El Imperio Caído

El Viaje

Ciudad de México, 8 de Marzo de 1821

Termino febrero y empezó Marzo.

Pasaron los días y se volvían más estresantes, estábamos a nada de dar con los rebeldes salvadoreños.

-Señorita Hernández- me llamó mi secretario- La llama Iturbide-

-Gracias-

Me encamine hacia su oficina, entre y me lleve la sorpresa de que ahí también estaba Efraín.

-María, toma asiento por favor- me invitó Iturbide, me senté al lado de mi esposo un poco consternada.

-Ya se lo que piensan- hablo Iturbide-¿Por qué los site a ambos? Bueno, más que nada es por que tenemos un asunto muy importante que tratar-

-Ya veo- dijo Efraín.

-En resumidas cuentas, ya tenemos una estrategia para lidiar con los opositores del salvador-

-¿Qué planean hacer exactamente?- pregunto la joven.

-La idea es mandar a nuestra gente hasta allá y tratar de llegar a un acuerdo, al igual de convencer al niño a que regrese-

-Pero si no acceden- interrumpió María.

-Van a acceder- hablo Efraín- ya verás que todo saldrá bien-

-Efraín tiene razón- vuelve a hablar Iturbide- Ahora, aquí hay otro asunto que tratar María, Efraín irá con la comitiva, eso quiere decir que estarán unos días fuera, antes de que te inicies a preocupar, vamos a tratar este tema con civilización, sin agresiones ni nada, Efraín ya acepto ir, partirá en unas 2 horas-

-Oh- la joven no sabía ni que decir.

-Al inicio se tenía contemplado mandarte a ti, pero debido a tu situación Efraín se ofreció a ir en tu lugar- volvió a hablar.

-¿Qué situación?-

-Tu embarazo María-

-Ah cierto- ella no veía eso como pretexto para dejarla desvalida, si el asunto se trataría con tranquilidad, ¿Por que no podría ir? Bueno, todo esto era nuevo para ella, no recuerda que el doctor le prohibiera viajes, pero si consideran que es algo arriesgado para ella, ¿Qué más daba? Solo le queda resignarse y ver como su esposo se apartará de ella unos días.

-Bueno, con eso concluimos, Efraín te recomiendo que esperes en la oficina de María en lo que esperas a la comitiva para irte, que tengas lindo día, y le deseo buen viaje- dijo Iturbide poniéndose de pie y dándole un fuerte apretón de manos al joven.

Ambos salieron y caminaron hasta la oficina de María sin decirse una sola palabra.

Efraín entró primero, pero María espero y se dirigió a José.

-¡Hey! José, estaré ocupada un rato, no quiero interrupciones, ademas,¿podrías traerme algo de comer? Por favor-

-Claro- se levantó y salió del lugar.

María entró y cerró la puerta.

Efraín estaba sentado en su silla.

María se acercó y colocó sus manos en su cadera.

-¿Qué haces sentado en MI silla? Y ¿Por qué vas tú en vez de mi persona? Sabes, no soy ninguna desvalida ehhhh-

Él solamente la vio de reojo.

-¿Crees que iba a permitir a que fueras así? ¿Qué algo te suceda? Es un viaje largo, y hay peligros en el camino, mejor voy yo, y así me quedo más tranquilo sabiendo que tú estás en casa segura-