Día Especial

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Dio otra calada al cigarro que tenía en su mano. No era que fuera muy afecto al cigarro, pero cuando tenía los nervios a flor de piel y la ciudad tenía tanta tranquilidad no tenía muchas formas para relajarse.

Mirio no le decía nada, ya que él se encontraba en la misma situación, solo que él si tenía una forma de relajarse, razón que se encontraba plácidamente dormido en su habitación.

. - No tiene que ser un desastre-mostró aquella típica sonrisa - Somos adultos

Izuku dio otra calada. Quería creer en esas palabras, debía hacerlo.

. - Pero, debes hablar con él, Izuku

Odiaba esa parte. Debía hablar con la verdad. Le había costado, más de lo que quería admitir, salir de esa casa, Katsuki aún tenía demasiado poder sobre él, era consciente de que estuvo a nada de perder el control.

. - Además, me tienes a mi.

Sonrió al rubio, chocando los puños como hacia siempre. No podía ser tan malo. Después de tirar el cigarro, se despidió del rubio para irse a su cita. Con un último movimiento de cabeza, se encaminó al departamento de cierto pelirrojo, sin saber lo que iba a decir.

Era tarde, pero no podía esperar más para hablar con Kirishima, ya que realmente no quería cancelar su invitación, ese dulce hombre le hacía bien. Tomó sus precauciones ocultando el aroma característico de Katsuki que se había impregnado en su piel para estar ahi.

. - Me sorprendió que llamaras-el pelirrojo lo acogió en su casa y le servía te con una sonrisa

. - Tengo que decirte algo

Observó como el otro se removió nervioso en su lugar, pero siguió con su hermosa sonrisa, ese hombre era precioso. Trago duro antes de hablar.

. - Katsuki ha regresado a la ciudad e irá a la fiesta de Nana

Sin rodeos. Era hora de la verdad. Eijirou soltó un suave 'oh' antes de tomar un poco de su taza. Los envolvió un fuerte silencio.

. - ¿No sabias que había regresado?

El pelirrojo negó con la cabeza, y dejó la taza en su lugar, en la mesa de centro de la sala.

. - Pero, Eijirou, quiero que estés ahí, pero si te es incómodo

. - ¿Aun quieres que vaya?

Ver esos ojos rojos brillantes, lleno de espectacion e ilusión le reconfortaba de maneras insospechadas. Suavemente puso una mano en una de las rodillas del Omega.

. - Claro que sí, pero no se que sientas al respecto, no quiero ponerte en una situación inapropiada

El otro ronroneo ante el contacto, y se aventuró a acercarse lo suficiente para apoyar la cabeza en su hombro. En realidad, Eijirou siempre se volvía muy sumiso ante su persona y eso le encantaba.

. - Quiero estar, tengo muchas ganas de conocer a tu cachorra, si me permites.

Con cuidado, acarició su mejilla, recibiendo un gemido en respuesta. Se miraron un momento, ese sonrojo se veía tan adorable, y para su buena o mala fortuna, aún estaba excitado por lo que sucedió en la tarde en casa de los Bakugou.

Compartieron un beso, suave y tierno, poco a poco este se volvió más intenso. No se negó cuando Kirishima se sentó en su regazo, entrelazando sus dedos en su cabello, se sentía muy bien.

Por un momento, Izuku no quiso pensar, se dejó llevar por ese dulzon aroma, el cual ya se había acostumbrado, y lo placentero de las caricias.

No era alguien que le gustará comparar, pero el sexo con Kirishima era dulce y tierno, placentero si, aunque muy a su pesar, lo dejaba un tanto insatisfecho.

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