Capitulo 8

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AZUL

Me desperté de golpe viendo hacia mis lados con el corazón latiendo a mil por hora y la respiración agitada como si hubiese corrido miles y miles de kilómetros, al ver que estaba en mi habitación y no en aquel lugar oscuro y tenebroso que me había mostrado mi sueño solté todo el aire que tenía en mis pulmones y coloqué una de mis manos en mi pecho agitado. En aquel sueño había visto a mi familia incluyendo a Azul y mi hermano, muertos.

En verdad me volveré loca si mi hermano no encuentra a aquellas personas que me arrebataron a mi padre.

La puerta de mi habitación se abrió, separé mis manos de mi rostro para ver quien había entrado, fruncí el ceño al ver que no era Azul quien había abierto la puerta, había sido Teo, tenía una cara de querer golpear lo primero que se le atravesara, tenía su cabello ligeramente despeinado, una camisa gris y unos pantalones grises a juego, quizá era su pijama.

—Buenos días Señorita— saludó mientras sostenía el picaporte de la puerta de mi habitación vacía.

—Buenos días Teo, ¿dormiste bien?

—Sí, gracias por preguntar señorita ¿usted durmió bien? ¿Ya tiene hambre? ¿Sed? ¿Necesita que le traiga algo? — yo lo miré unos segundos parpadeando rápidamente para asimilar su comportamiento, después me solté a reír, Teo no se inmutó, seguía viéndome sin ninguna expresión.

—¡Oh vamos! — respondí entre risas — no tengo hambre ni sed, dormí perfecto y — hice una pausa, este chico me caía bien— ¿que es eso de señorita?— él me miró vacilante— Dime Azul. — sonreí.

—Se me hace más fácil decirle Señorita, me confundo al nombrarla Azul cuando Azul está con usted. — contestó sin más.

Yo solté una risa nasal, estaba acostumbrada a que los hombres de mi padre me dijesen Señorita, ¿pero alguien que es dos o tres años mayor que yo? Se me hace muy raro e incómodo.

—Mejor dime Blue— Teo me miró dudoso — y para empezar háblame de tú. — Teo agachó su cabeza y asintió levemente .— recuerda que fingiremos ser amigos de toda la vida— él regresó a verme y por segunda vez me regaló una sonrisa... tan linda, Dios era muy lindo pero tan intimidante.

—Señ—se detuvo al hablar, yo reprimí una risilla, creo que le costará adaptarse a decirme Blue— perdón, Blue— yo sonreí y asentí.

—¿Si?

—¿Por qué me escogiste a mi? — preguntó curioso, aquello me tomó por sorpresa, estaba segura que la sonrisa que hace unos segundos tenía en mi rostro había sido borrada poco a poco. ¿Por que lo escogí? Ni yo misma sabía la respuesta de esa pregunta, yo apreté mis labios y me encogí de hombros negando con la cabeza.

— No lo sé— miré mis manos— sólo te vi y dije este es.— él se soltó a reír y rápidamente regresé a verlo, me quedé mirándolo, ¿fue gracioso lo que había dicho?

—Ok.— dijo entre risas, después de unos segundos se detuvo — Igual, me alegra ser el guardaespaldas de la hija de Lander, realmente es un honor— respondió con plena sinceridad, yo me quedé sorprendida por lo que había dicho, mis mejillas ardieron e inmediatamente agaché mi cabeza con una sonrisa, mis ojos comenzaron a arder.

Habían personas que sí te querían papá.

Pero bueno— volvió a hablar captando mi atención—  Azul ya está haciendo el desayuno, toma un baño y cámbiate que al terminar de desayunar iremos a nuestra nueva escuela. — yo asentí y él apretó sus labios para después cerrar la puerta y dejarme completamente sola en la habitación. Miré a mi alrededor, en una esquina se encontraban mis tres maletas llenas de ropa, cosas de valor y algunas cuantas prendas de papá.

Suspiré pesadamente, me quité las sábanas que tenía alrededor mío, salí de mi cama y caminé hacia la esquina en donde se encontraban mis maletas, tomé una de ellas y la acosté en el suelo para poder abrirla. Saqué lo necesario, pasta, cepillo, ropa para cambiarme, jabón etc. Segundos después me metí al baño, me saqué toda la ropa que tenía y abrí la regadera para poder bañarme.

***

Salí de mi habitación ya cambiada y bañada, me dirigí a la cocina para darle los buenos días a Azul. Me recargué en el marco de la puerta de la cocina y sonreí al verlo, llevaba una playera negra de manga larga, se podía notar que apenas se acababa de bañar pues tenía su cabello húmedo, sonreí aún más cuando noté que llevaba un mandil que yo había pintado en mi colegio cuando iba en primaria por el día de las madres, como nunca conocí a mamá se lo di a él, él notó mi presencia y me sonrió, dejó de hacer lo que hacía y se acercó a mi para darme un beso en la frente.

—Buenos días— dije yo cuando se separó, él se giró para seguir con lo que estaba haciendo.

—Buenos días.— contestó.

—¿Por que no fuiste a mi habitación?— pregunté curiosa, desde que estoy pequeña él es el que siempre va a mi habitación para darme los buenos días o levantarme, se me hizo muy raro que hoy no lo haya hecho.

—Teo quiso hacerlo—contestó simple— me vio haciendo el desayuno y dijo que él te despertaría.— yo alcé mis cejas y asentí lentamente.— Ah, y si preguntas por Dorian él salió a recoger a las personas que se harán pasar por mi padre y el padre de Teo.— contó sin despegar la vista de la estufa, agachó un poco su cabeza para poder apagarla.— ¿me pasas tres platos?— preguntó, yo asentí y me dirigí hacia la estantería que estaba enfrente mío, abrí la bolsa de plástico y saqué tres platos para después dárselos, él me sonrió en modo de agradecimiento.— ¿estás lista para ver nuestra nueva escuela?— preguntó con un toque de emoción.

Sonreí a medias.

—Ammmm un poco.— suspiré y lo miré mientras servía el desayuno — ¿en verdad es necesario que Teo y tú vayan en mi mismo salón?

—Es muy necesario— contestó sin verme— eres alguien que no se puede tocar ni con un pétalo de una rosa— yo sonreí ante lo que había dicho.

—Que lindas palabras, pero creo estás exagerando un poquitito.— él apretó sus labios y negó con la cabeza mientras me miraba, al terminar de servir me tendió dos de los platos en los que tenían el desayuno ya servido, los tomé y me indicó con un movimiento de cabeza que saliera de la cocina, le hice caso y salí de ahí junto con él detrás mío.

— Yo creo que no estoy exagerando— contestó mientras nos sentábamos en la mesa que estaba cerca de la cocina, Teo apareció de la nada y se sentó a un lado mío, llevaba su cabello mojado, él notó que yo lo miraba y sin más me sonrió apretando sus labios, yo sonreí devuelta y desvié la mirada hacia Azul, Azul notó que yo me había puesto nerviosa pues tenía entrecerrados sus ojos, yo carraspee la garganta y pasé un mechón de mi cabello húmedo detrás de mi oreja.

—¿Ya saben que dirán cuando les pregunten porque están en segundo de preparatoria y no en tercer año? — pregunté con curiosidad.

—Así es.— contestó Azul. — Reprobamos un año— comenzó — debido a que nuestros padres tuvieron que irse de viaje y nosotros fuimos con ellos, tú te quedaste a seguir estudiando ya que tenías a tu hermano cuidándote. Es fácil— contestó simple llevando un bocado a su boca, yo desvíe la mirada hacia mi plato e igual tomé un bocado para llevarlo a mi boca, sabía delicioso— en verdad dudo que hagan tantas preguntas. — concluyó.

—Eso espero.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2021 ⏰

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