—¡Hiciste trampa! Regresa ahora mismo la pieza a su lugar Kiki.
Mis compañeras comienzan una pelea, de vez en cuando tengo que esquivar lo que avientan. Han pasado dos días en los que no salimos más que para comer.
Hashirama cumplió lo que me dijo y mandó poner una cesta de fruta en cada habitación, pero lamentablemente no se encarga de checar personalmente las cestas, son unas miniaturas con sólo tres pequeños duraznos, ni siquiera es uno para cada invitada.
Y aunque solemos tirarle tierra al Clan Senju todas sabemos que el único problema es Akina, esa mujer nos odia a todas por igual, pero es la que se encarga de nuestro cuidado.
Más de una vez he tenido la tentación de tomar en serio la palabra de Hashirama e ir con él para ver cómo solucionar esto. Faltan cinco días para que inicien los matrimonios pero si puedo lograr que aunque sea en uno nos traten como seres humanos habré ganado la batalla.
—¿En qué piensas tanto Narradora? — Suyen me ve mientras intenta quitarse de encima a Ohara.
— Pensaba en que no sería tan mala idea hablar con Hashirama.
—¿Y de qué serviría? De todas formas no puede estar al pendiente todo el día de nosotras.
— No, pero estaría más atento, precisamente porque nadie se queja es que ahorita debe pensar que todo va viento en popa.
—¿Viento en qué?.
— Que todo va bien.
Ohara deja en paz a Suyen y es la primera vez que la veo tan seria.
— Si hablar con él diera resultado, entonces ¿cómo le digo que no quiero casarme con un desconocido?.
— Yo tenía a alguien en el Clan, no era nada formal pero estaba segura de que le gustaba— Kiki juega nerviosa con sus dedos.
— Yo sigo amando a mi esposo, él murió hace un par de años pero mi corazón le sigue perteneciendo solamente a él — Suyen agarra la sortija que aun lleva puesta.
— Yo estaba esperando encontrar a alguien, incluso si estoy un poco grande para casarme quería que fuera por mi voluntad.
— Yo simplemente no quiero casarme con nadie—.
Cierro el pergamino que estaba leyendo, esas cuatro mujeres son muy distintas entre sí pero todas coinciden en que no quieren casarse, incluso apostaría todo lo que tengo sí afirmo que los hombres Senju tampoco quieren contraer matrimonio con nosotras.
— Pues no perdemos nada con intentarlo ¿no creen?.
— Pero ¿qué diría Madara-sama?.
El color se va del rostro de todas, incluyéndome. Era bien conocido que el temperamento de nuestro líder había empeorado con la muerte de su hermano menor.
— N-No creo que pueda hacer mucho si contamos con el apoyo de Hashirama.
— Narradora no es por contrariarte pero ¿no crees que estás siendo un poco ingenua al confiar tanto en que su líder nos apoye?.
— Tal vez tengas razón, pero es nuestra única posibilidad de no casarnos.
Se voltean a ver analizando lo que les propongo, ellas son guerreras y tienen en su haber innumerables batallas por contar, pero por dentro se mueren de miedo al pensar en una amenaza mayor que una espada, el estar amarrada a alguien que no aman.
— Yo te apoyo— Ohara es la primera en levantarse.
— Eres rara Narradora, pero cuenta conmigo— Suyen me guiña el ojo.
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La Primera Viajera
Fiksi PenggemarClara es como cualquier mujer normal de 1890, a sus 19 años ya estaba casada con un hombre mucho mayor que ella y aunque le resultaba repulsivo tuvo cinco hijos con él, detestaba su vida y sentía que su matrimonio le arrebató su juventud. Maltratada...