Vuelvo a gemir cuando Tobirama me aprieta más a su cuerpo, su pecho se pega a mi espalda mientras muerde ligeramente mi hombro. Parece que una vez que empezamos no podemos parar y siendo sincera no es que quiera detenerlo.
Y pensar que por mucho tiempo me perdí de éste tipo de placer, juntos alcanzamos nuestro punto máximo y jadeamos intentando recuperar el aliento.
— Te amo Clara.
Cuando estamos solos Tobirama me llama por mi verdadero nombre, él sabe todo y con ello me libera de la carga que tenía.
Nuestra mañana llega a su fin cuando solicitan de su presencia, mi esposo es el Segundo Hokage. Después de la muerte de Hashirama él tomo completamente el cargo.
Sigo diciéndome que su temprana muerte no tiene nada que ver conmigo pero muy en el fondo sé que me estoy mintiendo. El mundo ha cambiado y los Clanes han ido formando diferentes villas.
Madara al final nos traicionó, algo de lo que Tobirama y yo ya habíamos advertido. El Clan Uchiha no lo siguió pero quedó contaminado, no sé que sea o si estamos malditos de alguna manera.
Issey quedó a cargo, es la líder del Clan y su puesto pasará a su hijo Yoki. Sin embargo mi hermana también ha cambiado, después de la muerte de Umi se ha vuelto más agresiva, seca y vengativa.
Incluso cuando fui a advertirle de la enfermedad que llevamos en nuestros genes me echó de la casa. Se niega a pensar que alguno de sus hijos o sus nietos pueda padecer lo mismo que yo, ha rechazado medicina e información hasta el punto de no recibirme en el complejo del Clan Uchiha.
La mayoría de las mujeres que se casaron con los Senju se han separado y regresado al Clan, Kiki logró casarse con el hombre que amaba aunque su hija parece tener la misma maldición de odio, Ohara no quiso saber nada del sexo masculino y se quedó soltera aunque a decir verdad yo la veo muy feliz siendolo, ella y Suyen han vivido juntas todos estos años, ninguna de las dos tuvo pareja pero eso no las hace menos alegres. Fuyu se quedó en el Clan Senju, ella y su esposo fueron de los pocos que continuaron juntos y su amor es palpable para cualquiera que esté cerca.
Han pasado treinta años desde que peleamos contra ése hombre y hasta el momento no ha habido señal alguna que indique su regreso. Mi collar sigue guardado, a la espera de encontrar a alguien que pueda utilizar su poder para bien.
Me arreglo para salir, hoy visitaré el campo de entrenamiento. Tengo un ataque de tos y cuando retiro mi pañuelo está cubierto de sangre. No me queda mucho tiempo eso lo sé.
Esquivo una shuriken y veo al responsable, un niño de pelo blanco me ve espantado mientras todo su grupo se burla. A su lado veo a una niña de pelo amarillo y ojos castaños, Tsunade la nieta de Hashirama.
No me arrepiento de mi decisión de no tener hijos, con mi enfermedad los dejaría muy pronto. Nosotros criamos a los niños Uzumaki como nuestros, pero hace un par de años nos llegó la noticia de la muerte de Suzuë.
Ella se casó con el guardaespaldas del Mizukage, lo conoció cuando Hashirama habló con los otros kages y se enamoró de él. Se casó, formó su familia y se fue a Kirigakure.
Ya no tengo contacto con sus hijos pero me duele su pérdida, ningún hijo debería irse antes que sus padres. Kenji quedó destrozado y prefirió irse con su familia a Uzushiogakure, regresa de vez en cuando más que nada porque sus descendientes serán los próximos Jinchūriki del Kyūbi.
— Hace mucho que no la veía por aquí Rumiko-sama.
Hiruzen y Danzo se acercan a saludarme, mi marido entreno al primero. Nuestra amistad con su padre ha trascendido y una vez que Sasuke no pudo nosotros nos encargamos de su entrenamiento, Hiruzen es alguien fuerte y estoy segura de que podría ser Hokage.
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La Primera Viajera
FanfictionClara es como cualquier mujer normal de 1890, a sus 19 años ya estaba casada con un hombre mucho mayor que ella y aunque le resultaba repulsivo tuvo cinco hijos con él, detestaba su vida y sentía que su matrimonio le arrebató su juventud. Maltratada...