Capítulo 2 #Niall#

155 25 18
                                    


Capítulo 2

❧Niall☙

La apertura de la guarida del lobo estaba siendo todo un éxito. Nos habíamos pasado, tanto mi hermano como yo, los dos últimos meses montando el mejor club nocturno para criaturas que hubiese existido. Tenía todo lo que podía querer cualquier criatura, había varias salas para adaptarse a las preferencias de cada cual, pero, la base central era el lujo, el alcohol y el juego.

Estaba algo cansado a media noche. Me ponía tenso ver a ciertas razas en el club porque, a pesar de ser claras las normas sobre peleas o disputas, siempre se podía acabar liando cuando juntabas, por ejemplo, hombres lobo y vampiros. Además, nada podía hacerme olvidar que había muchos humanos en la pista.

–Te veo preocupado. –Mael parecía otro desde que se había centrado en el local. Sonreía a mi lado intentando animarme. –Vamos a sacar mucho dinero con este local. –dijo satisfecho mirando, desde la zona acristalada reservada, a la multitud.

Sabía perfectamente que nuestra dedicación nos traería una ocupación altísima, pero una pequeña y triste realidad en mi interior me decía que tampoco teníamos nada más de lo que ocuparnos.

–Han venido. –comenté en alto antes de darme cuenta en cuanto vi a Owen cruzar, junto a su hermano Aldair y su hermana Lesley la puerta del local. Hacía dos años que no los veía y, sinceramente, pensaba que no iban a pasarse pese haberles enviado una invitación. Lesley tenía el pelo más rosa que antes y vestía un mono azul eléctrico que no dejaba que la perdiese de vista. No sabía si me alegraba o no verla, siempre habíamos tenido una especie de pique. No entendía su manera de ser tan activa y decidida pero a la vez tan poco firme. En ocasiones pensaba que estaba loca.

–Veo que os va bien. –Dudé por un instante ante el tono de Owen, pero, una vez que esbozó una sonrisa le di un abrazo. Habíamos luchado juntos durante muchos años. Owen era el jefe de la manada en la que nos habíamos criado y decirle que nos íbamos en busca de nuevas oportunidades no fue fácil. –Es un buen lugar y, si nada se tuerce... –Puso los ojos en vampiros que pasaban cerca en ese momento. –Puede llegar a ser un punto de encuentro entre criaturas. Es un paso más allá del pacto de razas. –Owen era práctico en todo lo que hacía, veía o comentaba y eso era una cosa que agradecía.

– ¿Podemos hablar? –Lesley me sorprendió dirigiéndose directamente a mí. Me dejé llevar a unos cuantos metros sin saber bien qué hacer. –Necesito que me hagas un favor. – ¿No nos veíamos en dos años y venía con un favor que pedirme en la boca? Me recordó inmediatamente por qué me resultaba tan irritante.

–Si es algo de lo que no puede enterarse tu hermano, y es así puesto que has querido decírmelo a solas, sabes que te voy a decir que no. –No tenía por qué ser intensa sabiendo la respuesta que le iba a dar.

–No seas así, Niall. Escúchame por lo menos. –Puso ojitos infantiles que nada casaban con la edad real que tenía. Aunque de aspecto parecía tener veintitrés o veinticuatro, era inmortal hacía unos cien años.

–Dímelo pero desde ya te digo que tendré en cuenta lo que Owen opine. –Sabía que iba a decir alguna idea disparatada. Lo que sí me preguntaba era cómo le había dado tiempo a organizarse alguna película mental si había enviado la invitación hacía sólo un día.

–Necesito que me contrates en tu local. –No podía dar crédito a lo que estaba oyendo. –Quiero independizarme o, por lo menos, salir más del núcleo de la manada. Mi hermano puede llegar a ser agobiante. –Me hizo gracia, inevitablemente, el puchero que hizo.

–Sabes perfectamente que no voy a ponerme en contra a tu hermano sólo por un capricho tuyo, ¿tanto crees que me han cambiado dos simples años? –Sus ojos se volvieron vidriosos y repasé mentalmente lo que había dicho por mi me había pasado.

–Me quiere casar, Niall. – ¿Qué? –Dice que no estoy receptiva a conocer a personas que se aseguren de mi cuidado y correcta posición si a él llega a pasarle algo ¿No ves lo antiguo que es eso? –No pude decir nada porque, simplemente, no me creía que pudiera ser verdad. ¿Quién podía imaginarse a Lesley atada a un hombre, y por lo que decía, a uno poderoso, que quisiese controlarla?

–No te habrá dicho eso, y tú, te lo estarás tomando a la tremenda. –aseguré sin estar convencido de repente de lo que decía.

–Quiero que vea que las cosas han cambiado y que puedo valerme por mí misma, con manada o sin ella. –Era la primera vez que creía estar viendo hablar en serio a Lesley y eso me preocupaba.

–Owen, ¿podemos hablar? –Pensé en ir a la fuente directa de información y asegurarme de que ella exageraba.

–Lesley, deja de poner esa cara. –dijo Owen antes de prestarme atención. –No te obligo a casarte, te convido a que elijas un buen hombre y lo conozcas para formar parte el uno de la vida del otro. –Se giró hacia mí entonces. –Dime, Niall. –Su firmeza en lo que había dicho me hizo reflexionar. Él había encontrado a su media naranja por casualidad pero, lo que estaba claro, era que no entendía la modernización de las relaciones amorosas con el cambio de siglo.

–Necesito a tu hermana aquí un tiempo. –solté sin pensarlo más.

– ¿Qué? –preguntaron Aldair y Owen al mismo tiempo.

– ¿A Lesley? –interrogó Mael que se nos acercaba en ese momento.

–Es algo temporal. –improvisé. –Mael y yo hemos montado el club para todas las razas, pero somos los dos hombres y con muchos años de existencia. Hemos pensado que un retoque joven y femenino podría ser...la guinda del pastel. –Todos me miraron como si me hubiera vuelto loco y no pude más que cuestionarme por qué había hecho eso.

–Vamos Owen, por una semana no va a pasar nada. –dijo Lesley para completar mi discurso.

– ¿Te encargarás personalmente de su seguridad? –Me preguntó Owen preparado para sellar un trato basado en el honor que caracterizaba a un hombre lobo.

–Me comprometo a cuidar, mientras viva bajo mi techo, a Lesley, con mi propia vida si es necesario. Estoy dispuesto a responsabilizarme de cualquier daño que pudiera sufrir. –dije mientras nos dábamos las manos.

Fue cerrar el acuerdo y asaltarme las dudas. No pasó desapercibido para mí como Mael negaba con la cabeza. ¿Y si me había dejado liar innecesariamente justo cuando comenzaba la felicidad de mi nuevo negocio?

EL SENTIMIENTO DEL LOBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora