Love Me Harder

Y Así Las Cosas I

Midoriya Izuku era un hombre, que a su pesar, tenía varios secretos.

Quizá por eso era tan confiable a la vista de muchas personas, aunque él no se sentía así.

Se volvió el héroe número uno de Japón, y próximamente sería llamado el Símbolo de la Paz, pero ya no entendía ese concepto.

Midoriya Izuku ya no conocía la paz.

No está seguro cuando pasó, pero si sabe que está cansado.

Y eso le avergüenza.

Miró al rubio alfa, que tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados. Soltó un fuerte suspiro.

. - Vaya problema en el que estamos, Izuku-negó con la cabeza-Si fuera tu, correría a ese Omega y no permitiría que le hablara nunca a mi cachorra por ser un reverendo hijo de puta

Izuku no evitó la pequeña risa que se le escapó. Era tan raro escuchar a Mirio maldecir.

. - Por favor, no te expreses así de él, sigue siendo la madre de Nana

. - ¡Y el maldito amor de tu vida! - el rubio golpeó la mesa, el pecoso miró por la escaleras, atento de cualquier ruido proveniente de la planta alta-Pero, tu no eres yo, así que, ¿que le dirás? ¿Le dirás sobre tu problemita?

El otro negó con la cabeza y tomó un poco de café. El rubio volvió a soltar un fuerte suspiro haciéndose el cabello para atrás.

. - ¿Y Kirishima-kun? Pensé que todo estaba bien con él

. - Esta bien, estamos bien, le quiero

. - Entonces, ya está dicho, la rubia explosiva se va y nosotros metemos a Kirishima-kun en la casa y seremos felices por siempre.

Ambos jóvenes rieron. Pero los envolvió un incómodo silencio.

. - No crees que Bakugou-kun se vaya, ¿cierto?

Izuku no quito su sonrisa pero bajo la mirada. Mirio se levantó, fue a la cocina para buscar aquella botella que tenían bien escondida.

Con dos vasos y la botella regresó al comedor. Sirvió un poco de licor en cada uno.

. - ¿Que con la regla de 'no se bebe en la casa'? - el pecoso tomó el vaso, sonriendo divertido

. - Se puede romper cuando tenemos un problema de estos, no va a solucionar nada, pero es bueno que dejes de pensar por una noche

Chocaron los vasos para beber el contenido hasta el fondo. Al menos, por esa noche, Izuku olvidaría todos aquellos secretos que estaba obligado a guardar.

No quería pensar en ese "Lazo Unilateral" que se estaba quebrando.

Ni de la maldita pregunta que no sabía que responder a su cachorra.

Ni de ese día, que le atormentaba constantemente.

Tampoco quería pensar en lo que Katsuki podría decir.

O lidiar con sus propios sentimientos encontrados.

Simplemente esa noche, quería ser un joven normal de veinticuatro años que tomaba tranquilamente con su mejor amigo.

Y así fue.

En la mañana tenía una resaca de aquellas que el respirar dolía y el retrete era tu mejor amigo.

. - Papi, ¿comiste algo que te hizo daño?

Su hermosa cachorra, con su camisón de conejitos rosa abrazando su peluche de mini Shoto, lo miraba desde la puerta del baño.