6.

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Ya era el ultimo día de la prueba.

Ya que el equipo de Juuri no sabía a qué se enfrentaría allí adentro, decidieron esperar y recobrar fuerzas. Habían llegado a las cercanías de la torre el tercer día en la noche, debido a que querían cuidar sus dos pergaminos y evitar a los profesionales, se habían visto escapando de ellos y alejandose de peligros potenciales. Para cuando estuvieron a unos cien metros de la torre, descansaron y buscaron comida, decidieron darse el cuarto día de descanso, con la idea de ir el quinto en la mañana, a la torre.

Para protección suya, habían estado dejando trampas a su alrededor, no solo de Shen, sino también unas que Juuri había fabricado accidentalmente. En el segundo día, se habían topado con una flor que desprendía esporas alucinogenas, luego de darle un poco de su chakra, vio que podía manipular la ilusión, aun si no estaba cerca o era consciente de ello, tal parecía que había aumentado el poder de la flor.

En cuanto amaneció el quinto día, se levantaron y en equipo fueron por agua, Juuri les había exhortado a no alejarse, aún cuando tuvieran que ir al baño, se mantenían cerca, era incomodo, pero seguro.

—Bien, busquemos una ruta segura para ir a la torre, ¿Ya ha entrado alguien, Yukito? —le preguntó ella mientras llenaba de agua su cantimplora.

—Un equipo de la aldea de la lluvia, nada más, también he buscado si hay una trampa, pero parece que es seguro y que allí sí acaba la prueba.

—Bien, vamos y...

Un grito la interrumpió, sin pedirselo, Yukito comenzo a buscar la causa del sonido, gracias a su visión, no tardó en encontrarla a doscientos metros de ellos.

—Es un grupo de la arena, están tirados en el piso, ¿Deberíamos de ir?

—¿Ves la causa?

—No.

—Hay que investigar —sugirió Shen.

—Sí, tenemos que ir, recuerden, si debemos de luchar, dejenmelo a mí —les dijo Juuri y comenzaron a caminar hacia los chicos.

En poco tiempo los vieron, tal y como Yukio había dicho, estaban tirados en el suelo, practicamente inconscientes, en medio de los tres, había un pergamino de tierra. Juuri lo tomó, vio que había sido abierto, así que lo cerró de nueva cuenta.

—Así que esto pasaba... Vamonos, no hay nada que podamos hacer por ellos y...

—¡Se acercan! —le informó Yukito, Juuri lo miró mientras sacaba su kunai.

—¿Quién?

—El equipo de Obito, Rin y Kakashi, vienen muy rápido.

—Dejalos, pero estén preparados, puede que...

—¡¿Otra vez ustedes?! —cuestionó Obito, fue el que primero llego, Kakashi y Rin le siguieron.

—¿Ustedes vencieron a los de la arena? —preguntó sorprendida Rin.

—No —contestó Juuri y guardó su kunai—, hicieron trampa en la prueba y pagaron las consecuencias.

—¿Todavía tienen los dos pergaminos? —interrumpió Kakashi, estaba mirando fijamente a Juuri, veía la furia contenida en él.

—¿Por qué lo preguntas? —le cuestionó Shen mientras escudaba a Juuri.

—Aún nos falta un pergamino —respondió Rin.

Juuri recordó el pergamino extra que había encontrado.

—¿Cuál? —preguntó ella.

—El de la tierra —contestó Obito.

La Ninja Lobo de KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora