Transcurrieron más semanas, todos en el hogar ya se habían enterado.
Iturbide se emocionó tanto cuando se enteró.
-Felicidades- me abrazo levantándome del suelo.
-Auuuh- me queje.
-perdón- se disculpó- de eso hablaba cuando quería que hubiera una unión-
-¿Espera que?-
-Nada, felicidades y vuelve a trabajar, de ahora en adelante ya no cargarás más esos papeles, pídele ayuda a tu secretario-
Todos a mi alrededor me trataban un poco diferente, no querían que realizara ciertas actividades y me decían que fuera a descansar, no me quejo, es el descanso que tanto había querido.
Aún así seguí trabajando hasta muy tarde.
Todo lo que se me antojara me lo hacían, si quería otro plato me lo servían, si quería dormir mas tiempo me dejaban, a veces a media noche despertaba a Efraín por antojos, y el pobre debía salir a por ellos.
A veces tenía cambios de humor repentinos, de un momento a otro podía pasar de estar riendo a estar enojada y de ahí llorar.
Pobres de los que tengan que lidiar conmigo, jaja.
Había otra situación que no se si catalogarla como un problema o no.
Últimamente mi apetito sexual era grande.
No me importaba donde estuviera, si tenía ganas jalaba a mi esposo y en ese preciso momento quería hacerlo.
A él no parece molestarle esto, siempre está dispuesto a satisfacer esa necesidad.
Donde fuera, la recámara, el baño, mi oficina, la biblioteca, en el establo o a escondidas en el cuarto de servicio.
Solo con verlo a los ojos, morder un poco mi labio y poner mirada suplicante era necesario.
O solo llegar por atrás y besarlo.
Aunque hay veces en que no quiero que se me acerque, a veces no lo soporto y le grito, a veces lo evito, creo son las hormonas.
Me siento hinchada, mi barriga se ve hinchada.
Cuando me veo al espejo, veo un brillo en mis ojos, me siento rara y diferente, mis pechos los siento más grandes y muy sensibles.
¿Seré una buena madre?
Siempre que pregunto esto Efraín dice que seré la mejor, si que sabe embellecer las palabras.
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Ciudad de México,11 de Febrero de 1822
Una joven se remueven debajo de sus sábanas.
-mmm- abre los ojos notablemente enojada.
Se levanta con pesadez y se dirige al baño para arreglarse, termina y baja las escaleras.
Desayuna y sale del lugar.
Llega a un edificio enorme con hermosos acabados y una imponente bandera ondeando en la punta.
Entra ignorando los saludos que le proporcionan.
Se dirige a su oficina, ignora a su secretario, se adentra al cuarto, se sienta e inicia a leer todo el papeleo.
Toc toc
-ahora que- dice para si misma abatida-Pase-.
Entra un joven y le da los buenos días.
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El Imperio Caído
FanfictionEs 1821, México acaba de proclamar su independencia, pero ahora debe elegir que rumbo tomar y ese es el de un Imperio. La historia del Imperio Mexicano visto desde Hetalia.