❝ Amour De Couleur ❞ Fanfic Todoroki Shouto

O1

❛ So cold- Bencks❜
Oh, no puedes oírme llorar
Ver todos mis sueños morir
desde donde estas parado
por tu cuenta.

Ashley estaba en el balcón de aquella morada que era su hogar, más suspiró al seguir escuchando la pelea entre su padre y hermano, no sabía cómo este podía decirle algo a su progenitor sin titubear, ella apenas podía decir un, pero, ya que realmente no quería meterse en problemas con su padre, pocos minutos después el sonido de la puerta a la alcoba abrirse se escuchó en aquella zona ocasionando que la misma volteara con algo de duda, al ver que era su hermano un ceño fruncido se pintó en su rostro.

—Eres un idiota. — musitó molesta, odiaba que su hermano e metiera en pleitos innecesarios.

—El mayor de los hermanos negó sentándose a su lado apreciando el anochecer.

—Sabes que alguien tiene que sacar de las casillas a ese viejo, y esa no serás tú. — habló abrazándola por el hombro, para luego mirar a la azabache al escuchar un suspiro el cual no fue suyo.

— Hey . . . esa escuela no es tan mala anímate. —

— Sí, claro, estoy feliz, muy muy feliz. — habló de forma sarcástica suspirando.

—Hey, verás que te irá bien. — habló mientras ambos pasaban un par de minutos más apreciando las estrellas de la noche tan oscura como las expectativas de la U.A de la femenina.

No sabía desde cuando le apasionó pintar quizás desde los 5 por las foto familiares de ella con temperas infantiles y pintando un paisaje de campo y un unicornio en medio, luego a los 12 se puedo comprar algunas cosas más como lienzos y otro tipo de pinturas, más al parecer su padre no estaba de acuerdo con eso “un pasatiempo que no daría frutos” ya hora en pocas horas se destruirían sus sueños de ir a una buena academia de arte para ir a una academia di niñitos con poderes, cerró sus orbes parándose de aquella alcoba.

—¡Odio tener este quirk! ¡Odio tener que ir a esa escuela! — gritó siendo la única forma de desahogarse antes de que sea más tarde, el mayor de los Briand le miró con melancolía para luego abrazarla mientras Ashley lo único que le quedaba era sollozar.

La alarma sonaba por toda la habitación ocasionando que la azabache abriera lentamente sus orbes verdosos gruñendo al tener que levantarse a las 6 de la mañana para luego estirarse y ver en un calendario escondido en un cajón que hoy marcaba como “día de la desgracia”, solo le quedó redimirse y darse una ducha rápida con agua caliente, cepillarse por menos de 2 minutos los dientes quedándole un sabor molesto en su paladar y ponerse aquel uniformo.

“Genial Ashley ahora eres una niñita especial que va a una escuela especial para niños especiales” 5 generaciones que a uno de la familia le tocaba un quirk “especial” como de forjar cristales a su gusto y ella teniendo sueños y metas distintas se sacó el maldito boleto de lotería de “soy la única de mi familia que tiene un quirk especial y por lo tanto su padre la obligará a ir a una escuela como la U. A ¡SI! QUÉ EMOCIÓN, ojala le picara una abeja o la atropellara una bicicleta para no ir.

10 minutos después comió en la cocina esperando no conversar tanto con su padre, si estaba molesta con él, pero si le fruncía el ceño le iba a echar un buen sermón y ya tenía los ánimos por los suelos como para que esto le rematara.

—¿Estas emocionada por tu primer día en la preparatoria? — aquella oz grave algo desgastada y firme, sobre todo lo último se dirigió a ella.

—Sí, papá, me emociona ir a esta preparatoria tan “prestigiada”. — “Porque no mejor me amarras a una silla sin derecho de libertad de expresión”, eso le diría si tuviera 18, tuviera una casa propia y dinero y también si tuviera valor de decirlo, pero bueno la rebeldía adolecente tendría que esperar.

Terminó de comer de forma se despidió lo más amablemente que pudo para salir de la casa, Tony iba a la universidad en las tardes así que él dormía hasta un poco más tarde y realmente hoy no quería ir acompañada.

Tomo el bus, espero, se bajó del bus, caminó unas cuadras más para al fin llegar.

“Hola cruel, vil y despiadado destino. . . ten piedad de mí”