¡No es un espíritu maligno, Kou!

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Luego de eso, los dos hermanos llegaron a su hogar, pero...


... Llegaron a casa sanos y salvos. Hasta con mochila y todo. Aunque demasiado tarde, sin lugar a dudas fueron fuertemente regañados...


Amane casi no pudo dormir esa noche, pasaron tantas cosas... Desapareció la mochila de su hermano, se quedaron en la academia hasta de noche, un monstruo les atacó, casi mueren en su instituto y cuando llegaron a casa se llevaron una zurra, aunque... lo que más le impacta es la expresión de Hanako-san, se vió tan... ¿vulnerable? Amane no pudo borrar esa imagen de su cabeza ¿Por qué? ¿Por qué se siente así?

– ¿Por qué me sigo persiguiendo con esto? ¿Por qué? ¿Por qué? – Estaba agotado, pero no podía quitar aquel rostro apenado de su mente ¡Ya el reloj marca las tres de la mañana y aún no deja de pensar en todo lo ocurrido!

El muchacho se ocultó la cabeza con la almohada, comienza a sentirse confundido. Pero de inmediato se oyeron dos fuertes golpes en la pared que alteraron a los dos, incluyendo a Tsukasa que milagrosamente había conciliado el sueño:– ¿¡Por qué hay tanto barullo!? ¡Son las tres de la mañana! – Aquella voz masculina otra vez regañándoles. – ¡Mejor duermanse de una vez! ¡No vayan a llegar tarde mañana!

– L-lo siento... – Se disculpó por ser el causante de aquel "barullo" en voz baja y se volteó boca arriba mirando el techo. A veces desearía irse a algún lugar lejano y dejar de ser el "causante" de tantos problemas...

_________

En la hora de receso, el hijo menor de los del clan minamoto...


¡Ya era al fin la hora del receso! Aquel dorado cabello danzaba con el aire, mientras que el joven corría directamente a su objetivo: aquel baño de chicas. Había estado siguiendo a uno de los senpais últimamente y comenzó a sospechar de él. Seguro tendría un vínculo con algún espíritu, y no se equivocó!

Al fin era el momento de demostrar que él también puede ser un fuerte exorcista como su hermano. Levantó su báculo y comenzó a correr llegando más rápido a aquel baño: – ¡Acabó tu plan, espíritu maligno! – Sin presentación ni nada apuntó con su arma a la muchacha espectro, que miró incomprensiva – ¡Ya se todo! ¡Has estado tratando de engañar a uno de los senpais, pero no te lo permitiré!

 – ¿Qué? – Yashiro alzó una ceja y se cruzó de brazos mientras flotaba – ¿Eres un príncipe que viene a rescatarme acaso?

– ¡No, yo soy Minamoto Kou! ¡Recuerda eso en tu camin-... – Fué interrumpido con el desinterés de la chica.

– Oh, vaya. Entonces no me interesa, veo que aún debo seguir esperando – Suspiró dramáticamente y se puso las manos en las mejillas. No le tomó importancia alguna a las amenazas del chico.

– Ugh... N-no me subestimes – Tomó con fuerza al arma que sostenía. Normalmente subiría más su tono de voz, pero... es una chica... no puede hacerlo.

– ¿O sino qué? – La joven sonrió burlonamente y se aproximó a él tomándole de los hombros.

Por unos momentos los dos se observaron detenidamente, aunque el muchacho se estaba abochornando por la cercanía: eso a Yashiro le causó mucha gracia.

¿Pero él no iba a hacer nada? El rubio pareciese que no supiera que hacer, o tal vez no quería atacarla: – ¿Y? ¿Te vas a quedar mirándome? ¡¡Ah, qué grosero!! – Retrocedió nuevamente volviendo a sentarse en la ventana: – Veo que aún te falta mucho que aprender sobre como tratar a una dama. Ni te animaste a dar el primer paso~

Siempre Estuve BuscándoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora