7. Equivocada

2.9K 124 4
                                    

Poché pov.

Subí las escaleras en busca de Calle para pedirle que me acompañara a recoger el vehículo que había rentado para los siguientes días, al no verla apenas entré a la habitación me dirigí hacia el baño y por inercia giré la manija abriendo un poco la puerta dándome una sorpresa

- Wow Dani, lo siento no debí entrar así - le hablé evitando mirarla

- Solo estoy en toalla boba no es como si nunca me hubieras visto en estas condiciones - salió por mi lado rozándome levemente con su hombro desnudo

Girando para poder saber a dónde se movía le dije - De casualidad me quieres acompañar a recoger el coche? no quiero ir sola - tomé asiento en la pequeña silla ubicada frente a su tocador

- Claro, pero te vas a quedar ahí mirándome mientras me visto o...? - soltó una risita haciendo ver que necesitaba su espacio para alistarse

- Qué idiota soy, te veo abajo en un rato - hablé un poco apenada y bajé para charlar un rato con los chicos y no aburrirme por esperar a que Calle bajara

Después de cuarenta minutos nos encontrábamos en el Uber que nos llevaba hasta el sitio donde podía retirar mi carro, seguir el consejo de Daniela fue la mejor opción aún nos quedaban 3 semanas en Colombia y tener ese vehículo a total disposición era de una gran ayuda. Una vez conseguimos el coche la invité por un helado y duramos unas cuantas horas hablando de cualquier cosa que se cruzara por la mente de alguna de las dos, en los últimos días me he sentido muy conectada con ella, sé que nuestra amistad ha sido así siempre pero en los últimos días he sentido una vibra diferente por parte de ambas, no sé qué tan bueno sea ese pequeño presentimiento

Pasados las 6 de la tarde regresamos a la casa y todo se encontraba en absoluto silencio lo cual se nos hacía un poco peculiar, escuchamos unos ruidos provenientes de la parte trasera del hogar y nos encaminamos hacía allí, visualizamos a todos en la piscina charlando sobre lo ocurrido la última vez que todos estuvimos ahí reunidos

- Miren quienes se dignaron a aparecer - levantó la voz Abi y percibimos que a lo mejor se encontraba bajo los efectos del alcohol

- Lo siento, se nos fue la tarde charlando, ustedes qué hacen? - les habló Daniela haciendo que nuestros amigos empezaran a contarnos que estaban recordando los retos y verdades que salieron a la luz unas noches atrás

- Recordábamos el maravilloso y sensual beso de ustedes dos amigas, porque debo decir que eso fue brutal - Alejo dio uno de sus brillantes apuntes

- Si miran la situación es muy similar a la de hace un tiempo solo falta que ustedes la complementen, ¿qué dicen? - y ahí está Mariana de nuevo proponiendo cosas que su espectacular mente maquina

Observé a Dani y ésta solo los miraba mordiendo su labio inferior reprimiendo una sonrisa al escuchar todas las babosadas que salían de la boca de nuestros amigos

- Yo digo que debemos buscar algo de comer - sentí la mirada de Calle sobre mí lo cual hizo sentirme un poco incómoda pero no de mala manera - A parte yo creo que Dani no lo volvería a hacer, ni aunque estuviera borracha - dije tratando de sonar lo más natural posible

- ¿Eso es lo que crees? - me habló cerca a mi oído debido a que se había acercado para dejar nuestros celulares en la pequeña mesa de madera, asentí a su pregunta fingiendo mirar a Sofía que justo en ese momento saltaba al agua - Estás muy equivocada - fue lo último que escuché antes de sentir sus manos tomar ambos lados de mi cadera y lanzarme con la fuerza necesaria para terminar completamente sumergida en medio de la piscina, al lograr salir pude observar su sonrisa burlona y un leve guiño en mi dirección

Pasadas unas dos horas decidimos que era momento de salir y buscar algo de comer, hablamos un rato sobre lo que hicimos en la tarde ya que cada uno estuvo por su lado y hasta en la noche nos encontramos todos en la casa, en medio de la plática llegamos a la conclusión de que el fin de semana se acercaba y las ganas de salir de rumba estaban muy latentes, concordamos en buscar un lugar que proponga un buen ambiente y parece que Mariana era experta en el tema porque ya tenía algunas opciones, nos citamos al día siguiente para almorzar juntos en Trattoria, un restaurante italiano que quedaba a unas cuantas cuadras de donde nos quedábamos por lo tanto era relativamente cerca, después de lograr la reserva para la 1 p.m. nos despedimos y cada uno se dirigió a su habitación. Sé que las expectativas de la rumba que se nos avecina son demasiado altas y espero con todo mi corazón poder cumplirlas.

¿Segura? - Calle Y Poché |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora