul seguía durmiendo ajena al remolino de pensamientos que poblaban la mente del sayayin. Éste dejó de acariciarle la mejilla, con suavidad le apartó el pelo de la oreja, y sabiendo que estaba dormida y que ni una bomba nuclear la despertaría le dijo:-No te preocupes, pienso volver.- Y casi automáticamente, como un reflejo, la besó tiernamente en la mejilla. Incluso él mismo se sorprendió ante aquel acto. Menos mal que Bulma estaba dormida.

Vegeta salió y emprendió el vuelo. Necesitaba la sangre de la batalla, tanto pasar tiempo con aquella humana le estaba ablandando.

Cuando Bulma despertó, antes siquiera de abrir los ojos tocó con la mano el lado donde dormía Vegeta. Pero allí no había nadie. Abrió sus ojos azules, finalmente se había marchado. Pero a pesar de la decepción de que el guerrero se hubiese ido sin despedirse, se había despertado con una calma y una paz que hacía tiempo no sentía. Lo achacó al sueño que había tenido, en el que Vegeta le decía al oido que no se preocupase porque iba a volver, y acto seguido la había besado. ¿O no había sido un sueño? Por supuesto que tenía que ser un sueño, Vegeta no hubiese hecho eso.

Fué con el bebé Trunks a la cocina para desayunar, y buscó al Trunks del futuro, pero para su decepción también se había marchado ya, y también sin despedirse. -Estos sayayins.- No pudo evitar decir en voz alta.

Vegeta estaba sentado al lado de un lago. Veía el agua cristalina. Ese lugar en las montañas había sido uno de los escenarios de sus entrenamientos, pero no sólo eso. También había sido escenario de su pasión desbordada con Bulma. No pudo evitar sonreir al recordar como Bulma había llegado allí con su nave, y como habían hecho el amor dentro del agua. Sin darse cuenta sonrió, si se hubiera molestado en ver su reflejo en el agua, habría visto la cara de idiota que tenía en ese momento. Su momento de paz se vió interrumpido por su hijo del futuro, que llegó hacia dónde él estaba y se sentó sin decir nada. Ambos miraban el agua sin decir nada. Vegeta se sentía cómodo en ese momento, ni siquiera se había molestado en ocultar su ki. Trunks era una de las pocas personas con las que se sentía cómodo, precisamente porque los silencios no eran incómodos, no hacía falta decir nada.

Los humanos, y muchas criaturas en el universo tenían la necesidad de estar hablando todo el rato, aunque fuesen tonterías, pero con Bulma y Trunks no necesitaba eso. Aunque la peliazul era lo más hablador y social que había visto nunca, con él no tenía esa necesidad, y eso le gustaba, le hacía sentir bien.

Tras unos minutos de paz Trunks habló:-Voy a ir ya al palacio de Dende.- El joven no quería presionar a Vegeta, pero en realidad había ido a buscarlo con la esperanza de que fuese con él. Aunque su padre fuera de luchar solo, eran un equipo. Y tambié, no quería que Vegeta hiciera alguna tontería como irse antes para enfrentarse con céll.

El pelilila se levantó sin decir nada, y para su alegría sintió como su padre se levantaba también ,y sin decir una palabra emprendía el vuelo con él. Cuando llegaron al palacio de Dende estaban allí Pikoro, Krilin y el pequeño Gohan.

El hijo de Goku les recibió con una sonrisa. No así Krilin y Pikoro, que no les gustó ver allí a Vegeta pues seguían sin fiarse de él. El namek observó a Vegeta. Por mucho que necesitasen de su poder para vencer a Céll Pikoro no estaba nada convencido. Aún venciendo a ese monstruo el problema de Vegeta seguía estando allí. Con su inestabilidad y narcisismo no se fiaba de lo que hiciese después de la batalla.

Vegeta notó la tensión en el ambiente. El hijo de kakaroto era tan imbécil como su padre, y les recibió de forma amistosa. No como el namek y el enano amigo de kakaroto. Podía notar como lo analizaban con la mirada, y el desprecio que emitían sus miradas. Al príncipe le gustaba sentirse temido, pero en este caso no le gustaban esas miradas, porque no sólo eran de temor sino de desprecio. Si no fuese por Bulma, ya los habría reducido a cenizas.

-¿Se puede saber que miras?.- Dijo de malas maneras Vegeta al namek, que no ocultaba su desprecio.

-Espero que no hagas ninguna tontería Vegeta.-

-¿Tontería como vencer a céll te refieres?.-Dijo el sayayin con arrogancia.

-Goku es el que va a vencer a ese monstruo. Y luego te dará una paliza.-Respondió Krilin.

Aquel comentario hirió a Vegeta más de lo que se hubiese atrevido a reconocer. Se acercó despacio y con seriedad al amigo de Goku. Krilin se arrepintió profundamente de lo que acababa de decir. Ya había muerto. No quería volver a morir, y menos a manos de Vegeta.

Todos los presentes observaban en silencio a Vegeta y Krilin. El sayayin estaba justo enfrente de él. Tiempo atrás lo hubiese matado por tal insolencia. Pero algo en su interior de lo que no estaba muy seguro lo frenó, controló sus nervios y habló todo lo calmado que pudo:-Si tan seguro estás de que ese clase baja va a vencer a céll no se para que has entrenado ni para que estás aqui.- Levantó la cabeza y habló en general.-Si tanta fe tiene en ese insecto de kakaroto no sé que hacen aqui.-

Y dicho esto se marchó volando lleno de rabia.

Trunks bajó la mirada, sabía que su padre tenía un caracter muy difícil, él lo había vivido en sus propias carnes, pero en este caso lo habían provocado. Se sentó en uno de los escalones del templo, y Gohan se sentó a su lado.

-Todo saldrá bien,¿verdad Trunks?.- El joven del futuro no sabía que responderle. Él había hecho esa pregunta en su linea temporal tantas veces a Gohan... y ahora se habían invertido los papeles. No sabía que es lo que iba a pasar, pero tampoco quería desanimar a su amigo.

-Te prometo que voy a hacer todo lo que esté en mis manos para acabar con ese monstruo.-

Hola les dejo actúlizacion de hoy mañana les traeré el siguiente capítulo.
Quiero agradecer a todos por el apoyo a esta historia pues con eso me motivan para seguir escribiendo muchas gracias💜💜

NUNCA TE ABANDONARÉ .(always love You)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora