Antes De La Verdad

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¿Quién dice que los sueños no se hacen realidad?

Kirishima había cambiado sus sueños por metas, las cuales había cumplido con esfuerzo, dedicación y pasión. Los sueños sólo eran eso, ilusiones que rondan en tu cabeza cuando estás solo o abatido, un bálsamo para levantar el espíritu.

Por ello, estar con Midoriya Izuku era justamente eso, un sueño, algo inalcanzable porque no era ningún tonto, a leguas se veía lo encantado y enamorado que estaba de su mejor amigo rubio.

Pero la vida da muchas vueltas, y al parecer los sueños sí pueden ser realidad.

Con la conciencia de que podría verse como un idiota, observaba al pecoso frente de él con una enorme sonrisa, podía sentir sus mejillas calientes y estaba algo mareado, después de todo, el Alfa desprendía un suave olor que lo enloquecida.

. - ¿No te gusta la comida?

Eijirou sonrió, para poner un bocado en su boca. El pecoso le sonrió de vuelta, haciéndole sentir mariposas en el estómago.

. - Gracias por cierto, Nana se divirtió contigo el otro día

. - No tienes que agradecer, también me divertí

Hace algunos días, Izuku le pidió que fuera a recoger a la pequeña al jardín de niños para cuidarla unas horas. Fue una tarde maravillosa donde pudo jugar con ella, comer helado y pasar un buen rato.

. - Hueles raro-le dijo la pequeña mientras comían helado-Pero creo que esta bien, me acostumbrare, pelo gracioso

Ese día, no pudo evitar soñar un futuro en la vida de esos dos.

Si era sincero, cuando supo que Bakugou regresó a la ciudad le puso nervioso, pero ya había pasado una semana y nada había cambiado, seguía hablando con su amado e incluso pudo convivir a solas con la cachorra.

Aunque, también había algo que lo molestaba. ¿Cómo era posible que Katsuki fuera así? ¿Realmente nunca amo a Midoriya? ¿Cómo pudo dejarlo sin más?

La mayor parte del tiempo, buscaba callar aquellas dudas, y otras tantas que se hacían más profundas, porque sería arruinar su sueño que se estaba volvieron realidad.

Y más ahora, que el pecoso se encontraba en su día libre y decidió tomar el almuerzo con él. ¿Cómo no iba a sentirse tan amado por eso?

Izuku era tan caballeroso y dulce, dándole suaves caricias por debajo de la mesa y rozando sus manos con sutileza.

¿Por qué Bakugou no le amo de vuelta?

Maldita sea. Debía dejar de pensar cosas innecesarias. Pero llegaban de golpe, cada que compartía más tiempo con el pecoso, más entraban aquellas preguntas sin resolver.

. - ¿Estas bien? - Izuku le acarició suavemente la mejilla - Como que hoy no estas aquí conmigo, ¿debí llamar mejor?

. - No, no-sonrió nervioso - Solo que... Hay un caso, que me tiene agobiado, nada importante, disculpa

Izuku acarició suavemente su rodilla por debajo de la mesa antes de pedir la cuenta. El Alfa sabía reconfortar a las personas.

Después de pagar, se dirigieron a la agencia del pelirrojo. Algunas personas voltearon a verlos, seguramente porque Kirishima traía su traje de héroe, e Izuku estaba usando gorra y cubrebocas por lo que no era fácil reconocerle.

Una vez en la oficina privada del héroe rojo, se sentaron a disfrutar una taza de café, como si no hubieran pasado ya casi una hora juntos.

Love Me HarderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora