Pergamino 2

2.3K 327 31
                                    

—De ésa manera Phileas Fogg comprometió la mitad de su fortuna y emprendió el viaje para darle la vuelta al mundo en 80 días.

Estoy rodeada de la mayoría de niños que tiene el Clan e incluso algunos adultos se han quedado escuchando la historia. Complacida me acomodo en mi lugar para seguir con la trama.

Con la muerte de Izuna Uchiha se ha llegado a un acuerdo de paz con el Clan Senju, aún parece algo imposible y más de alguno sigue con la guardia alta con un movimiento en falso por parte de ellos.

Mi padre murió en contienda hace años, Issey continuó en su puesto y es una de las favoritas del nuevo líder, Madara Uchiha. Mi madre se dedica únicamente al hogar y yo conseguí mi objetivo de aprender medicina.

No soy su hija predilecta y cada que puede lo deja en claro, la ignoro en la medida de lo posible y se enoja cuando sus comentarios no me afectan. Ya me dejé maltratar una vez, no volveré a tropezar con la misma piedra.

—Lo siento mucho pero me temo que me debo de llevar a la Narradora.

—¡No!.

Grita el público cuando Issey me arrastra de vuelta a la casa, la abuchean en broma y resignados comienzan a recoger las mantas y la comida que habían traído para pasar el rato.

—¿Qué pasa? Sabes que la hora de contar historias es sagrada—le digo a mi hermana.

—Perdón Rumiko, pero mi mamá dijo que quiere vernos cuánto antes.

—¿Incluyéndome?.

Issey se ríe, ella respeta y tiene a nuestra madre en un pedestal, pero no es ciega y sabe que no hace mucho por ganarse mi afecto.

— Incluyéndote, de hecho es contigo con la que necesita hablar urgentemente.

—Entonces es una mala noticia.

—Oh vamos, no puede ser tan malo.

—Permiteme dudarlo.

Me golpea amistosamente el brazo mientras pasamos a la casa, mi madre fue en su tiempo una mujer muy bella y según la gente yo heredé esa belleza, pero no saben que ésa es una maldición disfrazada de virtud.

—¡Ya estamos aquí!—grita Issey.

—Pasen y sientense, en un momento les llevo té.

—Lo sabía son malas noticias— susurro.

—No seas fatalista.

Me obliga a tomar asiento, juego con mi cabello entrelazándolo con los dedos. Es negro y largo, va a juego con mis ojos. Mamá sale con tres tazas de té humeante y las reparte entre nosostras, toma asiento, junta sus manos y suspira teatralmente.

—Saben que tendremos una alianza con el Clan Senju ¿cierto?—asentimos —Pues en los próximos meses el Clan Uchiha abandonará éstas tierras e irá a instalarse cerca de ellos, pero antes y para reforzar los lazos entre clanes habrá bodas entre sus miembros, cincuenta hombres Senju tomaran cincuenta mujeres Uchiha y se unirán en matrimonio, al ser hijas de un general de alto rango prometimos a una para que el hermano del líder la tome como esposa—.

—Madre, yo tengo a Umi, lo amo y no puedo dejarlo—dice Issey desesperada por la noticia.

—Y lo sé, su boda ya es un hecho no te preocupes hija.

El comentario me cae como cubetazo de agua fría, la sangre se me congela y no soy consciente de cuando me pare de la mesa.

—¿Yo?.

—Rumiko sientate, no seas maleducada—obedezco a regañadientes con la esperanza de haber escuchado mal.

—Yo tampoco puedo ser.

La Primera ViajeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora