33. Salida #4

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Poché pov






- Es el aterrizaje más largo que he tenido - hablé un poquito fastidiada para que mi papá me escuchara

- Lo sé mi amor, puedo decir lo mismo - él se encontraba en mi misma situación

El avión llevaba más de 40 minutos rondando el aeropuerto de Bogotá, había ocurrido un problema en la pista de aterrizaje y aun no tenía la autorización de llegar.
Daniela ya debía estar en el aeropuerto esperándonos hace más de una hora. Luego de lo que pareció ser casi 30 minutos más por fin inició el proceso de aterrizaje y agradecí inmensamente porque ya no aguantaba un segundo más dentro de ese aparato

- Dios, estoy demasiado cansado, tú no? - escuché a mi papá preguntarme mientras esperábamos las maletas, asentí en su dirección

- Me prestas un segundo tu teléfono? El mío no quiere agarrar señal y debo llamar a Dani - tan pronto acabé ya tenía el celular de mi papá frente a mis ojos, lo tomé y marqué el número de Calle esperando que me respondiera

- ¿Hola? - su voz sonó del otro lado de la línea

- Buenas noches, la señorita Daniela? - me alejé un poco de mi papá para poder hablar

- Amor!, y este número de quién es? Estás bien? - su preocupación inmediata me hizo reír

- Todo bien, mi teléfono no tiene señal así que este es el de mi papá, guárdalo. Estamos esperando las maletas, te vemos en unos minutos, ya estás aquí? - susurré viendo como ya nuestras maletas aparecían en el inició de la banda y me acercaba a ellas

-Hace un tiempo, estoy en la salida número 4 - no la dejé terminar lo que iba a decir

- Ya vamos saliendo - hablé y colgué la llamada

Mi papá decidió parar a comprar un café y mi ansiedad no se hacía esperar más, las ganas que tenía de volver abrazar a Dani se reflejaron en mi cara y mi papá se apuró lo más que pudo
Una vez llegamos a la salida 4, comencé a buscarla con mi mirada por todos lados pero no la encontraba, decidí intentar una vez más con mi celular para mandar un mensaje y preguntarle si se había cambiado de lugar, mis dedos quedaron estáticos apenas escuché aquella voz cerca de mi oído

- ¿Busca a alguien señorita Garzón? - dejó un beso en mi mejilla y me hizo girar para poder abrazarme

- Pensé que te habías ido, tonta - sujeté su rostro con mis dos manos y por un instante me perdí en aquellos ojos cafés que tanto anhelaba ver desde hace tiempo, ella cortó la distancia entre las dos y llegó a mis labios, no fue un beso, dejó un pico sobre mis labios y se alejó, sinceramente con solo eso yo ya me sentía en la gloria

Volteé a ver a mi papá que nos miraba a unos metros de distancia con una gran sonrisa en su cara, tan pronto vio que nos alejamos se acercó a nosotras

- Estoy muy feliz de verlas así - estiró sus brazos hacia Daniela y esta se acercó - Me da mucho gusto verte de nuevo Dani - se abrazaron por unos segundos más

- Lo mismo digo Juan Carlos, que alegría que ya estén aquí - habló al separarse

- Bueno, vamos? Estoy muriendo del cansancio - intervine porque era cierto, mis piernas no aguantaban un segundo más

Nos dirigimos al parqueadero en busca del auto que Calle había rentado para ese fin de semana

- No tenías que haber rentado este carro, amor - le dije apenas me subí al asiento del copiloto, esperando que mi papá terminara de acomodar las maletas en la parte de atrás

- Lo vamos a utilizar mucho, créeme - sentí su mirada en mí y giré mi rostro para correspondersela

- ¿Ah sí? - asintió acercando su rostro al mío para dejar sobre mis labios un suave beso y responder de manera afirmativa sobre ellos

El trayecto al hotel de mi papá se basó en conversaciones sobre cualquier cosa que se nos ocurriera, él nos contaba que estaría muy ocupado con su trabajo pero que el domingo podríamos desayunar juntos, así que quedamos en hablar para cuadrar bien

- No se molesten en bajar, yo solo debo acercarme a recepción por la llave de mi habitación. Voy a caer en un coma del sueño que tengo - un botones se acercó a él y le ayudó con sus maletas - Espero que disfruten mucho su tiempo niñas - habló asomado por la ventana de mi lado - Cualquier cosa me pueden llamar, estaré pendiente de ustedes - se acercó al asiento de Calle para despedirse y luego volvió a mi lugar, después de unos minutos se adentró en el hotel

Dani arrancó en total silencio lo cual se me hizo un poco extraño, luego de andar un kilómetro aproximadamente parqueó el auto a un lado de la carretera y se volteó en mi dirección

- Estás preciosa - no me dio tiempo a responder porque sentí el impacto de sus labios sobre los míos, llevé mis manos a su cuello y correspondí con la misma intensidad el beso que me estaba dando en ese momento. Su lengua contorneó mi boca y con el mayor gusto del mundo le otorgué el permiso, la temperatura estaba subiendo dentro de ese auto. Al alejarse se llevó mi lengua entre sus labios y volvió a retomar el beso para reprimir un pequeño jadeo que se me había escapado, finalizó aquello con una pequeña mordida en mi labio inferior

- Wow - fue lo único que pude decir después de semejante momento, sentí su dedo pulgar pasar por mi labio y ella río

- Lo siento, no podía besarte de esta manera con tu papá cerca - acomodó un pequeño mechón de pelo detrás de mi oreja - No sabes lo que te extrañé, todavía creo que podría ser un sueño el que estés aquí - susurró muy bajito mirándome

Esta vez fui yo quien la besó, de manera calmada haciéndole sentir que estaba ahí, y que si fuera por mí me quedaría cerquita suyo el resto de mi vida - Aquí estoy amor, y no me iré a ningún lado - junté nuestras frentes y suspiré al sentir su aroma inundar mis fosas nasales

- Te amo - susurré pasando mi nariz por su mejilla - Más de lo que puedes imaginarlo - sellé nuestros labios de nuevo

Al llegar al edificio en el que se encontraba el apartamento de Germán pude notar que se encontraba en una muy buena zona de la ciudad

- Vaya, qué modesto tu papá - hablé al entrar en el ascensor

- Ya sabes cómo es el - rodó los ojos - Y espera a que veas el interior, te vas a morir - alcé una ceja, para que Dani dijera eso era porque sí debía ser extraordinario ese lugar

- Marica - mis ojos se abrieron más de lo normal - Esto parece la casa de una súper estrella - dije recorriendo cada rincón de ese sitio, tenía tres habitaciones, la principal y dos de huéspedes, una terraza con una vista increíble hacía el resto de la ciudad, cinco baños, dos de ellos con tinas y el principal con un jacuzzi de muerte

- Hay jacuzzi - me acerqué tomando su cintura - Genial, no? - mordí mi labio y la miré

- Sabía que te fijarías en eso - besó mi frente y me abrazó - Podemos estrenarlo - me llevó hasta un sillón y se tiró en este, haciéndome caer sobre su regazo - Pero primero vamos a comer algo - sus manos aterrizaron en mi trasero con sus palmas extendidas

- ¿A qué te refieres con comer algo? - susurré sobre su boca, provocándola

- A comida de sal, niñita - se levantó, entrelazó nuestros dedos y nos dirigió a la cocina, se dirigió a la nevera buscando algo para preparar unos sándwiches, me acerqué y me metí entre ella y la nevera

- No te vas a librar de mí hoy, niñita - dije colocando mi dedo índice en su pecho, corriendo un poco su camisa

- No planeo hacerlo -

Y me besó















- Quizá haya otro capítulo por ahí, nos leemos.





¿Segura? - Calle Y Poché |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora