La tarde había caído tan rápido como el sol escondiéndose en el horizonte; esa misma mañana se habían despedido de los lujos y comodidades que el magíster Illyrio habría brindado a los Targaryen durante su estadía bajo su techo, de igual manera se habían despedido de él pese a las suplicas que la joven le había hecho a su tío por quedarse. Habían partido a la hora en que el primer rayo de Sol se dejó ver en un despejado cielo azulado.Aemond montaba un caballo cuyo color negro brillaba a cualquier reflejo de luz que caía sobre su pelo, el hombre de larga cabellera plateada trenzada iba frente a Vhaena. Su caballo sostenía un lazo enlazando el caballo blanco que Khal Drogo le había obsequiado a su nueva invitada como buena fé, uno —claro está— relativamente más pequeño al cual había recibido su ahora Khaleesi por su regalo de bodas. La joven Vhaena no habría recibido una educacción adecuda y a lo que se esperaba, el poco tiempo que estuvo con el magíster no había dedicado su atención para aprender a montar adecuadamente, debido a que hasta ese momento no había sido necesario y una —de las tantas comodidades que Illyrio les había ofrecido a los jóvenes dragones— era un lugar en su palanquin. Reacia a compartir caballo con el dragón negro, la joven Vhaena había optado por sí misma a ir sola en caballo, y que por su misma falta de conocimiento, era que el último Blackfyre llevaba su caballo amarrado al suyo, pero no sólo eso; un esclavo caminaba a su lado, sosteniendo el arnés de su caballo y procurando que la joven de cabellos plateados no cayese del mismo. A pesar de que el Sol se había escondido tras las nubes, no evitaba que se filtrasen pequeños rayos dorados provenientes de el, haciendo el calor menos soportable para una joven que no estaba acostumbrada a la vida Dothraki. Sus violáceos ojos sólo se concentraban en una cosa desde que habían partido de Pentos, y era, el cofre dorado que el caballo negro frente a ella transportaba, Aemond lo había recibido de los propios brazos de Illiyrio Mopatis la noche anterior, sin saber que un tercer par de ojos los observaba en silencio escondida en la oscuridad. Su caballo paró en seco y a los pocos segundos, su nuevo protector estaba a su lado.
—Bring mae loy hadaen —pronunció Aemond en dothraki mirando al esclavo. Ella observó cómo el joven moreno asintió y se fue—. Necesitas descansar, niña. Esta no es una vida a la que estés acostumbrada, no durarás mucho así —Vhaena no dijo nada y sólo lo miró—, bebe —ordenó ofreciéndole agua a lo cual ella asintió y obedeció—. La invitación de Illyrio sigue en pie, este no es un lugar para ti, si algo malo pasa, no podré protegerte... —continuó haste verse interrumpido por la joven a su lado.
—Viserys no permitirá de ninguna forma que me aleje de su lado, y él no se alejara del Khal hasta tener a su ejército —afirma ella—, regresar no es una opción para mi, por mucho que yo quiera.
Aemond hizo un gesto con la boca y después limpió el sudor que caía por su cara, tomó una larga varilla y le dio un golpe a la parte trasera del caballo blanco que transportaba a Vhaena, haciéndolo avanzar nuevamente, y él poniéndose en marcha, manteniéndose un metro más adelante de ella. No pasó mucho tiempo cuando el esclavo llegó y retomó su antigua posición, no sin antes ofrecerle un trozo de hierba a la Princesa de Plata a su lado. El viaje siguió de largo hasta caer casi el anochecer, habían llegado a un grande campamento. Aemond bajó de su caballo y el esclavo ofreció su ayuda para bajar a Vhaena del suyo, pero antes de que la Princesa pudiera responder, el dragón negro lo apartó y tomó la cintura de su protegida, alzándola en el aire por unos segundos, para después bajarla lentamente hasta que sus pies tocaran el suelo. La joven acomodó nuevamente su vestido color melón y con sus mano derecha llevó un mechón de su cabello plateado tras su oreja para acomodarlo.
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𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 ━ got
Fanfic❝ Locura y grandeza son dos caras de la misma moneda, y cada vez que nace un Targaryen, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caerá. ❞ ...