Tan sólo un momento...

Capítulo 1. El inició

Muchas veces me he preguntado, ¿qué es amor?, ¿cómo se supone que encuentras a esa persona?, o peor aún, ¿cómo sabes que es la persona correcta?, definitivamente preguntas complicadas y sin duda preguntas de las que no encuentras respuesta a través de libros o Internet. Me costó una vida entender poco a poco, cómo funcionaba el concepto del AMOR..., me ha costado lágrimas, soledad y confusión, mucha confusión, pero al final pude comprender que eras tú y que te amé, te amo y te amaré. Porque definitivamente sé que eres tú, la perfecta definición de lo real, al menos para mí...

Las historias bonitas comienzan así, así que no, esta no es una de esas si es lo que esperabas, en está historia yo me enamoré y el amor es complicado, te lleva a lugares impredecibles y a aventuras de esas que sólo veías en las películas y parecían lejanas; por lo menos así es en la parte bonita de ese sentimiento. Para que comprendan mejor tengo que remontar mi historia unos cuantos años atrás, para ser exactas seis años... y es ahí dónde todo comenzó, al menos fue cuándo la conocí, porque para ser exactas, sigo sin entender cuando comenzó todo entre ella y yo, en qué punto fue y cómo sucedió que llegué a este punto de amarla como la amo.

Seis años atrás...

Desperté muy temprano, hoy más que nunca adoro que sea así, me he mentalizado para que todo sea perfecto y tiene que serlo, finalmente fui admitida en la universidad, así que toca esforzarme y dar el mil por ciento para salir adelante y con ese título en mano conseguir todo lo que he planeado por tanto tiempo. En fin, me metí a la ducha y me apresure para llegar a tiempo, la Uni me queda como a treinta y cinco minutos así que tengo tiempo de desayunar con mi madre aún.

- Bárbara, pensé que te habías quedado dormida -dijo mientras preparaba café.

- Lo siento..., sólo me preparaba.

- ¿Es neta que irás así? -preguntó Mariana dando un mordisco a su panecillo.

- ¿Qué tiene de malo? -me senté.

- Es tú primer día, si quieres causar impacto, debes verte más como yo -sonrío creída.

- Claro.

Siempre era lo mismo con ella, me queda claro que nunca he sido de las que se arregla de más y combina todo para verse perfecta, no creo que tenga que impresionar a nadie, de hecho, no me interesa. Tomé mi bolso, me despedí de mamá y papá y salí aprisa; encendí el auto y puse algo de música, que por supuesto tenía que ser de los noventas, ósea buena música.

Llegué a la uni más rápido de lo planeado, lo que me dio la oportunidad de buscar mi grupo y orientarme dentro de los pasillos.

- ¿Estás pérdida?

- Un poco sí... -sonreí.

- Mucho gusto soy Fernanda.

- Bárbara -le devolví el saludo.

- ¿Qué grupo buscas?

- Primer semestre de Administración... -respondí.

- Perfecto, pues creo que seremos compañeras.

- Genial...

Y definitivamente era genial, siempre que uno inicia nuevas etapas de su vida, lo que más espera es encontrar una buena aliada y parece que Fernanda ocuparía ese lugar.

- Jóvenes todos adentro -dijo un tipo bastante alto y viejo que cruzó la puerta corriendo.

- ¿Es profesor? -le pregunte a la chica a mi lado.