Sin embargo, no sé si dice algo más.
Ya no lo oigo porque he visto a Lucía y está más guapa que nunca, si cabe. Al igual que yo, lleva la mascarilla obligatoria que le tapa toda la cara, pero sé que está sonriendo. Y no deberíamos hacer esto, pero nos abrazamos. Echaba muchísimo de menos su olor. Creo que nunca había anhelado tanto el contacto con alguien.
Cuando nos separamos, su mirada busca la mía. Sus ojos son alucinantes, los más negros y profundos que he visto nunca, y creo que podría pasarme la vida mirándome en ellos.
Lo que más me gusta de Lucía es lo bien que estamos juntas. Nunca tenemos que organizar un plan, cualquier tontería como ir al Mercadona nos va bien. Y de hecho, lo único que hacemos esta tarde es ir al parque de al lado del mar a hablar sobre lo que hemos hecho estos largos meses. Por supuesto que nos hemos comunicado durante este tiempo, pero no es lo mismo que vernos. Porque, aun con mascarilla y dos metros de distancia, prefiero un millón de veces poder mirarla a los ojos.
Me despido de ella unas pocas horas después. Me siento vacía cuando no estoy con ella, es como si me faltara una parte de mí misma.
Voy pensando en esto mientras me dirijo a la estación pero justo en la entrada, apoyado en la barandilla de las escaleras, está Alec.
No debe estar aquí por mí, seguramente ha quedado con alguien.
Yo qué sé.
Pero en cuanto me ve y viene hacia mí, sé que no es así.
- He venido a recogerte -no sé cómo ni por qué no estoy asustada, cuando creo que cualquiera en mi lugar no sabría ni cómo actuar. Quiero decir, de repente un hombre que me dobla en edad y al que yo no conozco de nada muestra una especie de interés insano en mí, una lesbiana menor de edad adolescente.
- Te dije que iba a volver sola.
- Es tarde y no vas acompañada. No quiero que te pase nada malo.
No dejo de pensar en cómo se me ocurrió ir con él antes. Podría haberme hecho algo malo. Y está claro que ahora no pienso subirme a su coche. Pero aun así, si Alec hubiera querido hacerme daño, ha tenido tiempo de sobra para hacerlo. Además, me ha abierto las puertas de su casa, me ha dado sus llaves.
- ¿Te da miedo ir conmigo en el coche? -odio que siempre parezca saber lo que estoy pensando.
Casi casi prefiero dejarme ir. Ir en coche es muy cómodo, me ahorro la mascarilla, el dinero y me deja al lado de casa. Sí, me da miedo. Y sí, también me parece una falta de respeto y una vergüenza rechazar lo que me ofrece Alec cuando vete a saber si ha estado pendiente de mí durante este tiempo, perdiendo la tarde paseándose por la ciudad.
Me encojo de hombros.
- Bueno, está bien -juraría que algo en su expresión ha variado mínimamente, y parece satisfecho-. Pero solo por esta vez -digo en tono de advertencia.
![](https://img.wattpad.com/cover/227509497-288-k630596.jpg)
ESTÁS LEYENDO
No debería
RomanceAlex es lesbiana, o eso cree ella. Cuando su atractivo vecino empieza a acercarse, las dudas se instalan en su interior, y solo hay una cosa que pueda hacer para librarse de ellas.